Mi nombre es Alejandra, soy graduada en International Business y CEO de Vivifay Rental Homes. Desde que terminé la universidad, he trabajado en sectores muy diferentes como el naval o el de seguros, y en ciudades muy diferentes también como Marsella, Madrid o Ciudad de México.
Tras varios años compaginando la gestión del patrimonio familiar con otros puestos de trabajo, Vivifay nace con la idea de ayudar a todas aquellas personas que, a través de las viviendas, quieren obtener unas rentas de forma segura y sin que esto suponga sacrificar su tiempo.
Llevamos a cabo inversión inmobiliaria llave en mano seleccionando viviendas rentables, adecuándolas y gestionando su alquiler, además gestionamos cualquier tipo de alquiler y comercialización de inmuebles.
Trabajamos con gran cantidad de clientes extranjeros, quienes confían en nosotros para representarlos en la compra y gestión de sus propiedades aquí.
A pesar de estar en un sector duro por la gran cantidad de competencia que hay, para nosotros, nuestros valores son fundamentales. Creemos que la honestidad, la transparencia y, sobre todo, actuar siempre de buena fe son algunas de las claves del éxito. Alguien que nos confía su casa, después del esfuerzo que supone comprarla, se merece como mínimo estos valores, además de protegerla y rentabilizarla al máximo.
-Diversos informes señalan que el liderazgo femenino aporta creatividad e influye en la mejora de la competitividad empresarial. En su empresa, ¿qué ha aportado?
-En nuestro caso, somos dos socios, mi hermano y yo. A los hermanos mayores siempre nos toca el papel de abrir los nuevos caminos y dejarlos preparados para los siguientes. En este caso, ambos empezamos este camino juntos enfrentándonos a la odisea que es el emprendimiento en este país, pero es cierto que, en mi caso, al tener más experiencia laboral y haber trabajado tanto en multinacionales como pymes, la creatividad y la capacidad de desarrollar nuevas soluciones se multiplica.
-¿Se ha encontrado con problemas para desarrollar su carrera por ser mujer? ¿Cómo les ha hecho frente?
-En mi caso, nunca me he encontrado con este problema en España. Aunque sí que es verdad que, durante el tiempo que estuve trabajando en México, y trabajando en el sector naval/petrolero (sector extremadamente masculino), en alguna ocasión sí que noté que se me cuestionaba en ciertas tareas o negociaciones hasta que, poco a poco, dejaron de hacerlo. En este caso también hay que tener en cuenta dos factores clave del país como son la cultura y el sector. Y ¡Ojo! Amo México y para mí es mi segunda casa.
Alejandra Magdalena Pérez, graduada en International Business y CEO de Vivifay Rental Homes
. También creo que muchas veces, (y depende mucho de la historia personal de cada una) a muchas mujeres les falta seguridad y creerse lo buenas y válidas que son a la hora de defender un proyecto, una idea, o incluso al hacer una entrevista etc. El hecho de ir predispuesta a que nos vayan a cuestionar, a no poder defender nuestro trabajo etc. lo único que consigue es que, efectivamente, mostremos inseguridad. ACTITUD en la vida para todo. La actitud multiplica. La actitud es la mayor aliada que tenemos para defendernos, para convencer, para atraer… En México hay un dicho que dice “Así te veo, así te trato” y es totalmente cierto. Si tú proyectas una imagen de seguridad y de profesionalidad, tienes el 80% ganado. -Planes de igualdad, ley de paridad, discriminación positiva… ¿qué medidas considera necesarias para seguir avanzando en la igualdad de oportunidades? EDUCACIÓN. Creo que la base fundamental que evitaría que todos estos temas no fuesen un-tema como tal, es la educación. Una educación basada en la igualdad y la complementariedad de hombres y mujeres. Igualdad en cuanto a derechos y la complementariedad en cuanto a habilidades y aptitudes. A pesar de que es un tema bastante politizado, no deberíamos caer en la trampa de aquellos que quieren enfrentarnos. Por naturaleza, el hombre y la mujer somos complementarios, y no se trata de imponer la superioridad de ninguno de los dos. Educar a nuestros hijos y ser conscientes como padres de que esos niños, son el futuro de un país y que, de sus valores, depende hacer de España y del mundo un país mejor, más sensato y, sobre todo, más humano.