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Una cirugía robótica mínimamente invasiva y de vanguardia para poner fin a las pérdidas de orina

La cirugía asistida por el sistema robótico da Vinci es el método que mayor eficacia reporta para poner fin a la incontinencia urinaria, con notables ventajas tanto para la paciente como para el cirujano.

Alicia Rivera

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La incontinencia urinaria es una afección que pone en jaque la calidad de vida de las mujeres que la padecen. Tener que condicionar tu vida o tu rutina diaria por la necesidad frecuente de ir al baño supone un impedimento para socializar, hacer ejercicio, rendir en el trabajo… Y también afecta notablemente a la autoestima y el estado de ánimo. 

Las causas de la incontinencia urinaria son diversas, como también los tipos, el perfil del paciente y los tratamientos convencionales a los que se puede recurrir para ponerle remedio. Sin embargo, a veces estos tratamientos no quirúrgicos no son suficientes. En tales circunstancias, la cirugía robótica se erige como la mejor opción para volver a la continencia. 

Incontinencia urinaria: qué es, causas, tipos y perfil del paciente

La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina, una imposibilidad de controlar la micción. Entre las causas más importantes de su desarrollo en las mujeres podemos citar la obesidad, la edad, la familiaridad, el embarazo y el trauma del parto. Precisamente en función de sus causas, podemos diferenciar entre tres tipos principales de incontinencia:

•La incontinencia urinaria de esfuerzo: es la pérdida involuntaria de la orina a raíz de un movimiento o actividad física (como toser, reír, estornudar, correr o levantar objetos pesados). 

•La incontinencia urinaria de urgencia: consiste en la pérdida involuntaria de orina acompañada o inmediatamente precedida de urgencia miccional. Se entiende por urgencia la gana irrefrenable de orinar, una condición que no permite ser aplazada.

•La incontinencia urinaria mixta: hace referencia a la coexistencia de la incontinencia urinaria de esfuerzo y de urgencia. 

La incontinencia urinaria debe considerarse como una enfermedad limitante de la calidad de vida, pues afecta a casi todas las esferas de la persona. Desde aspectos sociales como una menor interacción social, aislamiento y abandono de aficiones; hasta un empeoramiento de la vida sexual; pasando por repercusiones en la vida laboral; consecuencias psicológicas como pérdida de autoestima, apatía y depresión; comorbilidades como infecciones del tracto urinario e irritación cutánea; e incluso más gastos, por los cuidados de la ropa y ropa de cama, así como por la necesidad de utilizar métodos de contención. 

El perfil del paciente con incontinencia urinaria difiere en función de la edad. Las mujeres jóvenes premenopáusicas suelen padecer más las consecuencias del parto y es más habitual que presenten síntomas de incontinencia de esfuerzo. Por su parte, en las mujeres post menopaúsicas es más frecuente la incontinencia de urgencia secundaria por causas asociadas al envejecimiento.  

Ahora bien, atrás quedaron los días en los que la incontinencia urinaria era un problema tabú y había que lidiar con ello sin remedio. El doctor Pietro Moscatiello, Jefe Asociado de Urología en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, pone el foco en el cambio en la toma de posición de la enfermedad en los últimos 20 años: “A medida que el concepto de calidad de vida ha ido posicionándose como objetivo principal para una gran parte de la población, la resignación a padecer una enfermedad, mucho tiempo considerada como habitual a consecuencia del paso del tiempo, ha sido sustituida por la justa reivindicación de merecerse una vida digna”. 

Tratamientos convencionales para la incontinencia urinaria

Para poner remedio a la incontinencia urinaria se toman como punto de partida cambios en el estilo de vida de la persona, como la restricción de líquidos y evitar la actividad física de alto impacto. En algunos casos es necesario perder peso y también dejar de fumar, pues la tos crónica puede dañar el suelo pélvico. Así como eliminar ciertas bebidas que irritan la vejiga, como el alcohol y las bebidas carbonatadas o azucaradas. 

Asimismo, es necesario realizar fisioterapia pélvica, cuya finalidad es reforzar la musculatura del suelo pélvico. A este respecto, los ejercicios de Kegel son los más utilizados, si bien también es posible recurrir a ejercicios de fortalecimiento con energías externas, realizados con seguimiento profesional. 

No obstante, en ocasiones las medidas conservadoras fallan. Entonces, es momento de plantearse la implementación de técnicas quirúrgicas para la incontinencia urinaria de esfuerzo para mejorar la calidad de vida. 

Cirugía asistida por el sistema robótico da Vinci para poner fin a la incontinencia urinaria

Dentro de la metodología quirúrgica disponible para el abordaje de la incontinencia urinaria, la cirugía robótica asistida por el sistema robótico da Vinci se erige como la alternativa más eficaz y que reporta las mayores ventajas, tanto para el paciente como para el cirujano. 

Se trata de la técnica quirúrgica mínimamente invasiva más vanguardista, en la que el cirujano no opera directamente sobre el paciente, sino que lo hace a través de una consola quirúrgica desde la que maneja virtualmente el instrumental quirúrgico. Esta consola proporciona una visión en 3D y puede aumentar hasta 10 veces el órgano que se va a intervenir, facilitando así la intervención. 

La cirugía robótica da Vinci es la última evolución de la cirugía mínimamente invasiva, donde el cirujano controla manualmente los mandos de la consola que se encuentra en el quirófano. De este modo, el sistema transforma de manera exacta estos gestos en los movimientos de los brazos robóticos. Este método, tecnológicamente avanzado, aporta muchas ventajas clínicas para el paciente, antes, durante y después de la cirugía. 

Dr. Pietro Moscatiello

¿Cómo funciona el sistema robótico da Vinci?

El sistema quirúrgico da Vinci Xi es la plataforma da Vinci más avanzada disponible para realizar cirugía robótica mínimamente invasiva. Para tales resultados, consta de tres componentes principales. En primer lugar, el carro del paciente es el componente operativo del sistema robótico da Vinci y se compone de cuatro brazos móviles e intercambiables, montados en una sola columna, destinados a soportar la óptica, y los instrumentos para llegar a las anatomías más complejas.

Por otro lado, está la consola quirúrgica, el centro de control. A través de la consola, el cirujano controla la óptica y los instrumentos mediante dos mandos y varios pedales. Finalmente, la torre de visión contiene la unidad central de elaboración y procesamiento de la imagen para obtener una visión real en 3D, además de equipos accesorios del sistema robótico da Vinci.

El sistema robótico permite una visión tridimensional del campo quirúrgico, con una visión 3D aumentada 10 veces. Por ende, mejora la nitidez de forma superior a la visión humana. Gracias a sus cuatro brazos robóticos intercambiables, traduce los movimientos del cirujano de forma intuitiva, llegando incluso a filtrar el temblor y los posibles movimientos involuntarios de las manos humanas. 

Beneficios y resultados de la cirugía mínimamente invasiva para incontinencia urinaria con el sistema robótico da Vinci

El doctor Moscatiello subraya que “las pacientes intervenidas de incontinencia urinaria de esfuerzo grave con el implante del esfínter urinario artificial por vía robótica vuelven a adquirir una vida social, familiar y laboral completa”. Es decir, vuelven a estar continentes y pueden dejar de tomar medidas de protección como las mencionadas anteriormente y volver a realizar actividades físicas de impacto. 

La cirugía con el sistema robótico da Vinci garantiza un implante altamente estéril, reduciendo en al menos un 2 % el riesgo de infección. Este abordaje permite no abrir el abdomen o la vagina y, además, no llega a tener contacto con la piel o mucosas de la paciente. Gracias a este sistema robótico mínimamente invasivo se reducen las lesiones accidentales de los órganos involucrados en la cirugía como la vejiga y la vagina y, por tanto, el riesgo de infección y de complicaciones futuras.

Este sistema optimiza los resultados clínicos en procedimientos quirúrgicos de muchas especialidades, entre ellas la urología y la ginecología. Entre las ventajas a destacar para la paciente, las incisiones son más pequeñas, con mejores resultados estéticos. También conlleva una menor necesidad de transfusiones, menor dolor postoperatorio, menor riesgo de complicaciones y menor tiempo de estancia en el hospital.

Para el cirujano, el sistema robótico da Vinci asegura una mayor facilidad de acceso a áreas anatómicas complejas. Asimismo, mejora la destreza del profesional gracias a la precisión tecnológica, pues elimina el temblor fisiológico de las manos. Finalmente, permite un menor tiempo operatorio respecto a la laparoscopia para el mismo tipo de intervención.

¿Dónde se realiza la cirugía cirugía mínimamente invasiva para incontinencia urinaria con el sistema robótico da Vinci?

El sistema robótico da Vinci está ampliamente extendido en España, con más de 130 instalaciones en los centros hospitalarios del país, tanto públicos como privados. En el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, desde la Gerencia, Dirección Médica y por parte de su Jefe del Servicio de Urología, el doctor Sánchez Encinas, han apostado firmemente por el desarrollo quirúrgico en el centro, introduciendo técnicas que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes allí donde a nivel general había ausencia de soluciones. 

Tanto es así que, hoy en día, son el único centro hospitalario público de la Comunidad de Madrid en el que se utiliza la cirugía robótica asistida con el sistema quirúrgico da Vinci para la cura de la incontinencia urinaria femenina de esfuerzo. En 2023 realizaron ocho procedimientos en este sentido, con un incremento gradual desde su implantación en 2017. 

Esta tendencia al alza se debe, según afirman desde del centro sanitario, a la experiencia y confianza que aportan los resultados. “Nuestra convicción es que la técnica de implante robótico del esfínter urinario ha llegado para quedarse para proporcionar una solución a una enfermedad que disminuye de forma clara la calidad de vida de las mujeres que la padecen”, remarcan desde el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles.

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