«Las ventas no son como las del pasado verano pero se acercan y entran clientes»

Los comercios y las terrazas del centro de Dénia ya empiezan a notar en sus cajas la llegada de los turistas. Las tiendas que abrieron ayer en la calle Marqués de Campo, principal arteria de la ciudad, y de las adyacentes comprobaron que numerosas personas accedían a los locales para ver los productos de rebajas y comprar algo. Una de las responsables de una tienda reconoció que «las ventas no son como las del pasado, pero se acercan y además están entrando clientes».

Además hay que tener en cuenta que, de no ser por la pandemia, en estos momentos la capital de la Marina Alta estaría inmersa en su Festa Major en honor a la Santíssima Sang. La cancelación de los festejos ha hecho que las calles no estén abarrotadas. A pesar de ello, fueron muchos los que aprovecharon el buen tiempo de la jornada dominical para pasear, ver escaparates y entrar en los comercios. «Estamos contentas porque se está animando durante el fin de semana y ahora ya vienen y compran«, recalcaron en un negocio de moda.

La única pega que ponían algunos comerciantes era que había personas que al entrar no se ponían el gel para las manos, iban sin mascarilla o no hacían caso del circuito que les marcaban. Lamentaron esa actitud de determinados individuos porque «parece que se les ha olvidado lo que hemos pasado y que no se ha acabado«.

También las terrazas de los restaurantes y heladerías dejaron patente que vecinos y visitantes tienen ganas de tomar algo o comer al aire. El propietario de un céntrico bar comentó que por fin están empezando a llenar las mesas y que se nota que han llegado turistas porque está haciendo más caja. Eso se traducirá en que pueda sacar a algún empleado más del ERTE.

En un otro establecimiento de restauración del centro de Marqués de Campo insistieron en que ya hay más ambiente y subrayaron que entre los visitantes se empiezan a ver extranjeros que han escogido esta zona para sus vacaciones.

Menos contento se mostró Ocaña, un vendedor de la ONCE que afirmó que vendía menos porque «hay poca gente y poco dinero». Ismael, que acude desde Murcia para vender globos y juguetes durante la Festa Major, tampoco está haciendo negocio. «Este año nos quedamos sin Fallas y sin fiestas».

El castillo de Dénia fue otro de los puntos en los que se registró gran actividad. No dejaron de entrar visitantes ni en los momentos más calurosos. Entre las personas que se acercaron había una familia del capital de Sudáfrica que hace unos meses se ha mudado a Xàbia o un matrimonio de Banyeres de Mariola que cada fin de semana hace algún viaje por la Comunitat.