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Entrevista con Carmen de Rosa Torner, presidenta del Ateneo Mercantil de Valencia y de los ateneos de España.
Carmen de Rosa Torner es presidenta del Ateneo Mercantil de Valencia desde 2013, convirtiéndose en la primera mujer presidenta de esta entidad cultural fundada en 1879. Licenciada en derecho por la Universidad de Valencia, Master en Gestión Ambiental y funcionaria de la GVA, fue subdirectora general de Residuos de la Conselleria de Medio Ambiente.
Desde su incorporación a la junta directiva del Ateneo participó activamente por revitalizarla para remontar la crisis de finales de los 90. No solo alcanzó el objetivo de lograr un impulso enorme a la institución, tanto a nivel económico y social, sino que logró subir el listón de los socios a los casi 4.000 durante los primeros años.
¿Cómo ha llegado a ser una mujer empoderada?
Tener una buena educación en valores creo que es un paso esencial. En ese aspecto, mi familia ha sido un bastón de apoyo importante. No diferenciar entre hombres y mujeres a la hora de hacer frente a cualquier proyecto. La seguridad, la actitud y el conocimiento es parte fundamental también a la hora de afrontar desafíos. El mío fue aceptar el reto de gestionar una institución centenaria tradicionalmente con gran arraigo masculino, si bien hemos evolucionado hacia la igualdad. Debemos asumir desafíos, asumiendo que te puedes equivocar, pero a la vez que vas a aprender. Asumí mi condición de primera presidenta del Ateneo con naturalidad. Porque para mí la igualdad entre hombres y mujeres parte, primero, por no convertir en noticia algo que debe verse de forma normal.
¿Qué ha aportado el ser mujer en su visión para gestionar el Ateneo?
Creo que las mujeres solemos empatizar más desde nuestra experiencia a nivel organizativo. El emprendimiento, el talento y las ganas por crecer no entiende de géneros. En el Ateneo pensamos en el colectivo: en ellas y en ellos
¿Qué evolución ha experimentado el Ateneo desde que tomó las riendas en 2013?
Creo humildemente que hemos dado un salto cualitativo en todos los sentidos. Nos pusimos al frente de un Ateneo que aún estaba en el siglo XIX. No había una página web bien posicionada, ni teníamos redes sociales… Nuestra actividad social y cultural no era excesivamente amplia. Trabajábamos mucho hacia dentro, que puede ser normal, pero consideramos necesario abrirnos también hacia fuera para tener mayor visualización, como así nos contempla ahora la sociedad valenciana. El Ateneo es, hoy por hoy, una institución del siglo XXI.
Hemos dado en los últimos años un salto impresionante en cuanto a oferta cultural y actividades como exposiciones de primer nivel, acogemos congresos de ámbito nacional y conferencias con prestigiosos ponentes. Además, la pandemia nos ha hecho reinventarnos. Apostamos por ofrecer todas nuestras actividades de forma telemática cuando había restricciones y ese formato, unido al presencial, llegó para quedarse. Y como muestra, un botón: el canal Youtube del Ateneo, por ejemplo, cuenta en la actualidad con más de 60.000 suscriptores y sigue en aumento. Hemos rejuvenecido el mapa social y equiparado casi el número de hombres (50,87%) y mujeres (48,11%)
¿Qué políticas de igualdad se aplican?
En nuestras conferencias participan cada vez más mujeres, que se han abierto camino en una sociedad cada más igualitaria. Ofrecemos talleres literarios para mujeres, celebramos el día de la mujer como se merece, en todos los premios que otorgamos las mujeres ocupan la misma relevancia que los hombres. Nuestras socias ocupan casi el 50% del mapa social y en nuestra junta directiva, de 13 personas, hay 5 mujeres, que lideran diferentes comisiones. Hace una década, la presencia de la mujer era testimonial. Ahora somos un 38%. Buscamos gente implicada y capaz sin mirar el género.
¿Qué aporta el talento femenino al Ateneo?
Las mujeres, por nuestra forma de ser, solemos darle equilibrio y estabilidad a las cosas, a todo lo que nos rodea, sea a nivel de administración, gestión, empresa, etc. Tratamos de sacar los mejor de nuestro entorno y de nuestro equipo de trabajo. En el Ateneo contamos con varias comisiones y los trabajadores de la entidad son gente joven, muy capacitada y eficiente en todos los sentidos. Esa conjugación de valores humanos y preparación profesional nos hace crecer día a día.
Ahora que comienza a hablarse de recuperación, ¿qué pueden aportar las mujeres a ese mundo pospandemia?
La mujer decidida, que disfruta con lo que hace, siempre aportará dedicación y constancia. En época de crisis lo que debemos es aunar el liderazgo de todos, hombres y mujeres. En el Ateneo hemos aprendido una lección durante la pandemia, y es que juntos somos más fuertes. Durante los peores momentos, en pleno confinamiento, nos coordinamos para teletrabajar y no dejamos que ningún socio cayera en el olvido. Contactábamos con ellos de forma aleatoria, les servíamos contenidos de distracción para que no se sintieran solos y nos han agradecido esa fidelidad.
Ahora que volvemos a recuperar cierta normalidad, nos hemos afianzado como una institución que no para de proponer actividades para nuestros socios y para el público en general que nos sigue telemáticamente desde diferentes puntos de España y otros países de habla hispana.