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BRITISH COUNCIL

«Nuestro planteamiento siempre ha sido empezar por quién, qué y por qué queremos examinar. Luego pedimos a los técnicos que nos ayuden a conseguirlo»

Entrevista con Barry O´Sullivan, Director of English Language Research en el British Council y creador de Aptis, uno de los exámenes de inglés más populares en España

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Los exámenes serán personalizados y se basarán, cada vez más, en la expresión oral y escrita, un entorno en el que la experiencia y conocimientos adquiridos por British Council se demuestra con ejemplos como el examen Aptis ESOL, que requiere menos entrenamiento que otras pruebas (las actividades tienden a ser mucho más ‘cotidianas’ que las de los exámenes tradicionales).

«Los exámenes para alumnos jóvenes siempre deben tener en cuenta su edad y madurez cognitiva»

Barry O´Sullivan, Director of English Language Research en el British Council y creador de Aptis, resume en las siguientes líneas la esencia de esta experiencia formativa, alineada con las exigencias del siglo XXI.

En una de las mesas redondas de la conferencia del British Council sobre evaluación del inglés, New Directions (celebrada recientemente en Madrid), se dijo que en España había demasiados exámenes, incluso en las etapas más tempranas de la educación… Si los exámenes son momentos difíciles en los que uno se pone a prueba y se estresa, a la hora de diseñar exámenes de inglés, ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de evaluar a niños y adolescentes? ¿Están los exámenes de inglés adaptados a este grupo de edad?

Los exámenes son estresantes, es cierto. En cualquier sistema educativo es de esperar que haya una cierta cantidad de pruebas, pero es importante limitar la cantidad de pruebas sumativas. En ellas juzgamos a los alumnos, por ejemplo, en las pruebas de fin de curso u otras pruebas en las que otorgamos una puntuación o una nota. A menudo es mucho más productivo realizar evaluaciones formativas o de desarrollo en las que ofrecemos asesoramiento y orientación, pero no una puntuación o calificación real, que presionar constantemente a los alumnos con la amenaza de más y más pruebas.

En mi opinión, los exámenes para alumnos jóvenes siempre deben tener en cuenta su edad y madurez cognitiva. Un ejemplo de ello es cuando desarrollamos el test Aptis Teens. Después de probar Aptis ESOL con este grupo, nos dimos cuenta de que la estructura de la tarea final de expresión oral era demasiado exigente desde el punto de vista cognitivo para este grupo de edad. En respuesta, desarrollamos una versión alternativa de la tarea con un apoyo adicional para una mejor comprensión. Esta versión tuvo mucho éxito y se sigue utilizando en Aptis Teens. Otro ejemplo es el Primary English Test, dirigido a un grupo más joven que el de Aptis Teens. Se trata de una actividad basada en el juego, en la que el examen está integrado en un juego de acción apropiado para la edad, de modo que los niños se examinan y se divierten al mismo tiempo.

En resumen, los exámenes deben ser adecuados para la población a la que van dirigidos y para el contexto en el que se utilizan cumpliendo la finalidad que se pretende alcanzar, que es proporcionar información relevante sobre la persona que realiza la prueba.

¿Cómo serán los exámenes de inglés del futuro?

¡Guau! Gran pregunta. Creo que nuestros exámenes se basarán cada vez más en la expresión oral y escrita. También creo que serán integrales con alumnos inmersos en actividades de la vida real que impliquen toda la gama de conocimientos y destrezas lingüísticas. Asimismo, pienso que estos exámenes serán personalizados y se apoyarán mucho en la tecnología. Nótese que no digo impulsados por la tecnología. Es una trampa en la que ya han caído muchos desarrolladores de exámenes. Demasiadas veces vemos ejemplos de desarrolladores de exámenes que se fijan en la tecnología para averiguar qué pueden hacer con ella. Esto ha dado lugar a algunas pruebas realmente malas.

Si eliminamos la tecnología y nos enfocamos en el contenido de las pruebas, nos daremos cuenta de que podrían proceder fácilmente de los años cincuenta. Nuestro planteamiento siempre ha sido empezar por quién, qué y por qué queremos examinar. Luego pedimos a los técnicos que nos ayuden a conseguirlo. Es mucho más difícil, pero en mi opinión es la única manera de avanzar.

Usted diseñó y dirigió el desarrollo y la validación del examen Aptis del British Council, una de las pruebas de aptitud de inglés más populares en España. ¿Cómo surgió Aptis? ¿Por qué todo el mundo quiere Aptis ESOL? ¿Cuál es su diferencia?

La verdad sobre cómo surgió Aptis es que, mucho antes de incorporarme, el British Council me pidió que organizara una serie de eventos de formación para profesores de alto nivel sobre el desarrollo de preguntas y tipos de actividades para exámenes. Esta tarea resultó demasiado abstracta para mi cabeza, así que diseñé una prueba en la que basar la formación. En aquella época tenía mucha experiencia con pruebas internacionales y siempre me preocupó que tendieran a ser demasiado académicas en cuanto al lenguaje que evaluaban, así que estaba decidido a centrarme en un lenguaje más cotidiano. Este es uno de los motivos por los que, a día de hoy, la prueba requiere menos entrenamiento que otras pruebas, ya que las actividades tienden a ser mucho más «cotidianas» que las pruebas tradicionales, que a menudo resultan difíciles para los candidatos porque la lengua evaluada y las actividades incluidas no les resultan familiares.

En cualquier caso, este examen, especialmente las pruebas de las destrezas productivas (expresión escrita y expresión oral), acabó convirtiéndose en Aptis. Pensé que convencería al British Council para que pidiera a mi centro de investigación (en la Universidad de Roehampton) que desarrollara el examen, pero en lugar de eso me contrataron a mí para crear el examen y un equipo de investigación, que hoy prospera y contribuye de muchas maneras a la labor de la organización. Mientras lo desarrollábamos, tenía la paranoia de que si se me ocurría un acrónimo se me quedaría grabado, así que nos referíamos a él como «bebé» hasta que finalmente se acordó el nombre de Aptis.

Hace unos años, solicitamos y obtuvimos el reconocimiento de Ofqual (organismo del Reino Unido regulador de cualificaciones, exámenes y evaluaciones). Esto significaba que las características del examen seguían siendo las mismas, pero que teníamos que cumplir una normativa mucho más estricta en cuanto a la gestión, organización y seguridad del examen para satisfacer las exigencias del reconocimiento. Esto significa que Aptis ESOL se considera, con razón, más apropiado que el examen original cuando se requiere un examen de alto impacto para certificar el nivel de inglés para procesos de ingreso y progreso en la educación superior, concesión de becas o acceso al mercado laboral.

En la conferencia New Directions del British Council se habló de «constructos», «translenguaje», «descriptores de mediación»… todos estos conceptos quedan muy lejos de las personas que no son especialistas en evaluación lingüística. En un campo tan especializado, ¿cómo pueden las familias, los estudiantes y otras partes interesadas tener voz y formar parte de la conversación? ¿Cómo pueden influir en el sistema si no lo entienden?

Una gran pregunta. Los académicos son expertos en su campo y en hablar con otros académicos. Sin embargo, no siempre somos muy buenos transmitiendo nuestros mensajes a los no expertos. Cuando un académico tiene un don para la comunicación, suele aparecer en la televisión o en un pódcast. Un fenómeno poco frecuente. Creo que, a la hora de diseñar y desarrollar pruebas y sistemas de aprendizaje, debemos tener mucho más en cuenta a las principales partes interesadas, como los candidatos, los padres, los profesores e incluso los responsables políticos. Para ello tenemos que comunicarnos con ellos en un lenguaje (no técnico) y utilizando canales (redes sociales, blogs, diálogos interactivos, etc.) que les resulten familiares.

Según ‘The Future of English: Global Perspectives’, el concepto de competencias lingüísticas en inglés necesarias en el lugar de trabajo también está evolucionando (en un contexto en el que la competencia intercultural, la resolución de problemas, la alfabetización digital y el teletrabajo son cada vez más importantes). Esta evolución de los contextos laborales también está provocando un cambio en las necesidades de los empleadores (más hincapié en las competencias comunicativas, por encima de la gramática y el vocabulario). ¿Están evolucionando los exámenes de inglés para satisfacer las necesidades cambiantes de los empleadores? ¿En qué sentido?

Me encantaría pensar que los exámenes de inglés están evolucionando para satisfacer estas necesidades. Sin embargo, la realidad es que estas pruebas cambian muy lentamente. Una vez, el director de una importante organización que desarrolla exámenes me dijo con orgullo que su examen más importante era «como el Titanic, tarda mucho en modificar su trayectoria». Le señalé el destino del Titanic, pero no pareció entender la implicación. Creo que las pruebas tendrán que cambiar más rápidamente, centrándose en las actividades lingüísticas reales en lugar de la actual carrera hacia el fondo en la que los desarrolladores de exámenes en inglés reducen drásticamente el tiempo de realización de las pruebas en detrimento de su calidad, creando contenido para las pruebas mediante una tecnología que es demasiado simplista, ya que está centrada en la tecnología en vez de centrarse en el uso del lenguaje.

Los desarrolladores de exámenes de idiomas tenemos que escuchar a las empresas y a otros usuarios de pruebas, como las instituciones educativas y los gobiernos, para crear pruebas que realmente hagan lo que dicen hacer y que se ajusten a las necesidades reales de los usuarios.

Cuando antes decía que mi visión sobre el futuro de los exámenes de inglés se centraba en las habilidades productivas (expresión oral y escrita) y la interacción, me refería exactamente a esto. Cada vez más, esto es lo que la gente quiere, no otra batería de exámenes con preguntas de opción múltiple que pretenden evaluar unas destrezas mal definidas o incluso sin una definición concreta.

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Contenido para BRITISH COUNCIL editado por Content Local. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.