“En Manuela Conejero la igualdad no es solo un propósito, sino una realidad que se refleja en nuestras políticas internas”

Entrevista a María Ángel Conejero, CEO de Manuela Conejero

Soy María Ángel Conejero, CEO de la empresa familiar Manuela Conejero, especializada en instalación y mantenimiento de sistemas contra incendios. Este año celebramos con orgullo nuestro 50 aniversario, medio siglo de compromiso con la seguridad y la protección de personas y espacios. A lo largo de estos años, hemos evolucionado y crecido, adaptándonos a las necesidades del sector y apostando siempre por la innovación y la calidad en cada uno de nuestros proyectos.

Nuestra empresa no solo busca ofrecer un servicio técnico impecable, sino también generar un impacto positivo en la sociedad, promoviendo valores como la igualdad, la formación y la inclusión en un sector históricamente masculinizado.

-Para usted, ¿qué significa ser una mujer empoderada?

-Para mí, el empoderamiento femenino es encontrar un equilibrio entre las expectativas sociales y nuestras necesidades individuales, sin sentirnos obligadas a cumplir con estándares ajenos. Se trata de tomar nuestras propias decisiones con libertad, seguridad y confianza, eligiendo dónde, cómo y con quién queremos estar en cada momento de nuestras vidas.

Además, el empoderamiento implica reconocer nuestra valía y no minimizar nuestros logros, entender que tenemos derecho a ocupar cualquier espacio que deseemos, sin limitaciones impuestas por nuestro género. Es vivir en sintonía con nuestros valores y sentirnos realizadas en todas las facetas de nuestra vida.

-A su juicio, ¿qué queda por hacer para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres?

-Aunque hemos avanzado mucho en términos de igualdad, aún queda camino por recorrer. Desde mi punto de vista, lo primero es superar la idea de que somos rivales. Hombres y mujeres debemos trabajar en equipo y colaborar, sumando nuestras fortalezas para crear un entorno más equitativo y justo.

Es fundamental seguir impulsando políticas de conciliación laboral, fomentando el acceso a puestos de responsabilidad sin que el género sea un factor determinante. También debemos seguir apostando por la educación en igualdad, rompiendo estereotipos desde la infancia para que las próximas generaciones crezcan con una visión más inclusiva y equitativa.

La igualdad real no significa que todos seamos idénticos, sino que tengamos las mismas oportunidades, derechos y reconocimiento, independientemente de nuestro género.

-En su empresa, ¿cómo se está trabajando para alcanzar la igualdad?

-En Manuela Conejero, la igualdad no es solo un propósito, sino una realidad que se refleja en nuestras políticas internas. Creemos en el talento y la capacidad de cada persona, sin distinción de género, por lo que ofrecemos las mismas oportunidades y condiciones de trabajo para todos nuestros empleados.

Nuestro sector, el de la protección contra incendios, ha estado tradicionalmente dominado por hombres, especialmente en el área técnica. Sin embargo, cada vez recibimos más candidaturas femeninas, lo que demuestra que poco a poco se está rompiendo esa barrera.

Actualmente, somos una de las pocas empresas del sector que cuenta con mujeres en plantilla como técnicos de mantenimiento cualificados, un paso importante hacia la normalización de la presencia femenina en este ámbito. Queremos que nuestro equipo refleje la diversidad y el talento, sin prejuicios ni limitaciones.

-¿Qué aporta el liderazgo femenino en su empresa?

-Desde mi experiencia, el liderazgo femenino aporta una perspectiva más holística, que no solo se centra en los objetivos empresariales, sino también en el bienestar emocional y relacional de las personas que forman parte de la empresa.

En Manuela Conejero, nos consideramos una gran familia, y mi enfoque como líder es fortalecer esa cultura de cercanía y apoyo. Un equipo motivado y en equilibrio es un equipo más productivo y comprometido.

Además, creo firmemente en un liderazgo basado en la empatía, la comunicación y la cooperación, valores que tradicionalmente se han asociado al liderazgo femenino, pero que son clave en cualquier tipo de organización que aspire a ser sostenible y eficiente.

-Ante la actual coyuntura, ¿qué beneficios aporta la mirada femenina?

-Las mujeres hemos aprendido a gestionar múltiples desafíos y adaptarnos a diferentes escenarios, lo que nos permite ofrecer enfoques innovadores y soluciones más versátiles en la toma de decisiones.

En un contexto empresarial cada vez más cambiante, esta capacidad de adaptación es un valor diferencial. La mirada femenina aporta una sensibilidad especial a la hora de gestionar equipos, resolver conflictos y buscar soluciones que beneficien a todos.

Además, la diversidad en la dirección de una empresa enriquece la visión estratégica y mejora la toma de decisiones, ya que se tienen en cuenta perspectivas diferentes para abordar los retos. Un equipo equilibrado, donde hombres y mujeres trabajen juntos, genera más creatividad, innovación y mejores resultados.