Un centenar de Xàtiva pagarán cinco veces más por el agua que el resto

Las 115 familias del Carraixet, una urbanización de Xàtiva a unos tres kilómetros del casco urbano han tardado veinte años en conseguir una solución para tener un servicio público de agua potable, pero tendrán que pagar casi el mismo precio que venían pagando hasta ahora por un servicio privado de agua no apta para el consumo humano. En concreto, 1,34 euros por metro cúbico, lo que supone cinco veces más que el resto de vecinos de la ciudad, que pagarán 0,25 euros.

Así se acordó en el último pleno municipal, donde se debatió la ordenanza de la tasa y a la que la Asociación de Vecinos del Carraixet presentó alegaciones que fueron desestimadas. Desde el Ayuntamiento explican que ha habido un largo proceso de búsqueda de soluciones a este problema de décadas, que por fin se ha dado con una solución, como la compra del pozo que les abastece y que en el cálculo de la tasa no se ha incluido el coste de las inversiones realizadas.

«Está claro que se ha dado un paso importante para tener un servicio público con garantías de salud, pero con el precio no estamos conformes», explican desde la Asociación y aseguran que no se quedarán parados, que lucharán por un precio justo.

Hablan de «trato discriminatorio» con respecto al resto de vecinos de la ciudad porque en otras zonas la encargada del servicio es Egevasa con un precio más alto y a los vecinos no se les repercute en la tasa, sin embargo a ellos sí que les cobran los «costes de explotación». «No somos ciudadanos de segunda», indica Isabel Cabello, secretaria de la Asociación.

A eso se suma que la infraestructura para la potabilidad del agua que falta, la desnitrificadora, no estará hasta el verano por lo que estos vecinos pagarán durante seis o siete meses por un servicio que no tienen, algo que consideran ilegal.

Cabe recordar que Sanidad les prohibió en febrero utilizar esta agua para uso doméstico.

Isabel recuerda que de las soluciones posibles, el Consistorio optó por la compra del pozo, cuando otras, a largo plazo, entiende que hubieran sido más baratas, como la de llevar el agua desde Xàtiva. «Soluciones había otras y decidieron esta. Ahora es su obligación pagar los costes y no nosotros», insiste.

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