Dos personas observan el humo del incendio. EFE

«Hubo que vestirlos de noche, coger sus medicamentos y salir de allí»

Más de 70 internos de una residencia de Montán fueron repartidos de madrugada por otras instalaciones de la provincia de Valencia

A. Rallo

Valencia

Domingo, 26 de marzo 2023, 00:34

El incendio de Viver ha obligado al desalojo de 1.500 personas. En una emergencia de este tipo siempre hay personas más vulnerables ante la veloz toma de decisiones en una catástrofe de esta envergadura. En el siniestro forestal, sin duda, los internos de la residencia de ancianos de Montán ocupan esa categoría ... . Cerca de 70 personas, que en plena noche, fueron evacuadas a otras instalaciones.

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La conselleria llevó dos autobuses para el traslado de los residentes. «Esto no es fácil. Se les había ido la luz. Hubo que vestirlos porque a esa hora ya llevaban horas durmiendo, coger su ropa, el andador o la silla de ruedas y sus medicamentos», explican desde el dispositivo de Emergencias. A continuación, se les puso una pegatina con su nombre y fueron distribuidos en diferentes centros entre Xirivella, Quartell y San Antonio de Benagéber. Se hizo de esta forma porque el personal de la propia residencia no se iba a trasladar a las nuevas dependencias.

«Llegaron de madrugada. En cada uno de los centros se estableció un dispositivo de control sobre estos internos porque se desconocía, por ejemplo, el comportamiento que tienen habitualmente o cómo pueden reaccionar». De igual modo, se habilitó una zona para recibir a los internos ya que no todas las residencias disponían de plazas libres.

La tecnología permitió solventar una dificultad añadida al traslado. «Desde los centros se conectaron a un ordenador de la residencia de Montán donde se pudo acceder al historial de los trasladados, a toda la medicación y contactar con los familiares. Muchos de los allegados no sabían dónde habían sido evacuados sus seres queridos».

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Buena parte de los pacientes ignoran el porqué de su traslado. La excepción es la de quienes conocen el incendio. Los residentes, la mayoría sí «desconcertado» por el viaje por carretera en plena noche, tienen otras preocupaciones. La principal: «sentirse bien».

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