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Entrevista a Paula Giménez, delegada de Asisa en la provincia de Alicante
Desde muy pequeña, Paula Giménez, ha tenido una vocación médica muy marcada y muy influida por su padre, que era traumatólogo. La delegada de Asisa en la provincia de Alicante es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Miguel Hernández de Elche, especialista en Neurofisiología Clínica y Médico Experto en Medicina del Sueño. «La Neurofisiología Clínica es una especialidad muy amplia, aunque siempre tuve claro que me quería dedicar a la Medicina del Sueño. Puse mucho empeño, durante los años de residencia, en formarme en la patología del sueño, tanto en el Hospital General Universitario de Alicante, como en las Unidades del Sueño del Hospital Gregorio Marañón y la Clínica Dexeus, y desde 2005 dirijo la Unidad del Sueño de HLA Vistahermosa, que se ha consolidado como una referencia en un área cada vez más demandada», afirma. Además, recientemente ha completado un Executive Máster en Dirección de Organizaciones Sanitarias por ESADE
Y aunque mantiene su labor asistencial, desde marzo de 2016, Paula Giménez es la delegada de Asisa en la provincia de Alicante, «me dedico a la gestión sanitaria. Desde este cargo, gestiono la actividad de la aseguradora en la provincia. Asisa lidera el seguro de salud en Alicante desde hace muchos años apoyada en un modelo cooperativo que nos permite ejercer una medicina de calidad basada en la confianza entre médico y paciente, sin intermediarios».
¿Qué ha aportado el ser mujer a su visión de la empresa?
Durante muchos años se ha asociado el liderazgo femenino con una mayor orientación hacia las personas o con predominio de lo emocional. En mi caso, creo que mi condición de mujer me ayuda a comunicarme de forma diferente, sin temor a expresar emociones y a trabajar mejor en equipo, al servicio de un objetivo común. Creo que las mujeres empatizamos muchísimo más, escuchamos más y esa capacidad nos permite aportar algunos elementos clave para que nuestras empresas sean más eficaces y más eficientes. Entre ellos, destacaría la capacidad para gestionar equipos y mantenerlos motivados.
¿Qué referentes femeninos han influido en su carrera?
Me encantaría responder a esta pregunta y citar a muchos referentes femeninos que me hayan marcado, pero no puedo hacerlo. Aquí está uno de los grandes problemas de nuestra sociedad: la falta de referentes femeninos en muchos ámbitos, especialmente en las especialidades técnicas y científicas. Todos conocemos a Marie Curie, a muchos les sonará Florence Nightingale, referente de la enfermería moderna, o Ada Lovelace, la matemática que sentó las bases de la informática. Pero nos faltan referentes más cercanos; necesitamos que se conozca más la aportación de las mujeres a la ciencia, a la medicina, a las disciplinas científicas. Es una tarea pendiente, esencial para avanzar hacia la igualdad plena.
¿Qué barreras siguen habiendo a la hora de que las mujeres accedan a los puestos de decisión de las empresas?
Diversos estudios apuntan la imposibilidad de conciliar la maternidad y la carrera profesional como uno de los principales obstáculos a los que nos enfrentamos las mujeres para acceder a puestos directivos. También hay factores culturales, en sectores que han estado tradicionalmente dominados por hombres.
En otros casos, hay barreras que nos autoimponemos las mujeres. A mayor responsabilidad se vuelve más difícil la conciliación y eso nos empuja, en ocasiones, a tirar la toalla. Esto ocurre con frecuencia en el ámbito sanitario, donde las mujeres somos mayoría en el ámbito asistencial, pero muy pocas en el ámbito de la gestión sanitaria. Necesitamos ser más ambiciosas.
¿Se ha encontrado con problemas para desarrollar su carrera por ser mujer? ¿Cómo les ha hecho frente?
En el desempeño asistencial casi no hay diferencias entre mujeres y hombres, pero cuando intentas optar a una jefatura de servicio o, sobre todo, a puestos de gestión, sí que nos encontramos con un porcentaje mucho más elevado de hombres que de mujeres. Es evidente que la mujer sigue estando infrarrepresentada en los puestos de mayor responsabilidad.
En mi opinión, la desaparición de la brecha de género pasa por el impulso de una educación inclusiva y basada en la diversidad. Es imprescindible fomentar el conocimiento de referentes femeninos en los campos tecnológicos y científicos entre las niñas y, sobre todo, acabar con el desigual reparto de tareas en los hogares, lo cual impide una autentica conciliación de la vida familiar y laboral.
¿Cómo contribuye el liderazgo femenino a incrementar la competitividad de su empresa?
La competitividad de una empresa debe basarse en la aportación conjunta de hombres y mujeres. Una mayor presencia de mujeres en el ámbito directivo permitirá superar los estereotipos que prejuzgan la aportación a la empresa en función de nuestro género. La formación, la experiencia, el compromiso personal y el trabajo en equipo son, a mi juicio, elementos que pueden mejorar la competitividad, independientemente de que seamos hombres o mujeres.