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Un celador traslada a un paciente en un hospital. Roberto Ruiz
Urgencia comarcal: hospitales sin especialistas y médicos con hasta ahora siete guardias al mes

Urgencia comarcal: hospitales sin especialistas y médicos con hasta ahora siete guardias al mes

Los hospitales de difícil cobertura como Requena, Torrevieja, Elda o Vinaroz se quedan sin especialistas y los médicos deben afrontar hasta siete guardias mensuales

José Molins

Valencia

Lunes, 27 de noviembre 2023, 00:52

Trabajan alejados de las grandes capitales, en zonas cada vez más despobladas y donde el envejecimiento de la sociedad es un gran problema añadido. Los médicos de los hospitales comarcales de la Comunitat se sienten casi olvidados, aunque están sometidos a una presión asistencial cada vez más alta, en muchas ocasiones incluso insoportable. Los departamentos de Requena, Torrevieja, Elda o Vinaroz tienen que pelear a diario, al ser considerados de difícil cobertura, con la falta de personal, sobre todo de especialistas para atender a la demanda.

Todos tienen vacantes libres a la espera de médicos que quieran trabajar allí, pero no encuentran facultativos disponibles. Incluso hay plazas libres desde hace años en algunas especialidades. Esa falta de plantilla provoca un exceso de guardias y un estrés que cada vez menos profesionales están dispuestos a asumir. Por eso en los últimos años no paran de marcharse médicos, que no son sustituidos y las plantillas van menguando, lo que repercute en la calidad de atención a los pacientes. Los facultativos cuentan a LAS PROVINCIAS cómo es el complicado día a día en estos hospitales.

Laura Ejarque (médico en Requena)

Laura hizo la especialidad de Familia en Requena y decidió quedarse ya toda su carrera en este hospital. «Aquí lo tenemos más difícil, porque hay contratos sin cubrir desde hace años. Cada vez van faltando más especialistas, se van jubilando y no se reponen. A los hospitales comarcales es al último sitio donde llegan nuevos médicos, sino se ponen incentivos. Al final vienen los que viven en la zona o han hecho la residencia aquí», lamenta la doctora. «Los primeros que se quedan sin gente somos los comarcales, nos hemos quedado sin otro traumatólogo desde antes del verano y llevamos tres meses con dos radiólogos menos», explica.

Y esto afecta al paciente. «Para hacer pruebas de radiología tenemos localizado a un especialista en otro hospital. Si queremos pedir una ecografía y es urgente el paciente tiene que ir al hospital General de Valencia en ambulancia. Para otras pruebas como un TAC tenemos radiólogos de Gandia, Llíria, que están localizados y nos atienden por teléfono para asistir a los pacientes, porque dos radiólogos que habían en Requena se fueron y no se han cubierto las plazas», apunta Laura.

Por esta falta de profesionales, la presión asistencial cada vez es más alta. «Los que estamos tenemos que hacer más horas, hasta que la gente se planta y hacen que el hospital tenga que buscar soluciones fuera, como un especialista de otro hospital a los que les pagan el doble por una guardia». En Urgencias esta falta de plantilla se nota especialmente, tras la marcha de cuatro personas que no se han sustituido. «Si de normal hay que hacer un mínimo de tres guardias al mes, desde que falta tanta gente estoy haciendo cinco o seis al mes, hay un exceso de guardias al año de muchas horas. Y encima, aunque se pueden librar al día siguiente, pero si se pone alguien enfermo, como acaba de pasar, que hay uno de baja, no quedan suficientes para atender, estamos cogidos con pinzas», destaca la médico.

La médico Laura Ejarque, en el hospital de Requena. LP

Ejarque también explica que pese a todo, tiene sus ventajas trabajar en un hospital comarcal. «Es verdad que haces menos técnicas especiales pero es agradable, hay poca gente y se trabaja a gusto. Todos los especialistas son accesibles. Yo en La Fe no podría ir directamente a preguntar al cardiólogo, pero aquí me presento en la consulta y le pregunto cualquier duda. La desventaja es que para la gente Requena está lejos, y por eso hay dificultad para cubrir las plazas, aunque cuando vienen se dan cuenta de que es sólo media hora desde Valencia». De hecho, sólo en Urgencias más de la mitad de la plantilla va y viene a diario desde Valencia.

Míriam Ouadih (médico en Torrevieja)

Otro de los centros en estado crítico es el de Torrevieja. Míriam Ouadih es pediatra allí. «Tras la reversión del hospital en 2021 tuvimos una fuga de muchos médicos porque no tenían el MIR homologado, ya que eran extranjeros, pero tenían más de 15 años de experiencia. Ha habido una fuga paulatina en urgencias, de radiólogos, se quedó un solo radiólogo. Se fueron también de Digestivo, donde no hay ninguno ahora mismo. Van a derivar a otros hospitales y van a venir de otros centros a echar una mano», señala.

«Torrevieja está lejos de los núcleos urbanos, por eso no es atractivo venir, por la distancia. Además se trata de un departamento peculiar, tenemos mucha población extranjera que vienen a jubilarse, está envejecida, y si enviudan se quedan solos y en un estado de salud complicado», apunta la doctora.

La médico Míriam Ouadih. LP

El área de pediatría, donde Míriam trabaja, pasó años de mucha escasez de personal hace unos años, aunque ahora han recuperado plantilla. Pero el problema se ha trasladado a otras especialidades como Digestivo y Urgencias. «He vivido situaciones de hacer 6-7 guardias mensuales y es lo que está pasando ahora en otras especialidades. En Urgencias se llegaron a quedar 16 médicos para una plantilla de 34», indica. «Esto provoca una desmoralización del equipo. Cuando libras la guardia, los otros se quedan en cuadro y si hay una baja ni te cuento», añade.

Para Ouadih «es un hospital de batalla que en verano se quintuplica la población, pero el personal es el mismo o menos porque hay vacaciones», expone. «Es una zona muy problemática a la hora de cubrir. No está cuidando la conselleria al personal laboral que quedamos, el decreto de difícil cobertura no está saliendo, y haría este hospital más atractivo». «Se trabaja en condiciones difíciles. Si necesitas una prueba radiológica, en vez de un día tarda una semana», lamenta.

 

Víctor Montiel (médico en Elda)

También en la provincia de Alicante, el de Elda es un hospital de difícil cobertura. Víctor Montiel hace guardias en el centro, aunque no está fijo en la plantilla, y ha visto la decadencia del hospital. «Se ha notado en los últimos años cada vez peor por muchos factores, hay falta de especialistas en anestesia, dermatólogos. Es poco atractivo, pero antes sí lo era porque las condiciones de trabajo eran muy buenas, pero la presión asistencial ha ido aumentando por el incremento de población y el envejecimiento, y la calidad de atención ha bajado», asegura. «La gente mayor precisa más asistencia y la gente joven cada vez demanda más, lo quiere todo de inmediato», expone Montiel.

Precisamente esta presión asistencial provoca que los médicos se acaben hartando. «La gente se ha ido yendo a Primaria o a otros hospitales con mejor calidad de vida, porque no es cuestión de sueldo. Los que nos quedamos tenemos que asumir más guardias, cinco o seis al mes, a veces siete, y eso te va quemando. Por eso los residentes, que son los que se podrían quedar, ven estas situaciones y no quieren seguir aquí», dice.

«Hay contratos libres pero no se cubren porque no hay gente que quiera venir. Si somos 15 en plantilla en Urgencias y se van de vacaciones 5, los 10 que quedan tienen que cubrir todos los turnos, y al final acabas cada vez más cansado. La situación ya es insostenible, se está yendo incluso gente joven. En el último año seis médicos jóvenes se han ido porque se queman de la presión asistencial que hay aquí», cuenta Montiel.

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