ISABEL DOMINGO
Lunes, 25 de febrero 2019, 00:38
Viernes 22 de febrero. Tren de las 18.30 horas entre Castellón y Valencia. Los pasajeros que a esa hora viajan en la línea C-6 de Cercanías observan cómo el convoy se detiene hasta en tres ocasiones: Puçol, entre esta localidad y El Puig y, de nuevo, en este municipio, donde definitivamente tienen que esperar a que llegue otro tren para que empuje. En resumen, unos 45 minutos de retraso sobre el horario previsto en el caso de apearse en la estación de Fuente de San Luis.
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Una situación que ya no sorprende a los usuarios de la red de Cercanías de Valencia, acostumbrados a los retrasos o supresiones de trenes que se producen de forma diaria en la red, especialmente en las horas punta. Hasta el propio ministro de Fomento, José Luis Ábalos, reconocía lo «mucho por hacer y mejorar» en este servicio durante una de sus comparecencias en el Congreso, precisamente en la que presentaba los Presupuestos del Estado de 2019 para su departamento.
El rechazo de las cuentas en el Parlamento y la convocatoria de elecciones generales para el 28 de abril dejaban en el aire los 325 millones de inversión en la Comunitat y hacían saltar las alarmas entre las distintas plataformas de usuarios del transporte público ante el temor de que las mejoras incluidas en el Plan de Cercanías pasen de largo un año más. De ahí que hayan decidido dar un paso más en sus protestas y unirse para una acción conjunta.
Así, la Plataforma de Defensa del Ferrocarril de CGT, Usuaris del Tren Valencià, Indignats amb Renfe, Valencia en Bici o las asociaciones vecinales de Xirivella, Aldaia y Alaquàs, entre otras, han convocado una concentración el 9 de marzo en la estación del Norte.
«Queremos reivindicar las mejoras necesarias pero en positivo», explica el portavoz de la Plataforma de Defensa del Ferrocarril de CGT, Juan Ramón Ferrandis, que recuerda cómo «haber dado prioridad a las inversiones en AVE ha dejado abandonado el tren convencional y ahora se notan las deficiencias».
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Entre las peticiones a Fomento (y, por tanto, a Adif y a Renfe) figura que se dé prioridad a inversiones «necesarias y urgentes», es decir, «a aspectos que podrían beneficiar de manera directa a los viajeros». Cita, por ejemplo, la adecuación de las estaciones, ya que algunas no cuentan con sala de espera, iluminación adecuada en los andenes (es deficiente en La Encina o en Las Cuevas de Utiel) o que se garantice el funcionamiento de los tornos.
77% de las estaciones de Renfe ya son accesibles, según fuentes de la compañía. Respecto al material rodante, cada trimestre se envía una unidad a taller para su adaptación. En el caso de los trenes eléctricos, usados por la mayoría de usuarios, hay 26 accesibles para personas con discapacidad de los 40 existentes. Esta es una de las reivindicaciones de las plataformas de usuarios.
Incidencias Averías en la infraestructura, problemas con el material rodante (se han incorporado 12 personas al taller de Fuente de San Luis), bajas imprevistas de personal o causas externas (como arrollamiento de animales, meteorológicas e, incluso, suicidios) están detrás de los retrasos en Cercanías.
95,03% es el porcentaje de puntualidad de la C-6 en lo que va de año , un 1,5% más respecto a 2018. La línea entre Valencia y Castellón ha sido una de las más criticadas por los usuarios debido a las obras del tercer carril.
Supresiones Las asociaciones cifran en 2.000 los trenes suprimidos en 2017 y 2018. El Gobierno, en una respuesta a Compromís en el Senado, cifró en 690 los convoyes anulados el año pasado sólo en dos líneas: la C-3 y la C-6.
También que se tengan en cuenta las necesidades de colectivos como el de personas con discapacidad o ciclistas; un material ferroviario en condiciones; o refuerzo de personal, especialmente en las estaciones.
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Otra de las propuestas que se incluirá en el manifiesto que preparan para el día 9 es la reestructuración de los horarios y las frecuencias. ¿Motivo? «Creemos que suprimir un pequeño porcentaje de trenes podría garantizar que los que estén en servicio sí que circulen», detalla Ferrandis, que también aboga por adaptar las líneas actuales «para tener en cuenta las necesidades de la población». Aquí entra la ampliación del servicio hasta Camporrobles, la electrificación hasta Buñol o la duplicación de vía hasta Aldaia.
«Pedimos, sobre todo, fiabilidad», añade la portavoz de Indignats amb Renfe, Paula López. «Unos trenes que respeten los horarios. Entendemos que se puedan ir varios minutos pero no media hora», dice mientras recuerda que los retrasos y averías también se dan en Media Distancia, especialmente en la línea entre Xàtiva y Alcoi.
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«Nuestra petición es simple: inversión real e inmediata pero no en obras para el AVE sino en Cercanías», reclama López. Son puntos que también se recoge en las mociones que han llevado a los plenos de los ayuntamientos y que ya han aprobado una veintena de ellos, incluido alguno en Tarragona.
Mientras, desde Adif, esta misma semana se remarcaba que «todas las actuaciones en marcha, ya sea en fase de ejecución o de contratación, tienen su continuidad asegurada, dado que Adif dispone de los recursos necesarios para ello». Y fuentes de Renfe señalan que se está trabajando para mejorar el servicio y que la puntualidad ronda el 89%.
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