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La peli: 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford'

PPLL

Domingo, 22 de junio 2014, 00:04

Quizá el personal quedó saturado de western las siguientes décadas a raíz del justo y merécidisimo éxito de 'Sin perdón'. Lo ignoro, pero fue una pena que el gran público se perdiese esta peli, 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' (vaya título largo), pues es un pedazo películón espectacular, clásico, mágico, tremendo, duro. Conviene señalar cómo los yanquis son capaces de crear un mito, el de Jesse James, gracias a unas pelis en blanco y negro dirigidas por maestros y, muchos años después, cuando parece que nada se puede añadir a esa leyenda, zas, le dan una vuelta por completo y cambian su visión. Aquí Jesse James es un psicópata, un asesino vil, un tipo de gatillo fácil que no duda en matar por la espalda y que mantiene acollonada a su familia. Su presencia infunde terror porque es impredecible, está atacado por la paranoia porque teme que le delaten para cobrar la recompensa que ofrecen por su cabeza, de ahí que vigile y crea ver delaciones por todas partes, de ahí que actúe como un preventivo ángel exterminador, de ahí que camine por la vida atrapado en un drama interno, en una circunstancia perversa, de ahí que se deje matar a manos del primo que, precisamente, más le admira y le idolatra. Se deja matar, sí, para poner fin a su pesadilla, a su existencia aperreada de continuas sospechas, y ese asesinato se convierte en un acto de amor y por eso, ante este arrebato bello, bronco y sutil, la peli se convierte en una obra maestra. Todo es frío y gélido en esta obra: Jesse James, el paisaje, los diálogos, el ritmo, el tono, la violencia seca. Todo segrega un toque ultracongelado, árido y poético que congestiona al espectador. Pero con la muerte de Jesse James comienza la derrapada de su asesino... La peli tiene más capas que una cebolla y más conchas que un galápago. Ojo, no es apta para todos los públicos, exige concentración y silencio, atención y buen paladar. Brad Pitt está soberbio en su rol de Jesse James, encima es uno de los productores del largometrage, con lo cual sólo cabe admirar el buen gusto de este actor. Casey Affleck (sí, el hermano de Ben) conmueve interpretando al asesino Bob Ford. Todo cuadra en esta magnífica obra que, desde luego, mereció mejor suerte.

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