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«Francisco ha sido como una sacudida para todo el mundo«. Así destaca Vicente Cárcel, decano del Colegio Español y de los sacerdotes valencianos ... en Roma, historiador y funcionario de la Santa Sede, la figura del Papa recientemente fallecido.«Era como lo ha dicho y visto todo el mundo: sencillo espontáneo, divertido», ha apostillado.
«Es un Papa querido por todo el mundo, su partida es noticia mundial en toda la prensa. Es que es la figura mundial, es que en el mundo no hay otros referentes como él porque lo es para los creyentes, pero lo es para otros también. Se le quería muchísimo aquí en Roma. Estamos viendo muchos testimonios, llegados de todo el mundo que llegan a decir cosas como yo soy ateo, o soy agnóstico, pero el Papa que no me lo toquen. Y por supuesto, los que se profesan católicos lo ponen por las nubes».
Cárcel Ortí no tiene una quiniela sobre quién puede ser el próximo Pontífice: «No tengo ninguna y no suelen acertar, no son fiables».
Para este veterano sacerdote valenciano, «El nuevo Papa se enfrenta a un mundo y una sociedad que ha cambiado mucho con respecto al pasado y, como ha ocurrido desde hace dos mil años, la Iglesia tiene la inteligencia de saber adaptarse a las culturas de todo los tiempos y de los pueblos y seguir adelante en su camino, aunque sufra crisis profundas, como la que estamos vivendo ahora, porque tiene su confianza puesta en las palabras de Jesucristo, que está siempre presente conduciendo la barca de Pedro y asegurando que las fuerzas contrarias a ella nunca prevalecerán. Este es el optimismo cristiano. Lo demás es literatura barata que no sirve para nada».
También destaca el ambiente de Roma. «Se respira espera, esperanza y curiosidad como en todos los cónclaves», afirma.
Vicente Cárcel recuerda que fue invitado por Luis Miguel Castillo, sacerdote valenciano que trabajó en el Vaticano y vivió en la misma residencia que el Papa, y fue designado por éste para participar en las asambleas del Sínodo de la Sinodalidad. «Gracias a Luis Miguel, yo he estado comiendo con el Papa en Santa Marta, porque me invitó y el Papa se sentó en la mesa, a mi lado, como si estuviera en cualquier residencia de sacerdotes. Al Papa le regalé un libro, celebré misa con él», explica.
El Papa ha tenido una vinculación con Valencia, acrecentada con la dana. Con motivo del Centenario de la Coronación canónica de la Virgen, los valencianos regalaron al Papa la Virgen que puso en la Plaza de San Pedro. Antes había llamado al Arzobispo de Valencia, y han sido muchos los gestos.
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