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Estado de uno de los edificios. Txema Rodríguez

El hundimiento de patios de fincas por la DANA alarma a los vecinos de un barrio de Alfafar

El Ayuntamiento asegura que no hay riesgo de derrumbe mientras que los afectados avisan de que ya se han derruido varias entradas de edificios

Juan Sanchis

Valencia

Jueves, 5 de diciembre 2024, 01:29

Las consecuencias de la riada del pasado 29 de octubre que se ha cobrado la vida de 222 personas seguirán por mucho tiempo y algunas ni siquiera han empezado a evaluarse. Es el caso de David Sorribes del barrio de Orba en el municipio de ... Alfafar, que trata de llamar la atención sobre la situación en la que se encuentra esta barriada. Advierte de que las consecuencias pueden ser muy graves. «Ahora parece poca cosa pero puede ser que el problema se agrave en las próximas semanas hay varios edificios que si no se toman medidas pueden caerse», ha explicado.

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El barrio de Orba nació a fines de los años sesenta del siglo pasado. Son casas para gente humilde con un diseño muy similar por lo que el problema que presenta la vivienda de David Sorribes puede repetirse en todo el resto del vecindario. En total, son cerca de 12.000 personas las que pueden verse afectadas por esta problemática.

Este vecino ha denunciado que los patios de entrada a los edificios se están empezando a hundir sin que ninguna administración haya tomado cartas en el asunto. «He llamado al Ayuntamiento de Alfafar sin que nadie me haya cogido el teléfono y creo que la situación es grave», señala. Y ha pasado algo más de un mes desde que tuvo lugar la riada y, de según relata Sorribes, ningún técnico se ha acercado a su grupo de viviendas.

Todo empezó con la riada que en este barrio de Alfafar llegó hasta los dos metros de altura. Según relata el vecino, en su calle, que es más estrecha, las consecuencias fueron más letales. «Se formó una pequeña piscina y entraron cantidades ingentes de barro en los forjados y ahora están presionando las estructuras», ha destacado.

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Los patios se asientan sobre lo que se conoce como forjado sanitario que ahora se ve presionado por la presencia del lodo. El barro se introdujo en la estructura de los edificios por los agujeros de ventilación «y ahora están presionando al hormigón». El resultado ha sido que el patio de entrada de algunas de estas fincas se han empezado a hundir. En un caso, en la calle Catarroja ya se ha hundido varios dedos como se puede comprobar en las imágenes. Sorribes teme que este sea el futuro de su edificio de viviendas.

«En mi caso se ha hundido un dedo. Pero te empieza doliendo el tobillo y acabas cojo al cabo del tiempo. Creo que algunos edificios se pueden hundir con el paso del tiempo. Y más aquí donde todas las fincas son iguales con tres alturas y 32 viviendas cada uno. »Y lo que está pasando en el mío está ocurriendo en otros del barrio«, asegura Sorribes.

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Asegura que se lo ha comunicado al Ayuntamiento de Alfafar sin que hasta ahora haya tenido respuesta. Sólo este miércoles, después de que este periódico se pusiera en contacto con el consistorio para preguntar cómo se encontraba la situación, «me llamó la arquitecta municipal que hoy se pasará a verlo con sus propios ojos. También se han puesto en contacto conmigo los bomberos». Este vecino ha reconocido que en la entrada se ha hecho una rampa para facilitar el acceso a los mayores y a personas con minusvalía, pero esto no afecta a la estructura. Los vecinos también se han puesto ascensor, «pero esta obra contó con el proyecto de un arquitecto que tendría en cuenta la estructura del edificio».

David Sorribes está convencido de que estos lodos están afectando a la estructura de los edificios poniéndolos en peligro. «Me han dicho que no hay peligro de derrumbe, pero no me lo creo», ha afirmado rotundo.

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Para Sorribes el barro ha entrado en la cámara de todos los edificios y está presionando a la estructura. Ha indicado que de los dos metros de profundidad que tienen estas cámaras de aire en alguna construcción, como en la que él vive, los lodos sólo dejan libre 50 o 60 centímetros. Mientras en otras hay metro y medio con lo que el hormigón no se encuentra tan presionado.

Fuentes municipales han explicado que desde «Urbanismo se están produciendo revisiones de todas las fincas y se va a hacer una reunión con todos los presidentes de las comunidades de vecinos para terminar de explicarles la situación». Además, han explicado que no hay peligro de derrumbe.

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