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Mercedes Hurtado, presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia
Mercedes Hurtado Sarrió es Doctora en Medicina por la Universitat de València, especialista en oftalmología (Glaucoma y Córnea). Jefa Clínica en el Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia desde 2012. Profesora Asociada Asistencial en la UV desde 2017. Tutora de médicos residentes desde 2013, y Académica de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana desde 2020.
Master en Gestión Sanitaria y en Bioética por la UCV. Ha sido, también, miembro del jurado de los Premios Rei Jaume I (de 2014 a 2016). Actualmente, es asesora del jurado en la categoría de investigación médica.
Premio de Investigaciones Oftalmológicas Dr. Juan Pallarés otorgado por el Instituto Médico Valenciano en 1998. En 2018 recibió el Premio Sanitas de Redacción Médica. En 2020 ganó el Premio Gigante del Espíritu que entrega el Instituto Intercultural para la Autogestión y Acción Comunal de la Universidad Politécnica de Valencia. En 2022 recibió el Reconocimiento de Les Corts Valencianes en representación de los sectores significativos de la pandemia.
Desde el año 2014, la doctora Hurtado preside el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia (ICOMV), habiendo sido elegida en tres ocasiones. El ICOMV ha cumplido 125 años de historia en diciembre del pasado año 2023, y actualmente cuenta con más de 18.000 colegiados, lo que le convierte en el tercer colegio de médicos con mayor número de colegiados de España.
Pero, sobre todo, la doctora Hurtado es Mercedes, bisnieta y tataranieta de médicos valencianos, mujer orgullosa de ser valenciana y de estar casada con el doctor Antonio Miguel Duch, compañero oftalmólogo de profesión y de vida con quien tiene dos maravillosos hijos.
Su vocación es de servicio, a los pacientes desde su consulta en el Hospital La Fe, y a los compañeros médicos y la sociedad desde el Colegio de Médicos de Valencia.
La principal función del Colegio de Médicos es defender y representar a la profesión médica y a los médicos en el ejercicio de su actividad profesional, dando voz a la medicina valenciana ante las autoridades sanitarias y la población, a la vez de ser garantes a la sociedad de la formación y valía de sus médicos.
-Diversos informes señalan que el liderazgo femenino aporta creatividad e influye en la mejora de la competitividad empresarial. En su institución, ¿qué ha aportado ese liderazgo femenino que usted representa?
-La Medicina es hoy una profesión feminizada, pero no siempre ha sido así. La incorporación de la mujer a la medicina es muy reciente en términos de historia. A mediados de la década de 1960, en España sólo el 2,6% de los médicos colegiados eran mujeres. Hoy, en el Colegio de Médicos de Valencia, somos el 54%. Y en las facultades el porcentaje es aún mayor, por lo que la feminización va a ir en aumento.
No creo que las mujeres tengamos una visión diferente de la Medicina por el hecho de ser mujeres, no por lo menos en mi caso. Somos igual de médicos que nuestros compañeros varones, y nos dedicamos como ellos a nuestros pacientes. La práctica de la medicina no entiende de géneros.
Durante mi carrera he ido viendo cambiar a la visión que la sociedad tiene respecto a las mujeres médicos. Recuerdo cuando estaba haciendo la residencia que después de explorar a un paciente, me preguntaban: “¿Y cuándo me va a ver el médico?”.
En lo que al Colegio de Médicos se refiera, basta decir que en 125 años sólo las dos últimas presidentas hemos sido mujeres. Y de los 52 colegios de médicos de toda España, sólo 7 están presididos por mujeres. En este puesto sí que creo que he dado mi toque femenino con una presidencia dialogante y conciliadora. Mi forma de ejercer el cargo no es presidencialista.
-En su institución, ¿qué criterios de igualdad se aplican?
-La institución que presido es totalmente paritaria, diría más, entre los trabajadores del colegio hay más mujeres que hombres. Y en cuanto a la junta directiva la paridad es completa desde las últimas elecciones en 2022 porque hemos querido que los representantes de la profesión médica valenciana sean por igual de ambos sexos.
La actual junta directiva creó ya en 2015 la Oficina de la Mujer Médica para dar voz a las mujeres médicas y abordar sus problemáticas específicas. Esta oficina presentó un estudio en marzo de 2022, en colaboración con la Universitat de València, sobre el tiempo que las médicas y los médicos dedican al cuidado de sus hijos y mayores inclinándose claramente la balanza hacia el sector femenino como cuidador de la familia, las mujeres solicitaban 3 veces más permisos para cuidado de menores o mayores, surgiendo la cuestión de si era ése uno de los motivos de la falta de representación de las médicas en los puestos de dirección de servicios y hospitales.
-¿Se ha encontrado con problemas para desarrollar su carrera por ser mujer? ¿Cómo les ha hecho frente?
-Tengo la sensación de haberme movido en un mundo de hombres, sobre todo cuando he ido accediendo a puestos de responsabilidad. Soy la única jefa clínica en mi servicio (los otros dos jefes clínicos son hombres), a pesar que el servicio se ha ido feminizando en los últimos años. De momento, además, sigo siendo la única mujer con plaza en propiedad, ya que las demás son interinas y 2 en comisión de servicio. En más de 40 años no ha habido una jefa de servicio mujer en el servicio de Oftalmología del hospital en que trabajo. Necesitamos más mujeres en puestos de responsabilidad que sirvan de referentes para nuestras hijas y nietas.
Particularmente, cuando miro hacia atrás veo mi vida profesional como una carrera continua de obstáculos, sobre todo cuando he intentado acceder a puestos de responsabilidad. Considero, por lo menos ha sido mi caso, que una mujer tiene que demostrar su valía mucho más que un hombre, a este se le presupone más de entrada. Creo que la verdadera igualdad se producirá cuando hombres y mujeres conjuguemos los verbos como coliderar, corresponsabilizar, coparticipar… Debemos cooperar hombres y mujeres juntos en igualdad de condiciones y en paridad en puestos de responsabilidad sumando talentos 50-50, no podemos perder talentos.
Nadie me ha regalado nada y todo lo he conseguido con voluntad y tenacidad. He contado con el respaldo y empuje constante de mi marido, que me valora y comprende, que está a mi lado constantemente y que es médico como yo. Me gusta decir que hemos formado un equipo.
Días como el 8-M son importantes para visibilizar las injusticias que todavía hoy sufrimos las mujeres. Pero creo que también debemos manifestar que, aunque todavía queda camino por recorrer, estamos en la senda correcta. Es mi deseo que en el futuro no sea necesario celebrar este día. Eso significará que por fin se habrá conseguido la igualdad.
-¿Qué barreras sigue habiendo a la hora de que las mujeres accedan a los puestos de decisión de las empresas e instituciones?
-Los techos de cristal existen. Y en algunos casos son de hormigón armado. Ni la sociedad actual ni el sistema sanitario están preparados para ofrecer una verdadera conciliación familiar. Las mujeres deberíamos poder optar a los puestos de responsabilidad sin tener que elegir entre la carrera o la familia. Sin tener que renunciar al plano personal y sin remordimientos, esos “suelos resbaladizos”.
-Planes de igualdad, ley de paridad, discriminación positiva… ¿qué medidas considera necesarias para seguir avanzando en la igualdad de oportunidades?
-Ésta es una pregunta muy difícil de responder, ya existen planes de igualdad, y las mujeres tampoco queremos una discriminación positiva. Sobre el papel hay una igualdad de oportunidades, pero en la realidad no existe. Y es que somos nosotras las que nos quedamos embarazadas. Debe haber un cambio de paradigma que tiene que ser gestionado. A una mujer que alcanza el poder político se le pregunta cómo se las ingenia para conciliar. A un político como Aznar, Zapatero, Rajoy o Sánchez, ¿se le hace esta pregunta?
Creo que debe haber primero un gran cambio en la sociedad y en la educación para que la verdadera igualdad se produzca. Y para ello juegan un papel muy importante nuestras autoridades sanitarias y los gestores del sistema, que no está preparado para que una verdadera conciliación se produzca.
Es necesario poder decirles a las jóvenes que hoy nos miran que se puede ser médica, esposa y madre a la vez, sin renunciar a nada. Que una mujer puede ser aquello que desee. Con esfuerzo, mucho, porque el esfuerzo no se negocia, pero siempre con la cabeza alta y reivindicando políticas de conciliación, con la ayuda de los hombres que nos apoyan. Necesitamos hombres cómplices que nos escuchen y compartan el poder. No se trata de hacer políticas proteccionistas de mujer para la mujer, sino de cambiar las reglas del juego y hacer una democracia completa. No se puede perder tanto talento.