Las universidades públicas acuerdan impartir online todas las clases posibles

Las universidades públicas acordaron ayer con la conselleria que las clases presenciales sean mínimas durante el arranque del segundo semestre, lo que implicará impartir online todas las clases y contenidos posibles, tal y como explicó la consellera Carolina Pascual al término de la reunión de coordinación mantenida ayer con los máximos responsables de la Universitat de València, la Politècnica, la de Alicante, la Miguel Hernández de Elche y la Jaume I de Castellón.

La decisión se toma ante el avance de la pandemia, recoge la petición de los representantes estudiantiles, se aplicará durante el mes de febrero y se revisará en función del escenario que se presente dentro de un mes. «Serán en formato online los contenidos que puedan ser impartidos por esta vía y las prácticas que necesiten presencialidad quedarán aseguradas», dijo Pascual.

Por su parte, las universidades emitieron un comunicado conjunto señalando que el objetivo es reducir la movilidad y los desplazamientos, dando cumplimiento a las nuevas restricciones aplicadas en la Comunitat Valenciana, y marcaron distancias respecto a la situación derivada de los exámenes presenciales, que han sido muy criticados. «A diferencia de estos, en los que la concentración está acotada en el tiempo y en el volumen de personas presentes en los campus, la docencia implica más desplazamientos», dijeron, antes de reiterar que las aulas son espacios seguros y que no ha habido incidencias durante las pruebas.

Hace un par de semanas los representantes estudiantiles presentaron un escrito dirigido a la conselleria en el que todas las delegaciones se posicionaron en contra de la presencialidad de los exámenes, instando además a impulsar las gestiones necesarias «para adaptar la docencia del segundo semestre a la nueva realidad». Desde el Consejo Interuniversitario Valenciano de Estudiantes (Cive), principal órgano de representación ante la conselleria y en el que participan todas las delegaciones de alumnos, se pronunciaron ayer en el mismo sentido. «Creemos que en estos momentos todo excepto las prácticas imprescindibles se deberían pasar a un formato telemático», dijo Andrea Paricio, vicepresidenta segunda del Cive.

El sistema público sigue el camino marcado el lunes por la Universidad Católica de Valencia, aunque en esta todas las clases serán online hasta el 28 de febrero y sólo habrá presencialidad en las prácticas, extremando las precauciones. En el caso las primeras el acuerdo no implicará un cambio completo de la docencia para todos los casos, aunque sí será la opción mayoritaria.

Por su parte, la universidad CEU Cardenal Herrera todavía no ha tomado una decisión. Fuentes de la institución explicaron que el semestre comienza el 8 de febrero y que con días de antelación se informará a cada grupo sobre cómo se retoma la actividad, que puede ser «diferente en cada titulación, por ejemplo en función del número de estudiantes». También recordaron que con el sistema de doble presencialidad adoptado este curso pueden cambiar de un modelo a otro de manera rápida, permitiendo al estudiante elegir si acude o sigue las sesiones desde casa, mientras que las prácticas seguirían de manera presencial en grupos reducidos y con opción de recuperación para aquellos que prefieran no acudir por precaución.

La Universidad Europea de Valencia tampoco ha decidido todavía. «Estamos pendientes de cualquier indicación que puedan darnos las autoridades, y seguiremos cualquier medida o protocolo que nos indiquen», señalaron desde la institución.

Por otro lado, el Stepv, sindicato mayoritario en la enseñanza pública no universitaria, reclamó ayer a Educación que dicte unas instrucciones que permitan el cierre de un centro o un aula en el caso de que las bajas de docentes impidan aplicar los protocolos y medidas de seguridad. La organización alertó de que hay escuelas donde llegan al 40%, «lo que dificulta enormemente la atención del alumnado».