Las denuncias por violencia sexual se multiplican por 20 en la Comunitat Valenciana en cinco años

Las victimas de delitos sexuales atendidas en las Oficinas de la Generalitat Valenciana de Asistencia a las Víctimas del Delito han pasado de 27 en 2018 a 526 en 2022. Esto supone que las denuncias por agresiones sexuales se han multiplicado casi por 20 en la Comunitat Valenciana. Pero, ¿esto significa que se cometen más delitos sexuales o que cada vez más víctimas levantan la voz?

A pesar de que las cifras sean tan alarmantes en materia de violencia sexual, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha afirmado que este aumento de los casos no significa necesariamente que ahora se produzcan más agresiones sexuales, si no que puede estar debido a que las víctimas se animan a denunciar más. ¿Será que cada vez más se van disipando los estigmas?

Entre los datos presentados por la Conselleria de Justicia, el 38,43% de las víctimas de delitos sexuales que denunciaron son menores de edad. Un porcentaje que asciende hasta el 60% si el rango de edad sube hasta los 25 años. Jóvenes que han visto su niñez o adolescencia truncada a manos de los agresores sexuales. Mientras las denuncias estaban aumentando y cada vez más mujeres se animaban a contar que habían sido víctimas de estos delitos, apareció la ley del «sólo sí es sí». Una reforma legal que llevaba la careta de favorecer a las mujeres, cuando a quien de verdad ha ayudado es a los agresores sexuales que pisarán la calle antes de tiempo. Puede que incluso antes de que las mujeres a las que han violado hayan podido superar el trauma.

La Consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha evidenciado su contrariedad ante la ley: «Las rebajas de pena puede hacer que las mujeres víctimas de violencia sexual denuncien menos». La consellera ha recalcado el gran impacto psicológico que tiene para las víctimas de este tipo de delitos pasar por un proceso penal en el que tienen que revivir una situación tan traumática. Por ello ha instado a que se cese «el ruido» sobre la ley del «sólo sí es sí» para evitar descorazonar a las víctimas.

«Es horrible que una ley que nació para proteger a las mujeres haya ayudado a cerca de 700 violadores que han visto rebajadas sus condenas y haya supuesto alrededor de 70 excarcelaciones», ha señalado Bravo. La consellera ha enfatizado en que el feminismo y la lucha por los derechos de las mujeres no entiende de ideologías ni partidos políticos.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, declaró que «la gran ventaja» de la ley del «sólo sí es sí» era: «Ninguna mujer va a tener que demostrar que hubo violencia o intimidación en una agresión para que sea considerado como tal», un argumento que la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, no ha dudado en desmentir: «Con esta ley no libramos a las víctimas de la carga probatoria del consentimiento en las agresiones sexuales. No podemos llevar a las víctimas a la confusión». Además, ha recalcado el derecho de la presunción de inocencia que está reconocido constitucionalmente.

En el quinto año que llevan en funcionamiento la Oficina de Asistencia de la Generalitat Valenciana a las Víctimas del Del Delito se han asistido a 89.430 víctimas en las diferentes 37 oficinas que hay en la Comunitat. De ellas, 55.450 a las que se ha abierto expediente son mujeres, lo que supone el 85,72% de los casos asistidos. Además, un 61,88% son víctimas de violencia de género. Entre los servicios prestados, se establecen protocolos específicos para dar atención jurídica, psicológica y social a las personas más vulnerables. En este grupo entran los menores de edad que han sido víctimas de violencia.

Ha habido 3.345 niños que han tenido que recurrir a los servicios de la Oficina de Asistencia de la Generalitat Valenciana a las Víctimas del Delito. Aunque esta cifra represente sólo un 5,17% del total de los casos asistidos, hay que tener en cuenta que también ha habido un incremento de las denuncias en los últimos cinco años. Las oficinas pasaron de atender a 729 menores en 2018 a 870 en 2022, lo que supone un incremento del 19,34%. Jóvenes que en su mayor porcentaje han tenido que sufrir los estragos de la violencia de género en sus propias carnes, en un 35,1%. Seguido por los casos violencia doméstica, que representan un 25,58% y de los delitos contra la libertad sexual, en un 23,82%. Niños a los que diferentes formas de violencia les ha hecho experimentar el sufrimiento en edades en las que deberían dedicarse a jugar.