'Veranillo de San Martín': ¿Cuándo dejará de hacer calor en Valencia?

Más que un típico 'veranillo de San Martín'. La celebración fue el pasado sábado (11 de noviembre) y las temperaturas están siendo inusualmente altas para esta época del año. En concreto en la ciudad de Valencia, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la máxima de este lunes se ha situado en los 28,7 grados, lo que supone ocho más que lo habitual para un 13 de noviembre. En Elche se han alcanzado los 30,6.

Según el jefe de Climatología de Aemet en Valencia, José Ángel Núñez, la situación está provocada por el viento de poniente que lleva soplando desde hace varios días lo que ha elevado las temperaturas. Cuando nos deje el poniente, lo que previsiblemente ocurrirá este miércoles, las temperaturas descenderán algo. De acuerdo con las previsiones, este día los termómetros se quedarán en los 23 o 24 grados en litoral de la Comunitat y se mantendrán así toda la semana aunque el fin de semana se producirá un ligero incremento.

Pero el episodio anormalmente cálido continuará hasta entrada la semana próxima y no será hasta esa momento cuando las temperaturas recobren sus valores normales que se establecen en el entorno de los 20 grados las máximas.

El episodio de calor, según destacan desde Aemet, viene motivado por un anticiclón que ha entrado en la península por el oeste acompañado de una masa de aire templada subtropical.

Según señala el portavoz de Aemet, Rubén del Campo, en declaraciones a Europa Press, varias zonas de la Península, principalmente el norte y el este, tendrán temperaturas máximas y mínimas entre 5 y 10 grados centígrados superiores a las normales que incluso rondarán o superarán los 30 grados en el Mediterráneo.

Asimismo, del Campo ha señalado que este podría ser «el veranillo de San Martín más cálido de la serie histórica», ya que previsiblemente los días entre el 11 y 15 de noviembre podrían registrarse las jornadas más cálidas para estas fechas en el conjunto de la España peninsular desde que comenzaron los registros en 1950.

Del Campo ha añadido que el episodio comenzó este domingo cuando se alcanzaron temperaturas superiores a 30 grados en puntos de Málaga y valores nocturnos en torno a los 20 en zonas del Mediterráneo, es decir, noches cercanas a tropicales.

Los próximos días predominará el tiempo estable y anticiclónico, aunque con lluvias que se limitarán a puntos del extremo norte peninsular, principalmente en Galicia donde serán abundantes. Mientras tanto, el portavoz ha destacado las nieblas de madrugada y mañana que se formarán en el interior peninsular.

Además, las temperaturas serán muy altas para la época durante toda la semana, aunque descenderán entre el jueves y el viernes, cuando volverán a recuperarse de cara al fin de semana. Así, en puntos del Mediterráneo se superarán los 30 grados, al igual que en Canarias, donde se mantendrá un ambiente muy cálido hasta el jueves.

Este martes continuarán las lluvias en Galicia, nuevamente más abundantes en su mitad occidental, además de que podrían extenderse de forma más débil a puntos del Cantábrico y del norte de Castilla y León. Al mismo tiempo, en el resto del país el clima será estable y anticiclónico. Este mismo día las temperaturas subirán en el Mediterráneo ya que ciudades como Alicante o Valencia registrarán hasta 30 grados, al igual que en puntos de la provincia de Málaga, mientras que en Murcia rondarán los 31grados. En áreas del Cantábrico y la mitad sur peninsular los termómetros marcarán más de 20 grados, y en Canarias habrá oscilaciones de entre 28 y 30 grados en las capitales, un ambiente cálido que estará acompañado de calima, y polvo en suspensión.

Se espera que las temperaturas se incrementen de forma generalizada de cara el fin de semana, lo que mantendría un tiempo estable y sin precipitaciones, según Aemet.

Por otro lado, temperatura del mar Mediterráneo ha experimentado un notable descenso desde octubre cuando la boya del Puerto de Valencia marcaba los 26 grados. Ahora se encuentra en los 16 grados. Este enfriamiento se debe en parte al viento de poniente que permite surgencias de agua frías.

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