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El catedrático José Capilla volverá a dirigir la Universitat Politècnica de València (UPV) tras confirmarse que es el único candidato que se presenta a las ... elecciones a rector que se celebran el 12 de febrero. Desvelada la incógnita de si habría algún académico capaz de armar una propuesta alternativa, algo que parecía improbable incluso con las nuevas reglas del juego que marca la reforma universitaria, ahora sólo quedan por conocer sus líneas estratégicas y los integrantes de su equipo.
Por tanto, las elecciones serán sólo un trámite, en el que el principal rival será la abstención, propia de estos procesos monográficos. Para ello dispondrá de la campaña electoral, que empieza el próximo lunes y que se prolongará durante una semana, hasta el día previo a la votación, que será telemática. Sin candidatos alternativos, no habrá segunda vuelta.
La principal novedad de la nueva etapa es la duración, que será de seis años, tal y como establece la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). Además será improrrogable, una característica que se mantendrá para futuros procesos, por lo que ya no se podrán encadenar dos periodos, como sucedía hasta ahora. El hecho de que Capilla haya podido hacerlo se debe a que la reforma introduce una cautela para aquellos rectores que estuvieran en el ejercicio del cargo (y durante su primer mandato) en el momento en que se aprobó la ley.
Otro cambio tiene que ver con el peso del voto ponderado, pues ahora son cinco y no cuatro los sectores que participan y cuyo recuento se hace de manera diferenciada. Se trata del personal de los cuerpos docentes universitarios funcionarios y profesores permanentes laborales (59% del voto ponderado), del personal docente e investigador no permanente (4%), del personal investigador no permanente (7%), del personal técnico, de gestión y de administración y servicios (9%) y del estudiantado (21%).
La ley también eliminó el requisito de pertenecer al cuerpo de catedráticos de la misma universidad para optar al cargo, lo que abría la puerta a otras figuras docentes, incluso de carácter externo. Eso sí, se exigía una serie de méritos en cuanto a gestión y experiencia docente e investigadora previa. En cualquier caso, nadie ha querido dar el paso.
En los próximos seis años Capilla afronta diferentes retos, como seguir mejorando los indicadores de rendimiento, lo que no es poco, teniendo en cuenta que está considerada la mejor politécnica de España según el ranking de Shanghai y la mejor del país según el U-Ranking, por no hablar de su liderazgo en el ámbito de la transferencia de conocimiento a través de patentes.
Además, la institución dispondrá de nuevos espacios (se prevé un edificio multiusos en el campus de Vera y se tiene que dinamizar la nueva sede institucional en el centro de Valencia) y aspira a mejorar las vías de financiación, tanto la autonómica (el plan plurianual de financiación sigue pendiente) como la procedente del ámbito privado.
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