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B. gonzález
Xàtiva
Miércoles, 13 de octubre 2021, 22:45
La actividad en estos últimos meses del año es frenética en cualquier ayuntamiento. Preparación de presupuesto, cierre de cuentas y tramitación de ayudas y subvenciones ... a las distintas administraciones con plazos que cumplir. Un trabajo que es igual tanto para la administración local de grandes ciudades como para los municipios de apenas 200 habitantes.
Estrés, agobio e impotencia. Eso es lo que transmiten los alcaldes de varios de estos municipios de la comarca de la Costera que piden más medios personales para poder dar respuesta rápida a las necesidades de sus poblaciones y vecinos.
Todos coinciden en la excesiva burocracia, como en el tema de contratación. «Hay que abrir un expediente para comprar una red de fútbol, por ejemplo, de 400 euros», explica el alcalde de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz, quien también habla de la falta de personal, como una de las causas por las que incluso están perdiendo subvenciones. «Resulta muy difícil con el poco personal poder cumplir los plazos», dice.
Coinciden en hablar de agobio el primer edil de Genovés, Pere Revert y la alcaldesa de Montesa, Analía Juan. «La ley del sector público nos obliga a realizar muchas tramitaciones y eso requiere contar con una persona exclusivamente para eso», explica Revert, quien insiste en que la presión se produce principalmente en estos meses finales del año.
«La situación nos sobrepasa», manifiesta Analía Juan. «Nosotros por ejemplo, sacamos la plaza de secretario en junio y nadie ha llamado», lamenta y de momento, se van a apañando con uno accidental.
Misma situación se vive en Cerdà. También sacaron esta plaza en el mes de junio «y continúa sin cubrir. Nadie quiere venir a pueblos pequeños, prefieren las ciudades porque también cobran más», asegura el alcalde, José Luis Gijón quien insiste en lo importante que es esta figura para un ayuntamiento.
«Tenemos un solo administrativo para realizar toda la actividad y si se tiene que dar de baja no hay nadie en bolsa para cubrir», pone de manifiesto el alcalde de Vallés, José Javier Sisternes, quien apunta que también sería un problema porque la persona que entra se tiene que hacer con la dinámica, «no porque sea un trabajo difícil sino porque hay que conocer el día a día del municipio», subraya
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