El nuevo rector en la Basílica. Damián Torres

«La Virgen de los Desamparados une a todos los valencianos»

El nuevo responsable llega en el año que se celebra el centenario de la Coronación y destaca las obras de caridad que se realizan desde la entidad

Juan Sanchis

Valencia

Lunes, 26 de septiembre 2022, 01:44

Juan Melchor Seguí tomó este domingo posesión como nuevo rector de la Basílica de la Virgen de Valencia en sustitución de Jaime Sancho. Nacido en Albaida hace 56 años era hasta ahora párroco en Ontinyent y vicario episcopal de zona.

Publicidad

–¿Qué ... supone ser el nuevo rector?

–En primer lugar quiero manifestar mi agradecimiento al cardenal Cañizares. Para mí supone una alegría muy grande por lo que implica ser rector de una Basílica que es el corazón de la diócesis por la gran devoción que sienten los valencianos. Pero al mismo tiempo, tengo cierto temor por la responsabilidad. Es un lugar donde están todas las miradas y se concentra el fervor de muchos valencianos. Es un puesto muy expuesto por lo que implica no sólo espiritual sino también de cultural y festivo.

–¿Cuáles son sus planes inmediatos?

–Soy una persona muy activa, a veces un poco hiperactiva por carácter. Pero también soy prudente y por eso lo primero que me interesa es conocer. Sabía ya algo pero desde dentro del organismo no es lo mismo que desde fuera. En los últimos meses he tenido muchas entrevistas y he ido conociendo por dentro la casa. Tengo mucha teoría pero me falta la práctica. A mí me gusta escuchar. Por eso lo primero es conocer cómo funciona todo.

–Ahora viene un año lleno de acontecimientos para la Basílica.

–Lo primero que haremos es celebrar porque estamos en un año emblemático y creo que no dará mucho más tiempo para más cosas. El centenario de la Coronación y la gran misión diocesana son algo ilusionante. He tenido reuniones con representantes de la Basílica para organizar actos tanto del Jubileo, tanto de la misión como del Centenario. Este año será para conocer la Basílica, para el día a día y para las celebraciones.

Publicidad

–¿Le ha sorprendido algo en especial?

–Alrededor de la Basílica hay mucha vida. Lo más importante es la devoción y el culto. Es una casa que está abierta todo el día porque es la casa de una madre por donde todo el mundo pasa. Hay muchas celebraciones litúrgicas, confesiones y acompañamiento espiritual. Se consuela a muchos. Tenemos el museo, la tienda, un colegio donde están los niños que cantan. También hay muchas obras de caridad que es lo que más me gusta de la Basílica. Todos nos hemos sentido desamparados en algún momento de la vida. Desde que empezó hace 600 años desde esta casa se ha ayudado a muchos desamparados. Todos los días se ayuda a la gente pero la más importante es la ayuda espiritual. El consuelo que se da a la gente.

–¿A qué atribuye la gran devoción a la Virgen de los Desamparados?

–La devoción a la Virgen en el mundo católico es grande. Hay muchas advocaciones. Pero la de los Desamparados es especial. El otro día acompañaba a un sacerdote en la visita que la Peregrina realizaba a su pueblo. Pasamos por un mercado y vimos a gente que se emocionaba, que se persignaba o se arrodillaba. Es que la Virgen de los Desamparados nos une a los valencianos, me decía el sacerdote. Cada población puede tener su virgen particular pero la de los Desamparados es un signo de unidad de todos los valencianos. Creo que la devoción tan enorme nace por el título, por lo de Desamparados. ¿Quién no se ha sentido desamparado en su vida? Y no hablo de daños materiales, sino de problemas morales, soledad, incomprensión. Es el amparo a todos.

Publicidad

–La devoción no sólo se circunscribe a Valencia.

–Con motivo del Centenario queremos ponernos en contactos con todos los santuarios que están dedicados a la Virgen de los Desamparados. Los misioneros valencianos han sembrado esta devoción.

–El año que viene se celebra el centenario de la Coronación.

–Hace cien años la ciudad de Valencia ofreció a la Virgen una magnífica corona que fue robada en la Guerra Civil. Ahora vamos a ofrecer a la Virgen una corona pero de caridad con las aportaciones de todos. Tenemos un proyecto emblemático: construir un edificio en Burjassot de la Fundación Maides para enfermos mentales. Las aportaciones también irán para la lactancia, para Villa Teresita, para África… En el Centenario en primer lugar hemos tenido en cuenta la corona de caridad. Así, sigue vigente la tradición de la Virgen. La advocación nace con la caridad y 600 años después continúa igual. La devoción sigue siendo tan fuerte gracias a ella.

Publicidad

–¿Qué planes hay para el Centenario?

–Poco se puede decir de forma oficial. Estamos llevando la iniciativa a las distintas autoridades. Estuvimos con el teniente general y con el presidente de la Diputación y lo queremos presentar al alcalde y al presidente de la Generalitat. La Casa Real nos ha contestado a una carta y probablemente nos van a recibir también. Invitamos a todos sobre todo a colaborar. La principal vertiente va a ser la religiosa pero queremos que vaya más allá. Valencia es tierra de artistas. Se está hablando con colectivos y autoridades pero todavía no está cerrado el programa. Se ha anunciado una gran exposición y se va a celebrar un simposio de teología. Los actos centrales serán del 12 al 14 de mayo y se está pensando en una posible salida de la imagen original para conmemorar el Centenario.

–¿Cuál es el papel de la Basílica en la misión diocesana que ha puesto en marcha el arzobispo?

–La pandemia paralizó la misión diocesana. Ahora ha llegado el año del Centenario, ha coincidido todo y se ha unido con la celebración del Año Santo Mariano. Las peregrinaciones a la Basílica y a la Catedral están ligadas a la misión. Dentro del programa de la misión también está implicada la devoción a la Virgen.

Publicidad

–¿Qué le parece la agresión de la puerta de la Almoina de la Catedral?

–Los cristianos no queremos molestar a nadie. No queremos ser más que lo demás pero sí tener los mismos derechos. Nosotros proponemos una visión de la vida. No obligamos a nadie a nada. Respetamos a todos y exigimos el mismo respeto. La agresión a la Catedral no sólo contra la Iglesia sino contra el patrimonio artístico de todos los valencianos.

–¿A veces las formas de expresar el mensaje de la Iglesia no es un poco vehemente?

–La Iglesia es muy grande y hay sensibilidades distintas. Tiene una doctrina muy clara y eso es lo que seguimos. Lo primero es el Evangelio y la Sagrada Escritura. Unos tienen una manera de hablar pero al final todos pensamos lo mismo. Una cosa es que uno sea de una manera y otro de otra, uno más suave u otro más duro… Pero eso pasa con los profesores, con los padres, en todos los colectivos. La Iglesia propone y eso puede molestar. Pero parece que hay una especie de lenguaje correcto y el que se sale de él está condenado a las cavernas. Pedimos el mismo respeto que se nos exige a nosotros.

Noticia Patrocinada

–¿Cómo se ha vivido la pandemia?

–Nos ha perjudicado a todos. Gracias a las redes sociales la gente se consoló con la Eucaristía por la red. Pero también creo que nos ha tocado a todos y nos ha hecho pensar qué significa la vida, sobre la fugacidad y de lo relativo de algunas cosas. Eso ha hecho acercarse a muchas personas a la Fe. A través de mi experiencia he visto la cantidad de gente que está participando en fiestas religiosas ahora que se pueden celebrar. La pandemia nos ha hecho experimentar nuestra vulnerabilidad no sólo a nivel individual sino también colectivo. Es entonces cuando mira hacia lo alto o hacia el corazón.

–¿Cree que el Papa ha aceptado muy pronto la dimisión de Juan Antonio Reig?

–Conozco mucho a Juan Antonio Reig porque fue profesor mío y mi vicario episcopal. Muchas veces se tiende a hacer una lectura política o ideológica de los acontecimientos eclesiales. El Papa envió hace tiempo a un escrito en el que decía que a partir de los 75 años se presenta la renuncia y a partir de ese momento y en el momento que considere oportuno se puede aceptar. Las motivaciones las sabe el Papa y el interesado. Creo que como no sabemos los motivos por los que se ha hecho ellos sabrán. Está dentro de la normalidad canónica.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad