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Entrevista a Raquel Fernández Mulet, comercial asset management en Statkraft España
Raquel Fernández Mulet trabaja desde febrero de 2021 en el departamento de Asset Management de Statkraft, «donde nos encargamos de la gestión comercial, financiera y técnica de las plantas solares que operamos en Andalucía y Extremadura». Statkraft es una empresa de origen noruego y principal productor de renovables de Europa, que se ha establecido en España, concretamente en Valencia, «con el objetivo de convertirse en un agente fundamental en la transición energética de España», asegura.
Con anterioridad, Raquel Fernández ha vivido entre Valencia, Estrasburgo y Luxemburgo. Nació en Valencia en 1989 y estudió en un colegio en Quart de Poblet. A los 15 años, su familia se trasladó a vivir a Estrasburgo (Francia), donde estudió el Bachillerato Internacional, «aprendí francés e inglés y conocí otros jóvenes de todas las procedencias». Volvió a Valencia para estudiar la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Politécnica de Valencia y un título propio en Cooperación y Desarrollo Internacional y con 26 años se fue a trabajar a Luxemburgo en el sector financiero y bursátil, donde le surgió la oportunidad de hacer un voluntariado durante seis meses en Dakar (Senegal) promocionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Luxemburgo. «Una experiencia inolvidable que me llevó a relacionarme con muchas mujeres, con unas circunstancias de vida complejas e injustas. Mujeres que inspiraban dignidad y agradecimiento a la vida».
-Para usted, ¿qué significa ser una mujer empoderada?
-Una mujer empoderada es aquella que se conoce a sí misma y que está comprometida con su desarrollo y crecimiento. Una mujer empoderada se rodea de compañeras y compañeros con el objetivo de colaborar y poner los talentos individuales para un bien común.
También, considero que dialoga y comunica de forma asertiva, es flexible y también pone límites cuando sus valores no están siendo respetados.
-A su juicio, ¿qué queda por hacer para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres?
-La igualdad o desigualdad entre hombres y mujeres difiere mucho entre los diferentes países o regiones el mundo. En países con menores índices de desigualdad de género, como es el caso de España, tenemos la responsabilidad de construir una sociedad igualitaria en derechos. Esto, según mi opinión, deberá construirse desde el diálogo y el respecto, siendo la educación y la cultura los medios más poderosos para comunicar estos valores.
-En su empresa, ¿cómo se está trabajando para alcanzar esa igualdad?
-El acceso al mercado laboral y el crecimiento profesional de las mujeres son herramientas necesarias que nos acercan a una sociedad más igualitaria.
En el caso de Statkraft, trabajamos bajo un modelo que garantiza un entorno de trabajo seguro, diverso e igualitario. Una organización diversa e inclusiva resulta clave para satisfacer las expectativas internas y externas, y para hacer realidad la ambiciosa estrategia marcada por la compañía.
El objetivo del grupo es que las mujeres estén representadas en, al menos, el 40% de los puestos directivos en 2030. Para ello se han puesto en marcha diferentes iniciativas que impulsan su progreso, como plataformas de formación para toda la plantilla, de desarrollo del liderazgo y un programa de formación sobre prejuicios inconscientes.
Además, y en el contexto de Statkraft en España, contamos con la presencia de algunas compañeras en puestos de relevancia e importancia estratégica, lo que me alegra muchísimo.
-¿Qué aporta el liderazgo femenino en su empresa?
-La presencia de mujeres en puestos de liderazgo abre la posibilidad a nuevas formas de trabajo en equipo, estrategias a largo plazo sostenibles en el tiempo y el uso de una comunicación más asertiva e inclusiva. Cuanta más diversidad haya en una organización, más enriquecedoras serán las soluciones y aportaciones que se generen.
Considero que el liderazgo femenino pone de manifiesto la importancia del equilibrio entre el desarrollo profesional y personal, la fuerza y la creatividad, los planes estratégicos y el bienestar social.
Conviene recordar que, en el caso del sector energético, se trata de un ámbito tradicionalmente masculino, por lo que uno de los problemas sigue siendo la mayor representación de hombres en las organizaciones. Sin embargo, con la promoción de la formación y educación en carreras STEM (aquellas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) entre las niñas y jóvenes y, por supuesto, con la adopción de medidas que garanticen la igualdad de oportunidades en las empresas, poco a poco veremos a más mujeres en los puestos de alta dirección.