

Secciones
Servicios
Destacamos
12.05 del 29 de octubre: «Susi está en la ducha». 17.58 del mismo día: «Telita el agua que baja». Poco más de cinco ... horas entre los dos whatsapps. El tiempo que tarda en cambiar una vida y devastarse todo. Los dos mensajes son de los últimos que recibió Susana Vidal de su marido, José Javier. Su cuerpo aún no ha aparecido. A 'Susi', su hija, una mujer con síndrome de Down, la hallaron arrastrada por el agua días después en El Saler. Ella, hoy sigue adelante con su vida, como puede, entre psiquiatras y tranquilizantes: «Aún creo que van a volver, que siguen allí».
El relato de Susana Vidal a la jueza de la dana es uno de los más escalofriantes de entre los afectados. Pocos llevan encima la losa de haber perdido a dos seres queridos. La mujer recuerda como los primeros días, tras haber enterrado ya a su hija, ni se movía de casa «por si mi marido aparecía». Hasta que perdió toda esperanza y hoy José Javier es uno de los tres desaparecidos dados por muerto.
Ella avanza como puede, entre tratamiento médico y tras abandonar su baja voluntariamente. «Volví a trabajar porque creí que me ayudaría». Lo que sea porque la cabeza no regrese a aquel día horrendo.
Ante la magistrada de Catarroja recuerda como aquel triste 29-O su marido y su hija estaban en una casa de campo de la familia en Pedralba. Todo iba bien por la mañana. Un día normal con «Susi en la ducha», como le dijo su marido en un mensaje. Aunque el hombre ya le alertaba que desde las 7 «está lloviendo». Después un whatsapp de «agüita, pero todo controlado». A las 12 que si el agua «viene de Chiva». A las dos de la tarde hablaron por teléfono: «Todo normal».
Hasta que se desató el infierno. «Pasa mucha agua por delante de la casa», le dijo su marido a las 17.58. Y un tsunami echó abajo la vivienda entre campos con padre e hija dentro. «Quedó en pie pero destrozada. Se inundó hasta arriba. Llena de lodo. Hasta un puente cercano ha desaparecido.
Susana intentó luego contactar de nuevo con su marido. Lo atestiguan los whatsapps que la mujer ha aportado a la causa. Con desesperación a las 20.42: «Tu movil da apagado». Con pánico al tiempo que con un hálito de esperanza a las 21.56: «Si en algún momento coges cobertura, llámame». Cuando José Javier y 'Susi' yacían ya bajo el agua y el lodo. El final de dos vidas y un suplicio para ella, Susana Vidal. Una de las familias de las 228 víctimas mortales que pasan el trance de revivir el drama ante la jueza con un objetivo: que se haga justicia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.