Las nueve medidas incumplidas de Vicent Marzà

La Conselleria de Educación ha dedicado grandes esfuerzos en desarrollar medidas estrella: el modelo plurilingüe, el refuerzo del sistema de becas o la compleja solución al mal estado de las infraestructuras. Sin embargo hay nueve iniciativas, menos mediáticas pero importantes para buena parte de la comunidad educativa, que o han quedado olvidadas en un cajón o continúan sin concretarse pasado ya el ecuador de la legislatura. Muchas fueron anunciadas poco después de que el equipo de Marzà aterrizara en la sede de Campanar, y alguna incluso antes, en el acuerdo que configuró el Consell de Botánico. Destacan la revisión de la organización de las plantillas docentes, podadas durante el mandato de Català, la extensión de la gratuidad en la escolarización entre cero y tres años, es decir, en la etapa completa, o la reordenación del mapa de titulaciones universitarias.

En cuanto a la primera, la actualización de las normas que regulan el número de docentes que forman parte de un centro público en función de su tamaño fue anunciada en noviembre de 2015, exactamente en la propuesta de temas a negociar con los sindicatos.

En 2013 el PP optó por recortar el total de tutores en Primaria en función de las unidades de cada escuela. Desde el sindicato Stepv recuerdan que implicó la desaparición de centenares de puestos ya consolidados. En el caso de Secundaria el acuerdo que regulaba las plantillas fue modificado años antes, y la consecuencia fue la eliminación de desdobles. Aunque no se sabe qué tiene en mente la conselleria, la organización sindical prevé concentraciones para exigir su negociación, e incluso amaga con una huelga. Esta semana, que se tratarán los temas laborales a debatir durante el curso, se sabrá si Educación recoge el guante. Todo apunta a que se abordará, pues los sindicatos, sin excepción, quieren una nueva normativa, además de otras mejoras como la vuelta al horario lectivo anterior.

En favor del departamento cabe destacar que sí se ha aumentado la dotación de profesorado incrementando el número de interinos en las aulas vía refuerzos a través de planes de mejora o gracias a la creación de unidades. Sin embargo revisando el catálogo de puestos que corresponden a un centro se ganarían más plazas todavía. Y además serían estructurales, no coyunturales.

Tampoco se pueden negar los cambios en el modelo de Infantil, con 97 aulas gratuitas de dos años en colegios públicos o el anuncio de que estas mismas unidades no tendrán coste en las 248 guarderías municipales en 2018. Sin embargo, la promesa del Pacto del Botánico, recogida también en su renovación, era más ambiciosa, pues hablaba de la extensión de la enseñanza pública de cero a tres años. Más allá de asumir la gestión de algunos centros municipales -más bien puntual- la conselleria no ha dado pasos destacables hacia la gratuidad -implícita a la enseñanza pública- entre los cero y dos años.

Orientar la oferta y gestionar mejor los recursos era el objetivo del mapa de titulaciones universitarias anunciado en abril de 2016. Se pretendía revisar el número de carreras ofrecidas por los centros públicos y privados y evitar la saturación de determinados sectores profesionales, como el de la enseñanza, citado expresamente. El pasado verano el conseller dijo que se seguía trabajando en este proyecto.

En cuanto al calendario escolar, el pasado junio Educación anunció que crearía un grupo de trabajo para recoger reflexiones sobre la actual distribución, después de que el Stepv pidiera una organización distinta, desvinculada de las festividades religiosas. Desde el sindicato docente explicaron que esta comisión sigue sin configurarse.

Retrocediendo más en el tiempo se llega a un anuncio por el que nadie apuesta ya. En septiembre de 2015 Marzà dijo en Les Corts que impulsaría un nuevo acuerdo de interinos con el objetivo de que las bolsas de trabajo se ordenaran de manera equilibrada en función de la nota de la oposición (modelo PP) y la experiencia de los integrantes, que es el sistema imperante.

El listado de medidas pendientes se completa con el anuncio de revisar la regulación del Consejo Escolar Valenciano para dar más participación a la comunidad educativa tras la pérdida de voz con Font de Mora; con el decreto para fomentar la inclusión en la escuelas y mejorar la atención a la diversidad; con la revisión de la organización horaria y de materias de Secundaria, que no será efectiva hasta el 2018-2019; y con los nuevos reglamentos orgánicos de centro (ROF).