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KAMAX SLU es uno de los principales proveedores tecnológicos de tornillería y fijaciones de alta resistencia para la industria de automoción y el mayor fabricante de tornillería de automoción en España. La empresa emplea a cerca de 300 personas en Museros y forma parte del Grupo KAMAX global, que facturó más de 1.100 millones de euros el año pasado.
El nuevo dúo Directivo de KAMAX SLU, Felipe Sales, Director General de Operaciones (COO), y Pedro Sáez, Director General Financiero (CFO), llevan en el cargo uno y dos años, respectivamente. Son las nuevas caras que lideran el cambio hacia una nueva era. Un cambio necesario, además, porque la industria del automóvil en Europa se encuentra inmersa en una gran transformación.
-Ustedes se hicieron cargo de la empresa en un momento en el que todo el sector se encuentra en pleno cambio. ¿Cómo ha sido 2024 para KAMAX?
-La incertidumbre que estamos viviendo en el sector de la automoción en Europa ha provocado que la demanda caiga de forma generalizada y drástica; en nuestro caso, a pesar de tener una gama de productos muy diversificada, atendemos la demanda de turismos y vehículos industriales, terminaremos el año con un volumen de operaciones ligeramente inferior al de 2023, en torno a 453 millones de piezas.
Aun así, estas fluctuaciones son contratiempos que sabemos y debemos gestionar. Podemos afirmar que 2024 será otro año con resultados positivos. KAMAX SLU seguirá siendo una empresa rentable y estable.
-KAMAX no siempre ha estado donde está ahora. Está presente en la Comunitat Valenciana desde 1952, ¿cuál ha sido la evolución de la empresa?
-En la actualidad, suministramos nuestros productos a prácticamente todos los grandes fabricantes de automóviles. Servimos a más de 30 países, con una cifra de exportación superior al 95% de nuestra facturación.
Ha sido un camino largo para llegar hasta aquí e inimaginable durante mucho tiempo. Desde la fundación de la empresa en 1952 con el nombre de Tornilleria Universal, SA (TUSA), se ha producido una transformación total desde el punto de vista tecnológico, comercial y cultural.
En los años 60, empezamos a suministrar a clientes de automoción establecidos en España. En la década de los 70, un gran fabricante de automóviles estadounidense nos nombró proveedor distinguido, estableciendo alianzas en el lanzamiento de la primera versión de un icónico modelo de automóvil en España y otros lanzamientos en Europa. Esto abrió a KAMAX Museros al mercado exterior.
Fue en los años 80 cuando la multinacional alemana KAMAX entró en el accionariado de TUSA y finalmente adquirió el 100% del control de la empresa, llevando el negocio a otro nivel de profesionalidad y enfoque tecnológico.
En estos más de 70 años hasta hoy, hemos contribuido al desarrollo socioeconómico de la provincia de Valencia, habiendo pasado por la fábrica de Museros más de 3 generaciones de trabajadores.
-La I+D es una de las principales prioridades de KAMAX para mantener y ampliar este éxito. ¿Qué medidas están tomando?
-En primer lugar, sabemos que nuestro éxito radica en mantener y potenciar nuestro know-how interno; entendemos que el capital humano es tanto o más importante que el tecnológico.
En KAMAX Museros contamos con un centro de formación dentro de nuestras instalaciones, desde donde desarrollamos la formación profesional dual desde 2014. Además, nuestro equipo cuenta con su propio departamento de Tecnología, liderado por uno de los mayores expertos en estampación en frío de Europa, José Puchau.
Hace unos años entendimos que el futuro está en la fabricación de piezas más complejas que aporten mayor valor añadido y es ahí donde estamos intentando posicionarnos. La producción en serie de tornillos con geometrías sencillas está prácticamente al alcance de cualquiera que pueda adquirir la maquinaria que ofrece el mercado. El factor diferencial es ser capaces de diseñar procesos de fabricación que permitan la producción de componentes con geometrías y prestaciones más sofisticadas a escala industrial. Contamos con un equipo con una enorme experiencia que está realizando un excelente trabajo para dominar esta tarea. Este liderazgo tecnológico es clave para seguir siendo una empresa de éxito.
Por ello, desde 2019 hasta la fecha, hemos invertido más de 25 millones de euros en maquinaria para ampliar la capacidad y las prestaciones. Contamos con un parque de 65 máquinas entre prensas, roscadoras, líneas de tratamiento térmico y máquinas de visión artificial.
-¿Por eso también acaban de adquirir una participación mayoritaria en la empresa valenciana Galol? ¿Qué aportará esto a la empresa?
-Galol -que ahora se llama KAMAX Galol- es uno de los principales proveedores de recubrimientos electrolíticos y líder nacional en recubrimientos orgánicos para piezas metálicas. Tener este proceso en casa, a tan sólo 80 km, es una ventaja competitiva, siendo esta integración vertical una decisión clave y estratégica que ayuda a KAMAX Museros a seguir desarrollando sus operaciones en Valencia.
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El proceso de producción en KAMAX Museros comienza con un proceso de fosfatado químico que prepara el acero para su estampación en frío en prensas de alto tonelaje. Una vez conformado el acero en tornillo, pasa por otros procesos intermedios de roscado, para finalmente recibir un tratamiento térmico que le confiere la dureza necesaria para cumplir con los requisitos de seguridad y calidad.
Es KAMAX Galol quien finaliza el proceso de transformación con un recubrimiento químico/electrolítico resistente que confiere al tornillo propiedades anticorrosión y antifricción, incluso estéticas.
-Sin embargo, KAMAX no puede escapar a las crisis externas de la industria automovilística. ¿Cómo valora el momento actual de incertidumbre en la industria?
-La industria del automóvil vive un momento histórico de disrupción y ruptura con todos los dogmas que han venido regulando este mercado. Estamos en la transición hacia un nuevo modelo de movilidad que todavía nadie es capaz de dimensionar, ni los actores industriales ni la administración. El propio consumidor final no sabe qué tipo de vehículo comprar ni el horizonte en el que hacerlo.
Todo esto genera incertidumbres y quienes más están sufriendo esta volatilidad son los fabricantes tradiciones (OEM’s), las marcas de coches que todos hemos comprado durante los últimos 40-50 años. Estamos ante otra revolución industrial, como las vividas en otros momentos de la historia, y simplemente hace falta tiempo para adaptarnos a otros modelos de negocio, a otras alianzas, a otras tecnologías de propulsión y a otro paradigma, como decíamos antes, de movilidad.
La clave no es sólo desarrollar otras tecnologías, sino hacerlo de forma competitiva, tanto o más que la forma en que se desarrollaron los motores diésel y de gasolina en Europa y Estados Unidos hace unas décadas. Digamos que hay que centrarse en qué cambiar y qué hacer para competir con otros mercados emergentes que sin duda nos llevan ventaja en la producción a escala de coches eléctricos.
Ante esta coyuntura, KAMAX se adaptará proactivamente a lo que demande el mercado, ofreciendo soluciones a sus clientes y desarrollando tornillos más ligeros, que garanticen la estanqueidad o favorezcan la conductividad de los coches eléctricos, por ejemplo. Estamos ante una oportunidad para el desarrollo de nuevos productos con mayor valor añadido.
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