Entrevista a Kristell Santander Tarín, CEO de Neval
Soy Kristell Santander Tarín, Ingeniera agrónoma y Nematóloga, fundadora y directora de investigación de NEVAL Grupo Farmalent S.L., una empresa de Ensayos y de investigación agrícola, Pioneros en estudios de nematología y el desarrollo de estrategias y productos sostenibles para mejorar la productividad agrícola (Fitosanitarios, Bioestimulantes, trampeo etc). Desde nuestra sede en la Comunidad Valenciana, llevamos a cabo ensayos técnicos para evaluar la eficacia de productos innovadores de empresas de Agroquímicos, Bioestimulantes, sector agro en general y ayudar a agricultores y empresas a afrontar retos globales como el cambio climático y la seguridad alimentaria. Nuestro compromiso también incluye la promoción del talento femenino en el ámbito científico. -Para usted, ¿qué significa ser una mujer empoderada? -Aunque esta palabra no me representa, para mí, ser una mujer empoderada no significa alcanzar un poder sobre los demás, sino tener la capacidad de tomar decisiones propias, construir tu camino con determinación y superar los desafíos que plantea un mundo muchas veces desigual. Es encontrar fuerza en la colaboración, apoyarnos en otras personas y demostrar que no existen esas diferencias por género. Sobre todo, actuar con autenticidad y valores. Cuando comencé en el mundo de los fitosanitarios, era muy raro ver una mujer que estuviera en el campo haciendo investigación: eso incluía que tenía que seleccionar el campo, aplicar los fitosanitarios con cronómetro, controlar de maquinaria y de volúmenes de caldo, si esto no lo haces bien, las evaluaciones de eficacia del producto no tendrían sentido y la estadística tampoco. Por tanto era un trabajo para un investigador en mi caso investigadora, pero los hombres al principio dudaban de si sabría o podría manejar una máquina, hasta que veían que sí, que lo hacía y muy bien. En ocasiones la mejor forma de reivindicar que puedes hacer algo es haciéndolo. He sido profesora de cursos para manipuladores de plaguicidas en el que el 100% eran hombres y cuando me veían en las prácticas con el EPI, bajando una máquina sola del coche y unas garrafas de 30 L se ponían a aplaudir. En todo en esta vida, hay gente que puede y gente que no puede hacer ciertas tareas, por ejemplo: a mí me pones a hacer una maratón y no corro más de 5 km ahora mismo, y no es porque sea mujer, es porque no estoy entrenada en estos momentos, o simplemente porque no me gusta correr. Ahora estoy en una etapa de mi vida diferente, y aunque adoro el campo, ya no lo vivo desde esa fase, así que he dado paso a las nuevas generaciones en esta tarea, pero la sigo realizando en formaciones o bien las hacen otras científicas que trabajan en NEVAL y están muy capacitadas, como podéis ver en nuestro instagram. -A su juicio, ¿qué queda por hacer para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres? -Aún queda un largo camino por recorrer, sobre todo en la ruptura de estereotipos de género que limitan las elecciones personales y profesionales desde edades tempranas. El sistema educativo debería impulsar más el conocimiento, aunque sea grosso modo de cada profesión, de esta manera abriríamos más mentes y tal vez no habrían tantas carreras STEM, subiría el nivel de emprendimiento, la comprensión de lo que implica cada profesión, el tema del absentismo, son motivos por los que hasta ahora a las mujeres han sido vistas de otra forma en el terreno laboral. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el tercer trimestre de 2024, España contaba con un total de 21.823.000 personas ocupadas. De este total, 11.640.000 eran hombres y 10.183.000 eran mujeres. El absentismo laboral se situó en 2023 en 7.2% total, superando en un 40% las mujeres a los hombres. Es fundamental fomentar modelos diversos en el ámbito educativo y profesional, aumentar la participación de las mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres, y garantizar que la conciliación laboral y familiar sea una realidad para ambos géneros. También es crucial seguir trabajando en políticas que reduzcan la brecha salarial y promuevan el acceso equitativo a posiciones de liderazgo. -En su empresa, ¿cómo se está trabajando para alcanzar esa igualdad? -En NEVAL, la igualdad es una prioridad tangible. Contamos con un equipo en el que las mujeres lideran proyectos clave de investigación y participamos activamente en iniciativas que promueven el papel de la mujer en la ciencia, como GIRLS4STEM y FEMSTEM, WomeninTurf, y charlas en colegios. También nos esforzamos por crear un entorno laboral flexible, donde las responsabilidades familiares y laborales puedan equilibrarse sin penalizaciones. Consideramos que la diversidad es una fortaleza, y esto se refleja en la toma de decisiones y en nuestro éxito como empresa. En NEVAL no son importantes el género o las ideologías, es importante el talento y la actitud que una persona muestre. -¿Qué aporta el liderazgo femenino en su empresa? -El liderazgo femenino aporta una perspectiva más empática y colaborativa, elementos que considero esenciales para la innovación y el desarrollo sostenible. En NEVAL, estas cualidades nos han permitido construir un equipo cohesionado y orientado hacia soluciones. Además, creo que las mujeres suelen destacar en la capacidad de abordar problemas de manera integral, considerando tanto los resultados inmediatos como las consecuencias a largo plazo, algo fundamental en la investigación agrícola. -Ante la actual coyuntura, ¿qué beneficios aporta la mirada femenina? -En tiempos de cambio y crisis, la mirada femenina ofrece una visión integradora que da prioridad a la sostenibilidad, la colaboración y el bienestar de las personas. Estas cualidades son especialmente relevantes en sectores como la agricultura, donde la toma de decisiones no solo afecta a la productividad, sino también a comunidades enteras y al medio ambiente. La diversidad de pensamiento que trae consigo la mirada femenina permite encontrar soluciones más innovadoras y equilibradas frente a los desafíos actuales.Equipo de Neval en un ensayo de la fresa