“La incorporación de la mujer a los puestos directivos ha aportado pluralidad a la toma de decisiones”

Entrevista a Paula Giménez, consejera de Lavinia y delegada de Asisa en Alicante

«El papel de la mujer en el ámbito sanitario se ha transformado en las últimas décadas, especialmente, en el ámbito de la gestión. La presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y de alta dirección empieza a ser habitual en las empresas sanitarias. Esto no era así cuando yo comencé mi carrera profesional como médica especializada en neurofisiología clínica y medicina del sueño», apunta Paula Giménez, consejera de Lavinia y delegada de Asisa en Alicante. Sin embargo, Paula Giménez resalta que, a pesar del avance, «y aunque en el ejercicio de la medicina prácticamente no hay diferencia entre hombres y mujeres, la realidad es que las dificultades llegan cuando intentas optar a algún puesto de responsabilidad y se multiplican en el caso de esos puestos de gestión y alta dirección, donde es evidente que la mujer sigue infrarrepresentada. La alta dirección sigue ocupada mayoritariamente por hombres y, además, las mujeres seguimos asumiendo la mayor parte de la responsabilidad del hogar y la familia. Alcanzar un cargo de dirección en este escenario es complicado y obliga a realizar un gran esfuerzo».

-A su juicio, ¿qué queda por hacer para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres? 

Aunque hemos avanzado mucho en los últimos años, todavía queda camino por recorrer. Por eso, es muy importante que la sociedad siga siendo consciente de que la igualdad real entre hombres y mujeres no solo es una cuestión de justicia social, sino también de eficiencia y sostenibilidad. A partir de este planteamiento, creo que debemos trabajar en tres grandes ámbitos. 

Por un lado, romper los techos de cristal y las barreras invisibles, pero muy reales, que siguen dificultando el acceso de las mujeres a los puestos de alta dirección; para ello es necesario modificar los criterios y las políticas de selección y promoción con el objetivo de corregir algunos sesgos inconscientes que limitan el ascenso de las mujeres. 

En segundo lugar, queda mucho por hacer en materia de conciliación, corresponsabilidad y flexibilidad. Las mujeres siguen asumiendo mayoritariamente el peso de los cuidados y dedicando más tiempo a las tareas del hogar, lo que en muchas ocasiones supone un freno a sus carreras profesionales. Hay que seguir construyendo una cultura de la corresponsabilidad que debe apoyarse necesariamente en modelos de trabajo más flexibles que fomenten el reparto equitativo de tareas. 

En tercer lugar, es imprescindible dar visibilidad a referentes femeninos en todos los ámbitos, especialmente en los sectores STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Los programas de desarrollo de liderazgo femenino son herramientas clave para empoderar a las nuevas generaciones y acelerar el cambio. 

-En Asisa, ¿cómo se está trabajando para alcanzar esa igualdad? 

-Asisa desarrolla un plan de igualdad, consensuado entre empresa y trabajadores, que incluye medidas para eliminar cualquier forma de discriminación en la compañía; favorecer la conciliación; y mejorar la presencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad en los que todavía se encuentra infrarrepresentada. 

-Para usted, ¿qué significa ser una mujer empoderada? 

-El empoderamiento es sinónimo de libertad, de poder elegir en todos los ámbitos de tu vida (labora, familiar y personal) sobre lo que quieres ser, lo que quieres hacer y cómo hacerlo sin que ninguna barrera o convención social te lo pueda impedir. Una mujer empoderada es una mujer libre que puede tomar sus decisiones con total independencia y en igualdad de condiciones respecto a cualquier otra persona. 

-¿Qué aporta el liderazgo femenino en Asisa? 

-No creo que el liderazgo sea mejor o peor dependiendo de que lo ejerza un hombre o una mujer. De hecho, lo que marca realmente la diferencia es un liderazgo que permita superar los estereotipos que prejuzgan la aportación a la empresa en función de nuestro género. La presencia de mujeres en puestos directivos gracias a su formación, experiencia, compromiso personal o capacidad de trabajar en equipo sin duda ayuda a romper esos prejuicios. En este sentido, Asisa ha dado en los últimos años pasos muy importantes para avanzar en la igualdad real, favorecer la incorporación de las mujeres a los puestos de alta dirección y reducir la brecha salarial. Queda mucho por hacer, pero el compromiso de Asisa con la igualdad plena no tiene marcha atrás porque somos conscientes de que cuanto más equitativo es el entorno laboral, más se favorece la innovación, la retención del talento y el éxito de las organizaciones. 

-Ante la actual coyuntura, ¿qué beneficios aporta la mirada femenina? 

-La incorporación de las mujeres a los puestos directivos ha aportado pluralidad a la toma de decisiones, ha ampliado los puntos de vista y los enfoques y ha generado equipos más integrados. Esa pluralidad fomenta la deliberación y enriquece cualquier debate, permite detectar nuevas realidades y generar respuestas diferentes a los retos y desafíos. En definitiva, hace que nuestras empresas avancen más deprisa y con mayor ambición para transformar la realidad.