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Entrevista a Eva María Giner, rectora de la Universidad Internacional de Valencia-VIU
Al frente de la Universidad Internacional de Valencia-VIU desde 2018, la rectora Eva María Giner (Valencia, 1972) analiza para LAS PROVINCIAS los retos a los que se enfrenta la universidad en los próximos años en cuestiones estratégicas como la igualdad social, la digitalización y el uso de nuevas tecnologías, la sostenibilidad o la internacionalización.
Para Giner, licenciada en Farmacia por la Universidad de Valencia y doctora en Farmacia por la misma universidad, fomentar la generación de conocimiento desde la calidad docente, la formación en competencias y el prestigio investigador, será clave para robustecer el sistema universitario español y asegurar así el progreso de la sociedad. También para atraer y retener talento nacional e internacional con el que crear nuevas oportunidades laborales y responder a las demandas de un mercado cada vez más digital y globalizado.
Esa es la hoja de ruta marcada por la Universidad Internacional de Valencia para los próximos años a través de sus cuatro facultades (Ciencias de la Salud; Ciencias de la Educación; Artes, Humanidades y Comunicación; Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas) y su Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología. También, de sus centros de estudio: HUMA (Centro en Humanidades, Cultura y Comunicación) y Esencia (Centro de Estudios en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial). Y también de sus cátedras, desde las cuales se quiere impactar de forma directa en el tejido socioeconómico de la Comunitat Valenciana a través de la ciencia, la cultura, la innovación y la transformación tecnológica.
-Para usted, ¿qué papel debe tener la universidad para lograr la igualdad de oportunidades?
-Debemos ampliar el concepto y también el alcance de la universidad y entender que en esta institución no solo se origina y se divulga el conocimiento, sino que se debate y se convive para transformar la sociedad por medio del pensamiento crítico y el rigor científico. Esta es nuestra misión como universidad, atender las necesidades actuales de la ciudadanía e introducirlas de forma transversal en el discurso académico para así plantear respuestas certeras y efectivas a través de la docencia, la ciencia, la investigación y la innovación tecnológica.
Solo así, asegurando una accesibilidad a la educación superior, pero también fomentando esa participación de la sociedad en la universidad, podremos alcanzar una igualdad real y justa. Para ello, debemos intensificar la cooperación interuniversitaria y también fortalecer ese diálogo directo entre universidades, empresas y administraciones públicas. De esta forma, podremos crear un marco común de educación superior donde los principios de equidad, solidaridad y justicia social permitan construir y asegurar un desarrollo social, económico y cultural sostenible e inclusivo para todos.
En este sentido, desde la Universidad Internacional de Valencia tenemos muy presentes todos y cada uno de los objetivos fijados en la Agenda 2030. Especialmente en lo que a educación de calidad e igualdad de género se refiere y buscamos promover su aplicación tanto en la gobernanza de la universidad como en el desarrollo académico y vital del alumno. Así se refleja en nuestro modelo de aprendizaje experiencial, donde el estudiante reflexiona y busca soluciones a un desafío o necesidad real aplicando alguno de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible con el que no solo busca su cumplimiento, sino la resolución de problemas por medio del análisis y la mejora del contexto.
-En su opinión, ¿qué queda por hacer para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres desde el ámbito de la educación?
-Una de las cuestiones prioritarias para asegurar esa igualdad pasa por el fortalecimiento de la educación. Es evidente que, aunque las acciones e iniciativas llevadas a cabo a lo largo de estos años han permitido cierta mejoría en cuestiones como el empleo, la formación o la representación femenina en puestos de liderazgo, hay indicadores que siguen siendo algo alarmantes y que muestran el largo camino que aún queda por recorrer. Especialmente en materia de conciliación, de bienestar y de igualdad salarial, donde la diferencia retributiva que se produjo en 2023 entre mujeres y hombres se situó en un 19,6%, produciéndose un ligero repunte respecto al año anterior.
Ante esta situación, debemos realizar un notable esfuerzo de pedagogía y concienciación sobre la igualdad ya desde la etapa escolar, para superar los estereotipos y roles de género que aún se dan en carreras como STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). En este aspecto, nuestro país se sitúa por debajo de la media europea con solo un 27,7% de representación femenina en las áreas STEM y donde las mujeres ocupadas en este ámbito representan el 5,5% frente al 13% de los hombres.
Para revertir esta tendencia y despertar esa vocación científica y tecnológica en las más jóvenes, hay que visibilizar y apoyar el talento femenino, pero también promover una educación en habilidades socioemocionales como la confianza, la curiosidad, la identidad, la autoestima o la seguridad. Es aquí donde las universidades debemos ofrecer recursos y herramientas para poder superar las brechas de género y lograr la equidad social.
Esa es a su vez, una de nuestras máximas prioridades como universidad: promover la inclusividad y la igualdad en nuestra oferta académica para acompañar al docente y a nuestros alumnos en ese proceso de aprendizaje experiencial.
-¿Cómo se está trabajando para promover esa igualdad desde la Universidad Internacional de Valencia?
-Una de las cuestiones prioritarias en nuestra universidad es facilitar la accesibilidad a la educación superior y fomentar también el pensamiento crítico en el estudiantado por medio del debate, la lectura y el trabajo en equipo, porque consideramos que la educación es el origen de ese cambio hacia la igualdad de oportunidades. A estos valores responde nuestro modelo universitario online, que democratiza ese acceso al saber y acerca la experiencia universitaria a 88 países, donde el aprendizaje personalizado y la capacitación en habilidades digitales se plantean desde el inicio con un evidente acompañamiento hacia el alumno.
Remarco la importancia de formar en habilidades digitales, porque este es uno de los principales desafíos a los que debemos enfrentarnos las universidades en materia de igualdad. Y lo es, por la transformación tecnológica que está experimentando el actual mercado laboral, pero también en nuestras formas de vida. Especialmente, con el desarrollo e implantación de la IA generativa, donde las mujeres deben tener mayor visibilidad y peso que el que tienen actualmente en posiciones técnicas y también de liderazgo (sólo el 22% de ellas participan en los procesos de desarrollo e implantación de esta tecnología).
Las universidades debemos implicarnos no solo en la formación, sino en los procesos de diseño de algoritmos para que así sean plurales, transparentes y éticos y se alejen de los estereotipos de género. Solo así podremos tomar decisiones justas con datos objetivos y contrastados y asegurar una transición digital equitativa e igualitaria para todos.
-¿Cómo se ha visibilizado el liderazgo femenino en su universidad y qué forma?
-Desde mi toma de posesión como Rectora hemos trabajado de forma convencida y unánime para impulsar mejoras globales en el ámbito académico y de gestión, atendiendo a los principios de igualdad, mérito y capacidad. Sobre esta hoja de ruta y a lo largo de los últimos cuatro años, hemos conseguido grandes avances en materia de docencia, investigación e impulso del talento femenino.
Por citar solo algunos datos, actualmente la Universidad Internacional de Valencia cuenta ya con un porcentaje mayoritario de mujeres tanto en el ámbito docente (54% del total) como en el investigador (57% del total) y ha incrementado también su presencia en los puestos de liderazgo investigador (en el 56% de los 84 grupos existentes, la investigadora principal es una mujer) como en los de la toma de decisiones en nuestro equipo rectoral (donde el 71,4% son mujeres). Aunque hemos conseguido numerosos logros en este sentido, somos conscientes de lo mucho que queda por hacer y de los desafíos a los que debemos responder como parte de la sociedad de la que somos parte.
En concreto, son especialmente peligrosos los riesgos que plantean la desinformación y la desigualdad de género en el desarrollo formativo y vital de los más jóvenes. En este sentido, desde la Universidad Internacional de Valencia vamos a impulsar nuevas acciones de formación y divulgación sobre el valor de la información veraz y de la investigación igualitaria. Y lo vamos a hacer través de nuestros centros de estudio, como HUMA, para materializar esa transferencia de conocimiento a la sociedad, y para enriquecer el debate público por medio de la búsqueda y el contraste de información, del pensamiento crítico, y del diálogo constructivo y plural.