Construyendo igualdad

El liderazgo femenino de Alexandra Cortés Klopf en un sector tradicionalmente masculino

Ferros La Pobla S.A. es una empresa con más de 40 años de experiencia en la elaboración de ferralla y la distribución de complementos para la construcción. Con sede en la Comunidad Valenciana, se ha consolidado como un referente en el sector, ofreciendo soluciones personalizadas y de alta calidad para proyectos constructivos de todo tipo. Su Directora General, Alexandra Cortés Klopf, también presidenta de la Asociación de Ferrallas de la Comunidad Valenciana (FECVA), lidera la empresa con un enfoque en la innovación y el compromiso con sus clientes.

Hoy, hablamos con Alexandra sobre su experiencia liderando una empresa en un sector históricamente masculinizado y su visión de la igualdad en el entorno laboral.

-Alexandra, lideras una empresa en el sector de la construcción y la metalurgia, tradicionalmente asociado a los hombres, no es algo común. ¿Cómo ha sido tu experiencia personal en este ámbito?

-Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Desde que asumí este rol, mi enfoque siempre ha sido trabajar con profesionalidad y dedicación, independientemente de los estereotipos que puedan existir. Es cierto que este sector tiene una representación masculina mayoritaria, pero creo que el esfuerzo y los resultados hablan por sí mismos, y eso es lo que realmente importa. En mi camino he tenido la suerte de encontrar profesionales de gran nivel, tanto hombres como mujeres, con los que siempre he trabajado bien. Al final, lo que cuenta es cómo te relaciones con la gente y cómo cumples con tu trabajo, no de qué género eres. 

-¿Crees que el hecho de ser mujer te ha supuesto un reto añadido en tu carrera profesional?

-Los retos existen para todos, pero sí es cierto que en ocasiones he tenido que demostrar mi capacidad con mayor insistencia. Sin embargo, no lo veo como un obstáculo, sino como una oportunidad para mostrar que las mujeres también podemos liderar y aportar una perspectiva valiosa. En mi caso, he procurado que mi trabajo sea el centro de atención, no mi género. A lo largo de los años, he aprendido a no ponerme límites, a seguir mis principios y a centrarme en mi objetivo: hacer crecer la empresa y garantizar la calidad del trabajo que ofrecemos.

-¿Cómo defines tu liderazgo dentro de Ferros La Pobla?

-Mi liderazgo está basado en la colaboración y en el respeto por cada miembro del equipo. Creo firmemente que la clave del éxito es valorar las capacidades y aportaciones de las personas, sin importar su género. En Ferros La Pobla trabajamos como un equipo, y esa sinergia es lo que nos ha permitido crecer durante más de 40 años. A la hora de tomar decisiones, trato de escuchar a todos los involucrados, valorar sus opiniones y guiar al equipo hacia soluciones que beneficien a todos. El liderazgo no debe ser autoritario, sino inclusivo y abierto al diálogo. Para mí, liderar es acompañar a los demás en su crecimiento y proporcionarles las herramientas necesarias para que alcancen su máximo potencial.

-Desde tu perspectiva, ¿cómo crees que el sector de la construcción y la metalurgia puede avanzar hacia una mayor igualdad de género?

-Creo que la igualdad no se consigue solo con políticas, sino con hechos y actitudes. Es importante fomentar el acceso de las mujeres a este sector desde la formación profesional y universitaria, y también desde las propias empresas. En Ferros La Pobla, siempre buscamos talento, y nuestro criterio no está condicionado por el género, sino por la capacidad y el compromiso de la persona. De hecho, incluso en tareas tradicionalmente asociadas a hombres, como el atado de ferralla, contamos con una mujer en nuestro equipo, lo cual refleja nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades. Además, es importante que las empresas sean espacios inclusivos donde tanto hombres como mujeres se sientan valorados y puedan desarrollar todo su potencial.

Para que esto suceda, las empresas deben dar visibilidad a las mujeres que ya están en el sector, fomentar su participación en proyectos clave y demostrar que la igualdad no es solo un ideal, sino una práctica cotidiana. También es esencial derribar los prejuicios y las barreras mentales que a menudo limitan las oportunidades de las mujeres.

-En tu opinión, ¿qué queda por hacer para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres en el ámbito laboral?

-La igualdad real no solo pasa por ofrecer las mismas oportunidades, sino por crear entornos laborales donde las mujeres puedan desarrollarse plenamente, sin tener que enfrentarse a obstáculos adicionales solo por su género. Aún queda mucho por hacer en términos de visibilidad, representatividad y, sobre todo, equidad en el acceso a cargos de liderazgo. A menudo, las mujeres se encuentran en posiciones donde se les exige más para poder demostrar lo mismo que un hombre. Este es un tema que tiene que ver con el cambio cultural, que tiene que empezar desde la educación y continuar en las políticas empresariales.

Por ejemplo, debemos luchar por una mejor conciliación laboral y personal, ya que este sigue siendo uno de los puntos donde más desigualdad se percibe, especialmente para las mujeres. Muchas veces, el simple hecho de ser madre puede generar prejuicios, como si la mujer fuera menos capaz o menos comprometida. Es fundamental cambiar esa mentalidad, y para ello es clave ofrecer políticas que favorezcan el balance de la vida personal y laboral de todos los empleados, independientemente de su género.

-¿Qué mensaje le darías a las mujeres que desean emprender una carrera en sectores como el de la construcción?

-Les diría que no se limiten por los prejuicios. Este es un sector lleno de oportunidades, y si están dispuestas a trabajar con dedicación y a aprender constantemente, pueden llegar tan lejos como se lo propongan. Lo importante es no dudar de sus capacidades y buscar siempre el entorno adecuado donde puedan crecer. 

Si una mujer se siente apasionada por la construcción, debe perseguir su sueño sin miedo. El sector necesita una mirada más diversa, y las mujeres tienen mucho que aportar en términos de innovación, soluciones creativas y gestión de equipos.

-Por último, ¿qué importancia tiene para ti el Día de la Mujer en un contexto como este?

-Para mí, es un día para reflexionar y reconocer los avances logrados, pero también para recordar que aún hay trabajo por hacer en muchos ámbitos. No se trata de una confrontación, sino de un compromiso común por construir una sociedad más equitativa. En mi caso, lo vivo como una oportunidad para inspirar a otras mujeres y mostrar que los límites no los pone el género, sino nuestra actitud. Este día nos recuerda que cada paso que damos hacia la igualdad es importante, pero que todavía debemos seguir luchando para eliminar las barreras invisibles que persisten en muchas áreas, incluida la laboral.

El Día de la Mujer también es una ocasión para agradecer a todas las mujeres que, con su esfuerzo y dedicación, han abierto camino en sectores donde antes no tenían visibilidad. Es una jornada para celebrar estos logros, pero también para motivar a las generaciones futuras a que continúen avanzando hacia una sociedad verdaderamente igualitaria.