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El Palau de les Arts ha acogido el acto de investidura como doctor honoris causa a título póstumo de Adolfo Suárez González por la Universidad Católica de Valencia. Su hijo, Adolfo Suárez Illana, ha recogido el birrete y el resto de símbolos del nombramiento en un hecho insólito, pues es la primera vez que que acude a una ceremonia que implica recibir honores que corresponden a su padre. En su intervención, en la que difícilmente ha contenido la emoción en diferentes momentos, ha instado, como sucedió hace 40 años, a recuperar el entendimiento entre los españoles, en una clara referencia a la actual situación política marcada por el desafío independentista catalán. Exactamente ha hablado de «concordia», una palabra vinculada para siempre a la memoria del expresidente del Gobierno.
«La concordia entre los españoles está amenazada, pero no me preocupa, sólo lo haría si no fuésemos capaces de conjurar esa amenaza que se cierne sobre nosotros», ha señalado en la fase final de la intervención, que ha concluido con otro guiño a una expresión ya universal de su progenitor: «Debemos mantener la esperanza de hacer renacer la concordia entre todos los españoles, y les puedo prometer y les prometo que voy a dedicar resto de mi vida a que eso sea posible».
También ha defendido la ejemplaridad de la Transición, de la que ha destacado, más allá de la figura del rey o de la de su padre, la «forma excepcional» de llevarla a cabo en apenas tres años. «Un país dividido fue capaz sin quebrantar una sola ley de llegar a un Estado en forma de monarquía parlamentaria comparable a los mejores de hoy en día», ha defendido, antes de señalar que la receta se basó en «fijar objetivos comunes y aceptar sacrificios personales».
El encargado de la laudatio ha sido el cardenal Antonio Cañizares, quien ha destacado que las claves del pensamiento del expresidente se sintetizan en tres derechos recogidos en la Constitución: el de libertad religiosa, a la vida y a la enseñanza. Ha recordado su humanismo cristiano y ha destacado que «siempre tuvo presente la preocupación por el hombre, el bien común, los más necesitados y las libertades».
La institución académica del Arzobispado (que existe en parte gracias al impulso dado por Suárez a la primera universidad católica de España) reconoce de esta forma con su máxima distinción al expresidente del Gobierno por su papel clave en la Transición democrática de España. La ceremonia ha estado presidida por Cañizares, el rector José Manuel Pagán, la consellera Gabriela Bravo y el exministro Marcelino Oreja.
Entre los asistentes estaban Isabel Bonig, síndica del PP, Manolo Mata, portavoz del PSPV, Alejandro Font de Mora, vicepresidente de Les Corts, el subdelegado del Gobierno, José Roberto González, o el presidente de la Diputación, Toni Gaspar. También estaban presentes los expresidentes Joan Lerma y Francisco Camps o el exconseller Juan Cotino, además de diputados, senadores y concejales de Valencia. Exrectores de la institución, rectores de seis universidades (cuatro valencianas) autoridades militares y representantes del sector educativo y social también han acudido al homenaje.
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