Los universitarios valencianos exigen mejores salarios para las prácticas en empresas

Los alumnos de la Universitat Politècnica (UPV) y la Universitat de València (UV) se han movilizado para presionar a los responsables académicos y conseguir mejorar la retribución que reciben aquellos que realizan prácticas curriculares, normalmente en la recta final de sus grados. La reivindicación es que la remuneración se equipare al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Las acciones en la UPV se prolongan varios meses, tras alcanzarse el pasado diciembre un acuerdo en el claustro que instaba al Consejo de Gobierno a que se debatiera una propuesta en el sentido que planteaban los alumnos: una retribución mínima de 7,73 euros por hora frente a los 3,75 vigentes en la actualidad.

Sin embargo, la decisión adoptada el jueves fue situarla en 4,3 euros, «sólo diez céntimos más que la actualización ordinaria de la remuneración mínima prevista para el próximo curso», como denunció el Front Estudiantil Unificat (FEU), asociación que esa misma tarde impulsó un encierro en el rectorado que finalizó durante la mañana de este viernes.

La fijación del mínimo implica que las empresas que convenien prácticas con la universidad se comprometen a respetarlo, aunque también cabe la opción de que lo mejoren motu proprio. Fuentes de la UPV dijeron que la postura del Consejo de Gobierno, órgano competente para tomar la decisión, fue negativa «por amplia mayoría» y que se basó en un informe elaborado por una comisión de trabajo.

El encierro finalizó tras una reunión entre los estudiantes y el rector electo, Pepe Capilla,, que se ha comprometido, una vez se instale en el cargo, a estudiar la revisión del informe y la elevación de una nueva propuesta al órgano decisorio, en la línea del acuerdo suscrito por el claustro.

La reivindicación estudiantil también es potente en la Universitat de València (UV), donde la Asamblea General de Estudiantes impulsa una campaña en redes sociales para visibilizar la precariedad laboral de los jóvenes y reivindicar la equiparación.

«La juventud sufre una contratación fraudulenta mediante prácticas usualmente no remuneradas, o siendo remuneradas muy por debajo del SMI, realizando tareas que corresponden a personal de plantilla», defiende en un comunicado la principal organización de representación del alumnado de la UV.

También se reclama «un reconocimiento de las destrezas profesionales mediante unas prácticas académicas dignas en todos los ámbitos: empresas, oenegés o administración pública».