Un palmarés con presencia protagonista de la Comunitat

La presencia valenciana en los palmarés de los Premios Nacionales que otorga cada año el Ministerio de Cultura es habitual. Raro es el curso en el que uno de los reconocimientos no va a parar a un profesional de la Comunitat. En 2013 sin ir más lejos obtuvieron distinción Carmen Calvo y Marcos Morau, entre otros. Sin embargo esta edición la Comunitat está resultando más protagonista que nunca. Cinco son por el momento los autores valencianos a los que se les ha otorgado premio en 2014.

El Nacional de Literatura, que en esta ocasión ha recaído en Rafael Chirbes, ha sido de los menos generosos hasta el momento con los escritores de la Comunitat. Sólo Francisco Brines lo había ganado antes, en 1999. 'En la orilla' de Chirbes fue definida por el jurado del Ministerio de Cultura como «una novela de extraordinaria construcción literaria, que tratando de la realidad actual, no se limita al realismo, mostrando una riqueza formal y recursos poéticos que lo trascienden». El galardón se sumaba así a otros muchos que ha obtenido el autor de Tavernes de Valldigna con esta obra y con la anterior, 'Crematorio', que lo convierten en uno de los escritores más célebres de lengua castellana.

Adela Cortina sucede a otros muchos profesionales de la Comunitat que han destacado en la categoría de Ensayo. Manuel Alvar lo ganó en 1976 y después llegaron Andrés Amorós (1980), José Antonio Maravall (1987), Gabriel Albiac (1988) y Celia Amorós (2006). En el caso de Cortina el departamento que dirige Wert ha reconocido el texto '¿Para qué sirve realmente la ética?', «por tratarse de un ensayo que acierta en aplicar el rigor de la filosofía a los interrogantes de la vida actual», una definición que encaja bien con la trayectoria de esta catedrática de Ética y Filosofía Jurídica, Moral y Política de la Universidad de Valencia y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Francisco Cano, Canito, alcanza un reconocimiento que hasta el momento ha estado al alcance de muy pocos. A decir verdad sólo de Paco Ojeda, que lo consiguió el año pasado, momento en que se instauró el galardón de Tauromaquia como una medida para dar relevancia a la fiesta taurina en contraposición con decisiones como la prohibición de corridas en Cataluña. Del trabajo de Canito se ha dicho esta semana para justificar la distinción que constituye «una verdadera antología gráfica de todos los hitos y manifestaciones de la Tauromaquia, hasta ser considerada una fuente documental e histórica indispensable para cuantos quieran estudiar los valores culturales y humanos que integran el patrimonio del arte del toreo».

Tampoco en el Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía Joven Miguel Hernández había habido hasta ahora representantes de la Comunitat. El castellonense Carlos Loreiro ha sido el primero, pero lo cierto es que esta categoría se añadió a la larga lista hace cuatro años.

Teixidor se convirtió ayer en el quinto valenciano galardonado en un mes y como los anteriores defiende la independencia del jurado para justificar por qué aceptan el premio, estén de acuerdo o no con la política cultural del Gobierno. Además de Carmen Calvo, el Nacional de Artes Plásticas lo había recibido anteriormente Soledad Sevilla, en 1993. «Autor de una obra distintiva de un camino único y difícil en el arte» es como definieron al pintor los miembros del jurado.