Xàtiva, la «sartén» valenciana por sus registros máximos

El lunes 12 de julio, con la «bestia africana» y este viernes 23 han sido dos de los dos días más calurosos que se han vivido en Xàtiva este verano, la ciudad de interior de la Comunitat en la que se centran todas las miradas cada vez que se anuncian días u olas de calor al ser la que registra la más alta temperatura.

Este mismo 23 de julio de 1994 se registró 45.2 grados. El día más calurosos del histórico registrado. El récord está en 46 grados que se soportaron el 27 de julio del año 2003.

El por qué la capital de la Costera se puede considerar 'la sartén valenciana', con el añadido de humedad, tiene su explicación en su ubicación geográfica. Así lo explica el doctor en Geografía y experto en Meteorología Jorge Olcina,

«El hecho de que Xàtiva, toda su comarca y también la Vall d'Albaida sean las que registren las temperaturas más altas se debe a que están 'a sotavento' de los flujos de viento que circulan en jornadas de elevado calor y que suelen ser del sur y del suroeste», explica.

Indica que el aire, ya de por sí cálido, «se recaliente más porque tiene que atravesar los relieves béticos de la Comunitat que se disponen entre las provincias de Alicante y Valencia y en este proceso adquieren más grados térmicos debido a que por cada 100 metros de descenso el aire se caliente a razón de 1 grado centígrado».

El Jefe de Climatología del Centro Meteorológico en Valencia, José Ángel Núñez, por su parte, apunta que si bien los días más cálidos en esta zona son en este mes de julio, las noches tropicales se suelen registrar en la primera decena de agosto. La explicación está en que, aunque Xàtiva está relativamente alejada del mar, por las tardes suele llegar aire marítimo que condiciona la temperatura de última hora y aunque el termómetro no marque registros espectaculares, sí que son tardes de bochorno debido al aire húmedo que llega del mar.

«Muchas tardes en Xàtiva el termómetro marca 35 grados, que no es mucho calor, pero son con una humedad del 40%, que aunque tampoco es muy alta, es suficiente para generar sensación de bochorno», subraya.