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EP / D. G.
Miércoles, 9 de febrero 2022, 17:38
Los valencianos son los que se menos satisfechos se muestran con la atención recibida por sus centros de salud durante el pasado año ya que los suspenden con una nota de 4,8 sobre diez, frente al 5,7 de media nacional, mientras que a su médico de familia sí lo aprueban con un 6, seis décimas por debajo de la media nacional, según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) .
El aspecto peor valorado es el tiempo de espera para conseguir una cita con su médico de familia, con una 4 de puntuación, seguido de la facilidad para ponerse en contacto con su médico, un 4,4; y el seguimiento de su estado de salud y tratamientos, con un 4,6. Por contra, la facilidda para obtener recetas roza el notable con un 6,7.
La encuesta, realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 981 españoles durante el año pasado, ha revelado que el 44 por ciento que precisó atención médica en Atención Primaria no la recibió de manera adecuada, especialmente las personas que sufren alguna enfermedad crónica o mala salud en general.
Así, el estudio destaca el «enorme impacto» que está teniendo la pandemia sobre la Atención Primaria, «empezando por los largos tiempos de espera, pasando por las dificultades para ser atendido de forma presencial y terminando con sus consecuencias de todo ello sobre la salud».
Esta desatención se manifestó especialmente en las dificultades para acudir al centro de salud: cuatro de cada seis consultas han tenido que ser telefónicas. Y eso después de esperar varios días. De hecho, el largo tiempo de espera es el aspecto que genera mayor insatisfacción entre los encuestados, junto con las dificultades para ponerse en contacto con su médico de familia.
De todos ellos, el 28 por ciento considera que ha tenido un gran impacto sobre su salud, hasta el punto de terminar hospitalizados o con riesgo de muerte, tal y como se explica en la revista 'OCU Salud' de febrero.
Esta desatención ha lastrado la satisfacción de los encuestados con el médico, pero más si cabe con el centro de salud: el 51 por ciento de los encuestados están menos satisfechos con su centro que antes de la pandemia. Especialmente los valencianos (le dan una nota de 4,8 sobre 10), vascos (5,1) y madrileños (5,2), frente a la buena valoración de los castellanoleoneses (7,5).
Enfermeros y fisioterapeutas se concentrarán el próximo 10 de febrero en los centros de salud de València para denunciar «la grave situación de deterioro y precariedad» que sufren y reclamar a Sanidad que «no siga abandonando» a la Atención Primaria y aplique «medidas eficaces urgentes» que mejoren la atención sanitaria y cuidados que recibe el conjunto de la ciudadanía, según ha informado SATSE.
La convocatoria de concentraciones en los centros de salud de Valencia y del conjunto de las capitales de provincia de todo el Estado supone el inicio de la nueva estrategia de acciones reivindicativas y movilizaciones que el Sindicato de Enfermería impulsará en 2022 para denunciar «el grave deterioro» del sistema sanitario y reclamar mejoras en las condiciones profesionales y laborales los enfermeros y fisioterapeutas.
SATSE inicia estas acciones en defensa de la Sanidad y sus profesionales en los centros de salud una vez que la pandemia del Covid-19 ha puesto de «especial relevancia los numerosos problemas y deficiencias» que la Atención Primaria de Valencia «viene arrastrando desde hace muchos años» y que la Conselleria de Sanidad ha sido «incapaz de resolver, los cuales repercuten directamente en la atención sanitaria y cuidados que se deben prestar a la ciudadanía».
En ese sentido, apuntan «escasez estructural y crónica» de enfermeros y fisioterapeutas, «falta de medios y recursos y sobrecarga y tensión asistencial continúa» son los principales problemas que la crisis del Covid-19 ha agravado y que conllevan que las personas deban esperar días o semanas para ser atendidos presencialmente.
Además, apuntan que esta sobrecarga deja a los profesionales sin el tiempo de dedicación que les gustaría, o que la población ya no pueden beneficiarse de programas de prevención y promoción de la salud porque han sido pospuestos «sine die».
Asimismo, el Sindicato de Enfermería pretende con estas concentraciones que los enfermeros y fisioterapeutas de València tengan la oportunidad de «alzar su voz, de manera conjunta y unida» y exigir a todos los responsables públicos, sean del signo que sean, que la Atención Primaria «merece y necesita un cambio por la salud y bienestar general de toda la sociedad» y que «los profesionales no pueden soportar por más tiempo una situación extenuante y agotadora física y psíquicamente que pone en grave riesgo su propia salud».
SATSE subraya que ha llegado el momento de defender la salud y bienestar de todas las personas, así como una mejora de sus condiciones laborales y profesionales, ejerciendo su legítimo derecho a la movilización y protesta pública.
«No nos han dejado otra alternativa que alzar la voz en los centros de salud para intentar evitar un daño a nuestro sistema sanitario que en poco tiempo será irreparable», señala.
El Sindicato de Enfermería es muy consciente del cansancio y desgaste a todos los niveles que sufren los enfermeros y fisioterapeutas, tras dos años de lucha «incansable» contra la pandemia, pero recalcan que su participación es «decisiva para que, con la fuerza que les da la razón y la justicia, defiendan y exijan lo que a todos y todas nos une, como es lograr un sistema sanitario público, universal y de calidad, y unos profesionales reconocidos y protegidos».
A pesar de todo, se mantiene la confianza en el sistema público de salud. El 48 por ciento de los españoles encuestados confía mucho en él a la hora de garantizar una atención sanitaria de calidad y accesible a la población, especialmente los mayores de 60 años.
Aunque también se observan diferencias entre comunidades autónomas: el grado de confianza es más alto entre vascos (7,4 sobre 10), castellanoleoneses (6,8), castellanomanchegos (6,8) y catalanes (6,8) y un poco menor entre andaluces (6,6), valencianos (6,4) y madrileños (6,3).
OCU demanda de las autoridades sanitarias, centrales y autonómicas «un refuerzo sostenido de la Atención Primaria de salud y de sus recursos humanos». «También es deseable una reducción de las cargas burocráticas que asumen los propios médicos y que en esta última oleada se han revelado como uno de los principales obstáculos al funcionamiento adecuado de las consultas», añaden al respecto.
Por otra parte, el sindicato CSIF ha exigido a la Conselleria de Sanidad que explique si ha reforzado los centros de salud para garantizar la atención a pacientes mientras sus equipos desarrollan la campaña de vacunación en los colegios a los menores de once años para la segunda dosis, que empezarán a recibir este jueves.
La central sindical ha advertido en un comunicado de la «saturación» que sufre la Atención Primaria y lamenta la «falta de información constante» por parte de la administración sanitaria. CSIF ha instado a Sanidad a que proporcione «explicaciones y cifras» sobre qué recursos de equipos de profesionales está movilizando para llevar a cabo la vacunación en los colegios.
Asimismo, quiere que aclare cómo ha previsto reforzar los centros de salud mientras sus profesionales se desplazan a los colegios en estos días y para la campaña de los alumnos de cinco a ocho años, de manera que también quede garantizada la asistencia en los propios ambulatorios.
El sindicato recalca que los profesionales que trabajan en Atención Primaria están en muchos casos «desbordados y agotados» por la acumulación de las citas diarias, la vacunación de la tercera dosis de covid o la campaña contra la gripe. A esta circunstancia se añade ahora el desplazamiento a los centros educativos para vacunar al alumnado que lo solicite.
CSIF lamenta que la Conselleria de Sanidad no haya comunicado a los sindicatos el protocolo a aplicar para esta vacunación «ni cómo está organizando los equipos de profesionales, compuestos por enfermeros, médicos, auxiliares administrativos y técnicos de cuidados auxiliares de enfermería, para abarcar todos los centros educativos».
El sindicato subraya la carencia de personal y la necesidad de crear 4.500 plazas estructurales en la Atención Primaria de la Comunitat Valenciana. En total, incluidas las hospitalarias, esa necesidad llega hasta las 11.000.
CSIF ha mostrado su solidaridad con el «malestar» de las Sociedades Científicas de Pediatría de la Comunitat Valenciana trasladado por escrito a Conselleria y considera fundamental que Sanidad recabe la opinión de este colectivo como principal conocedor del tema.
La central sindical recuerda que ya pidió por escrito, durante la campaña de vacunación en colegios de diciembre, datos sobre cómo se estaba llevando a cabo y de qué manera pensaba evitar la Administración que el desplazamiento de profesionales a los centros educativos provocara más demoras en la atención en los centros de salud, sin recibir respuesta. Ahora, en la segunda fase de la campaña de vacunación, reclama explicaciones urgentes.
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