b. gonzález
Xàtiva
Miércoles, 15 de septiembre 2021, 23:20
Proteger la tortuga de aguas ibéricas (Mauremys leprosa) y cazar a las exóticas e invasoras. Ese es el objetivo principal del Proyecto Emys en el que participa Acció Ecologista -Agró de la comarca de la Costera y en el que trabaja desde 2015. Este verano, la actividad se centró en un tramo del río Canyoles a su paso por Xàtiva.
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Concretamente se desarrolló entre el 7 y el 26 de julio y se eligió una de las zonas donde aún no habían realizado ninguna prospección de tortugas. Instalaron cuatro trampas flotantes con cebo entre el Azud del Palmeral del Carraixet y el Hospital Lluís Alcanyís. El resultado fue la captura de 27 tortugas autóctonas, de aguas ibéricas, de las que 22 eran machos, dos hembras con huevos y tres de los animales eran tan pequeñas que no pudieron ser sexadas.
También pudieron comprobar lo que temían, la presencia de algunas especies invasoras. De hecho, pudieron capturar una hembra embarazada y dos juveniles de tortuga de Florida (Trachemys scripta), lo que demuestra que esta especie invasora también está reproduciéndose en este rincón del río. Además, en otro tramo de Canyoles un voluntario del Proyecto Emys capturó a mano una Mauremys reevesii, especie originaria de Asia que puede «hibridarse» con las autóctonas. Estas especies exóticas que se capturan son trasladadas al Centro de Recuperación de El Saler.
Según explica el responsable de Acció Ecologista-Agró en la Costera, Santiago Gasset, la aparición de estas especies en los ríos se debe a que son abandonadas por sus propietarios cuando crecen o se cansan de ellas.
El problema, incide, está en que estas nuevas especies desplazan a las nativas porque son más agresivas, tienen mayor capacidad reproductiva y viven más.
«Las especies procedentes de Estados Unidos, al tener como depredador al caimán, suelen ser más agresivas; pueden vivir muchos más años que la media de 8 de las de aquí y empiezan a reproducirse a los 3 años, mientras que las autóctonas lo hacen a partir de los 5 años», apunta. Es por ello que a la hora de conseguir recursos, como tomar el sol, para ellas algo fundamental, las exóticas consiguen los mejores sitios y desplazan a las de aguas ibéricas a lugares donde hay menos o están más desprotegidas de los depredadores.
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No obstante, Gasset indica que el problema en el Canyoles no es tanto como en el río Albaida, donde también suelen hacer trabajos de censado y capturas, porque allí el cauce del río permanece todo el año y no se seca en verano como éste.
Una de las zonas que tienen controlada es la de Moixent. Este año realizaron una jornada de demostración, dentro de la campaña ‘La vida que nos rodea’, organizada por el Ayuntamiento en la que censaron un total de 43, de los que 9 eran ejemplares recapturados en años anteriores. Al respecto, cabe recordar que el trabajo que realizan con las especies autóctonas es de captura, las pesan y las miden y las marcan para posteriormente liberarlas.
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Para próximos veranos tienen pendiente llevar a cabo trabajos de censado en los ríos Sants, de l'Alcúdia de Crespins, y Barxeta.
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