Este año ABG Intellectual Property ha inaugurado su oficina en Valencia. Es la cuarta sede en la que está presente esta firma de protección de la propiedad industrial e intelectual que Financial Times sitúa como el mejor despacho de patentes de España y en el top 5 de Europa.
En esta entrevista hablamos con dos de sus representantes: su fundador y socio director, Juan Arias, y con el responsable de su oficina en Valencia, Jorge Ibor.
-Juan, ¿por qué Valencia?
-La Comunidad Valenciana es la cuarta autonomía en presentación de solicitudes de patente europea, que es la actividad con más peso para nuestra empresa. Además, la región está por encima de la media nacional en el índice de innovación que elabora la Comisión Europea y sus empresas superan el promedio en cuanto a gasto en innovación sobre cifra de negocio. Tras Madrid, Barcelona y Bilbao, Valencia tenía que ser nuestro siguiente destino.
-¿Tienen ya clientes en Valencia o buscan abrir mercado con esta nueva oficina?
-Ambas cosas. En ABG tenemos clientes no sólo en toda España, sino también en el extranjero. En la Comunidad Valenciana en concreto, trabajamos con empresas de varios tamaños, centros de investigación y universidades. Además, como estamos organizados en base a los servicios que prestamos en los diferentes sectores y no según la localización, podemos atender las necesidades de organizaciones que investigan e innovan en cualquier área: desde química o materiales a biotecnología, ingeniería o tecnologías de la información.
-Y, ¿qué hace diferente a ABG de otras firmas del sector de la propiedad industrial e intelectual?
-Creo que el equipo que tenemos marca la diferencia. Somos 73 personas en total, de los cuales 22 somos Agentes de Patentes Europeas,lo que nos convierte en la firma española con más representantes ante la Oficina Europea de Patentes. Para quien no esté familiarizado con esta profesión permíteme mencionarque quienes contamos con esta cualificación no somos abogados, sino químicos, ingenieros, biólogos, matemáticos,… esta formación nos permite entender las invenciones de nuestros clientes en profundidad.
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Por otro lado, tenemos también una formación jurídica especializada en el sistema de patentes a nivel nacional e internacional que es lo que nos permite diseñar una estrategia de protección legal para las invenciones de nuestros clientes acorde a sus necesidades y a sus intereses comerciales y tramitar patentes, marcas, diseños industriales u otras modalidades.
-El responsable de su oficina en Valencia es Jorge Ibor, un joven biotecnólogo valenciano en cuyo currículum destaca su paso por la Oficina Europea de Patentes.
-Efectivamente, sus vínculos con la región y su talento son lo que nos ha llevado a apostar por una persona joven como Jorge.
Tras la apertura de nuestra segunda oficina en Barcelona en 2007, probamos con éxito esta fórmula en Bilbao hace una década, es decir, poner al frente a un profesional emprendedor, con iniciativa y con experiencia en el extranjero, cuya trayectoria fuera evolucionando en paralelo a la de la oficina. Y tengo que decir que fue todo un éxito.
Nuestra presencia tanto en Cataluña como en el País Vasco ha ido creciendo de forma orgánica y sostenible desde entonces. Poco a poco hemos ido ampliando sendos equipos y ahora ya cubrimos todas las áreas técnicas en las dos regiones. Estamos convencidos de que en Valencia seguiremos ese mismo camino y de que Jorge es la persona idónea para liderar el proceso.
-Jorge, entonces ¿tú sí que eres “profeta en tu tierra”?
-Así es, y la verdad es que estoy encantado de que así sea. Creo que es innegable el espíritu creativo y el talento que se atesora en esta tierra y que contribuimos de una forma importante al progreso tecnológico de España. De hecho, antes mencionaba Juan el número de solicitudes de patente europea que es un indicador clave de la innovación entendida no solo como un motor de progreso, sino también de crecimiento económico y tengo que decir que en 2023 aumentaron un 9% en la Comunidad Valenciana, 158 en total.El tope de 165 solicitudes de patentes europea que la pandemia impulsó en 2021 está ahora a la vista.
Jorge Ibor, responsable de la oficina de ABG IP en Valencia
-Pero, ¿tener una patente da dinero?
-No se trata tanto de que estos activos den dinero, que lo dan en muchas ocasiones, sino más bien de que las patentes generan industria y empleo de calidad en la Comunidad Valenciana.
Según un estudio europeo reciente, las organizaciones con derechos de propiedad industrial (patentes, marcas y diseños) cuentan con un 163% de trabajadores más, con salarios un 19% más altos y un 20% más de ingresos por empleado. Ese es el desarrollo que quiero para mi tierra y creo que esta nueva oficina de ABG va a contribuir poderosamente a aumentar la concienciación de la importancia de proteger los frutos de la creatividad y el talento valencianos.
-Y, si las patentes no dan dinero per se, ¿cómo se obtienen esos resultados?
-Por un lado, por la concesión de licencias para el uso de los intangibles y, por el otro, porque a la hora de atraer financiación, los derechos de propiedad industrial son claves. Para los inversores, las organizaciones valencianas que son titulares de patentes y marcas transmiten una solidez y una seriedad que tienen muy en cuenta a la hora de proporcionar financiación.
La obtención de esos derechos se ve como una experiencia en la gestión, un conocimiento sobre el mercado y una garantía de futuro; además son una herramienta que puede ser muy útil, por ejemplo, para la evolución de un proyecto, ya sea ante una negociación con un proveedor o para establecer alianzas con un posible socio. Los fondos de inversión lo saben y es cuestión de tiempo que esa mentalidad se extienda también entre las empresas valencianas.
-Y, ¿quiénes son los solicitantes de patentes europeas de la Comunidad Valenciana?
-En la región el ecosistema de innovación está mayormente integrado por universidades, centros de investigación y centros tecnológicos. De hecho, este año hemos vuelto a ver a una entidad valenciana en la lista de las diez organizaciones españolas que más solicitudes de patente europea presentan. En 2023 la Universidad de Valenciapresentó 13 solicitudes de patente europea, una más que las 12 presentadas en 2022 por la Universitat Politècnica de València.
A la vista de los datos, lo que está claro es que ambas instituciones académicas tienen una excelente capacidad para competir en el escenario europeo de la innovación.También creo que es evidente que en el tejido empresarial valenciano todavía hay un amplio margen de mejora en lo que a protección legal de invenciones se refiere y es precisamente en ese punto en el que creo que podemos contribuir en ABG desde nuestra nueva oficina.
-¿Se puede sacar alguna otra conclusión de estas buenas cifras?
-Creemos que estos datos podrían reflejar un incremento en la concienciación sobre el valor de las patentes como herramienta indispensable para capitalizar los resultados de la investigacióny atraer financiación; una ventaja mucho más frecuente y menos conocida que la función de litigar ante infracciones que, si bien es lo primero que se viene a la cabeza al hablar de patentes, no es el objetivo de la mayoría de los titulares de estos derechos de propiedad industrial.