Xàtiva acomete la reparación del depósito de agua demandada desde hace 17 años

«Son unas obras muy necesarias y también muy complejas, dado que afectan a la salida de tres de las cuatro redes de agua potable municipal», reconoce el concejal de Obras, Ignacio Reig.

Reig, para quien hace unas semanas el colectivo de vecinos del casco antiguo afectados pedía su dimisión, asegura que «la apuesta por esta intervención, pendiente desde hace muchos, muchos años, es clara por parte de este equipo de gobierno».

El proyecto ya está elaborado y el decreto para la licitación de obras firmado por el alcalde, aunque aún se está a la espera, según apunta el edil, de conseguir los permisos de los vecinos afectados para la adjudicación y el inicio de las mismas.

Las obras, con una inversión de 122.908 euros, están dentro del Plan Director de Inversiones y se realizan con recursos municipales propios, después de incrementar la asignación inicial del presupuesto municipal con una modificación de créditos.

Según el proyecto, la actuación contempla dos fases. En la primera se pretende eliminar las filtraciones mediante la total sustitución de las tuberías de fibrocemento ubicadas entre la cámara de válvulas y la entrada a la galería de acceso de las conducciones de impulsión y distribución al depósito de regulación. También contempla la sustitución de las conducciones de fibrocemento en galería de acceso y cámara de válvulas.

En la segunda fase se cambiarán las conducciones, que discurren por dominio privado, construyéndose una galería de servicios, además de eliminar las escalares verticales, mejorar la instalación eléctrica y tratar de corrosión en tuberías de cámara de válvulas.

La reclamación vecinal se intensificó a raíz de la sentencia de julio de 2020 en la que se insta al consistorio a reparar la instalación. La denuncia fue interpuesta por una vecina cuyas continuas filtraciones hicieron inhabitable su vivienda.

No obstante, en el proyecto técnico se expone actuaciones que se han venido haciendo estas casi dos décadas, si bien los vecinos lo que demandan es una intervención integral.

Según se explica en el proyecto, a raíz de las primeras filtraciones en casas cercanas al depósito, en 2005 se sustituyeron las válvulas. En 2006 se cambiaron las tuberías de impulsión de los depósitos del Bellveret, Sant Josep y parte de la tubería de distribución de la red número 2. En 2010 se reurbanizó la calle Menor Cuesta y en 2012 se llegó a contratar las obras para sustituir la canalización antigua y eliminar los focos de filtración, pero la obra no se realizó en su totalidad ante la negativa del titular de una de las casas a que se actuara en terrenos de su propiedad.