Las vergüenzas del hospital Clínico de Valencia

La aparición de una enorme rata frente a las puertas de una sala de observación del servicio de Urgencias del hospital Clínico de Valencia el pasado lunes, como recogió ayer LAS PROVINCIAS, ha vuelto a poner el foco en las deficiencias que presenta el que es uno de los principales recursos sanitarios de toda la Comunitat, y que espera como agua de mayo unas obras de reforma y ampliación planteadas hace más de una década.

La mayor parte de los problemas detectados por el personal sanitario se encuentran en el sótano. Al respecto, una inspección visual realizada por María José Monleón y Francisco Jaén, delegados de Intersindical Salut, acompañada de varias entrevistas a los profesionales, desvela desperfectos en el pavimento que dificultan los trabajos de la carretilla elevadora, maquinaria que incluso ha sufrido alguna avería al no poder sortear los baches cuando transportaba material.

Además, la acumulación de camas en desuso y otros enseres en los pasillos genera obstáculos en algunas de las vías de evacuación, mientras que en la zona de almacenaje, siempre según los representantes sindicales, se mezclan las bolsas de ropa contaminada por Covid (rojas) con las prendas del resto de pacientes -aunque deberían depositarse en un contenedor independiente- por «una mala organización de la dirección y de la empresa de limpieza», aseguran. El almacén, asimismo, «no dispone de espacio suficiente», lo que se traduce en infinidad de cajas amontonadas y de difícil acceso, por lo que «está todo mal colocado».

Estas «anomalías», como apuntan desde Intersindical Salut, pueden poner en riesgo la seguridad de los trabajadores, por lo que la formación solicita una evaluación de riesgos laborales de los trabajadores que utilizan estas instalaciones, como por ejemplo los celadores.

Frente a ello, la ampliación y reforma del hospital Clínico de Valencia acumula ya cerca de dos años de retraso con respecto a los planes iniciales del Consell, una demora que está eternizando la falta de espacio y las esperas que sufren los pacientes del segundo centro hospitalario más importante de Valencia -y con permiso del General de Alicante, de la Comunitat-. Salidas de emergencia utilizadas como almacenes provisionales, acumulación de enseres en desuso en los sótanos, suelos, rampas, puertas y pasillos que, dadas sus dimensiones, dificultan los traslados de enfermos encamados, salas con una ventilación inadecuada, deficiencias en la climatización, carencia de espacios para niños, de zonas de paseo para pacientes psiquiátricos y de cafetería, y la ocupación de la mayor parte del gimnasio por el servicio de observación de Urgencias son algunos de los problemas a los que se enfrentan a diario médicos, enfermeros, celadores y demás profesionales sanitarios, según coinciden en señalar fuentes de los sindicatos CSIF, Satse y CCOO.

Todos ellos, además, subrayan el importante déficit de personal que arrastra tanto el hospital como todo el departamento Clínico-Malvarrosa, situación que agrava las esperas de los pacientes tanto en el servicio de Urgencias como para someterse a una intervención quirúrgica.

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