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Comienzo de la retirada de las toneladas de plástico en Utiel. LP

Comienza la retirada del polvorín de plástico de Utiel

La tarea para sacar las 43.000 toneladas de residuos durará meses y se realiza bajo un férreo plan de seguridad

Héctor Esteban

Valencia

Miércoles, 30 de enero 2019, 12:38

Los camiones ya vacían las instalaciones de Utiel Recicla, la empresa que durante los últimos meses ha hecho acopio de miles de toneladas de fardos de plástico sin autorización de la conselleria de Medio Ambiente. Entre viñedos se había formado un polvorín de más de 43.000 toneladas de residuos sin ningún control. La instalación se había convertido en un peligro para la salud de la población de Utiel en caso de que se desatara un incendio y es un atentado evidente contra el medio ambiente. El plan de retirada incluye un estricto protocolo de seguridad que incluye cortafuegos para evitar posibles accidentes que pongan en riesgo la salud de la población. La planta acumula tantas toneladas de residuos que incluso es visible desde la autovía A-3. En mayo del año pasado, el volumen almacenado en las parcelas se acercaba a los 62.000 metros cuadrados con más de 43.000 toneladas de plástico, según la documentación municipal.

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Este periódico denunció a principios de enero la situación que se vivía en la planta de Utiel Recicla. Una información que provocó que el Ayuntamiento y la conselleria de Medio Ambiente aceleraran las gestiones para hallar una solución al problema tras mucho tiempo estancado. Hasta ese momento, la planta estaba precintada sin más a pesar de que existía un informe de la Guardia Civil de noviembre de 2017 en el que alertaba de la ilegalidad cometida y de la falta de medidas de seguridad en la instalación. El Seprona instaba a tomar una decisión de manera urgente. El pleno del Consistorio utielano, tras varios informes policiales y de técnicos municipales, no inició el expediente de sanción y paralización hasta junio de 2018, siete meses después de la investigación del Seprona y que fue presentada en el Ayuntamiento por registro de entrada. El cierre definitivo de la planta se ejecutó en octubre.

Desde el pasado lunes, una vez se desprecintaron las instalaciones de Utiel Recicla, los camiones de las empresas que en su día descargaron los centenares de fardos de plástico han vuelto a la instalación a retirar los miles de toneladas acumuladas. Un trabajo que, como reconoce el Ayuntamiento de Utiel en el comunicado que hizo público ayer, tardará meses en ejecutarse y que se realizará bajo estrictas medidas de seguridad para no poner en marcha la salud de la población en el caso de que se produjera un incendio. La instalación ya no contaba con ningún tipo de licencia desde el pasado mes de marzo, ni siquiera para el reciclaje de restos de construcción y demolición, que era el objeto inicial para la que fue creada la mercantil.

A un centro autorizado y bajo control policial

Desde la dirección general de Cambio Climático y Calidad Ambiental confirmaron ayer que las miles de toneladas de plástico que van a salir durante los próximos meses de Utiel Recicla irán a gestores de residuos autorizados. Para que los plásticos terminen en este tipo de centros, desde Medio Ambiente aseguran que la operación quedará acreditada mediante un albarán que deberá comprobar la policía local o agentes de la policía autonómica. La Generalitat lo que no quiere es que la solución al problema en Utiel derive en nuevos conflictos en otros municipios. Desde el área de Medio Ambiente aseguraron que seguirán con celo la operación para que estas instalaciones de reciclaje queden limpias en un tiempo prudencial. El Ayuntamiento impuso a la mercantil una multa de 60.000 euros.

Hace dos semanas, la conselleria de Medio Ambiente requirió a las empresas de reciclaje que retiraran el plástico y el propietario de la instalación sancionada pidió al Ayuntamiento que desprecintara la planta para acceder a las instalaciones y poder llevar a cabo las tareas de retirada de los fardos de plástico.

El dueño de Utiel Recicla presentó un plan de salida programado de las toneladas de plástico y de cómo se iban a acometer las tareas. Ese programa, según el informe al que ha tenido acceso este periódico, debía incluir unos viales de acceso y de seguridad contraincendios.

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Pesaje certificado

La empresa había solicitado incluso que los camiones cargados con los fardos de plástico pudieran ser pesados en la báscula municipal para certificar las salidas, algo a lo que se ha negado el Ayuntamiento porque la instalación no reúne los requisitos para ese pesaje. Las empresas, según ha pedido la conselleria de Medio Ambiente, deberán justificar el peso del material retirado a través de un equipo homologado. Utiel Recicla, además, tiene la obligación de comunicar cualquier tipo de incidencia que se produzca durante la retirada de los materiales por si se pudiera poner en riesgo a la población. Ayer, uno de los camiones que permanecía en la instalación forma parte de la flota de una de las empresas más importantes de la Comunitat de transportes de residuos y que tiene la base en Benidorm.

Las fechas

  • Noviembre de 2017. El Seprona de la Guardia Civil realiza una inspección y alerta de la ilegalidad de las actuaciones.

  • Junio de 2018. El Ayuntamiento tarda siete meses en aprobar un expediente sancionador. Precinta finalmente la planta en octubre.

  • Enero de 2019. La conselleria de Medio Ambiente y el Consistorio acortan los plazos para iniciar la retirada del plástico.

La situación de la planta ha abierto una crisis municipal en el Ayuntamiento que ha llevado al PP, que es el partido con más concejales del pleno aunque se encuentra en la oposición, a pedir la convocatoria de un pleno extraordinario para abordar el problema. Además, la diputada autonómica del PP Elisa Díaz ha reclamado el expediente completo a la conselleria de Medio Ambiente para estudiarlo y acudir a los tribunales si hay indicios de delito en la gestión de este caso. Los propietarios de la empresa habían logrado una adjudicación de 11.000 metros cuadrados por parte del Ivace -a través de otra empresa- para construir una nave que permitiera regularizar las 43.000 toneladas almacenas de manera ilegal. El objetivo era transformar las miles de toneladas de residuos a través de un proceso de pirólisis.

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