El restaurante La Embajada cierra sus puertas en los próximos días

El restaurante La Embajada de Valencia cierra. El reconocido local del centro de la capital, premiado con un sol Repsol, baja la persiana y deja a los valencianos huérfanos de un espacio para paladares exquisitos.

Fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS confirmaron ayer que el propietario del local habría comunicado ya a todos sus trabajadores que el cierre es inminente y que podría llevarse a cabo en los próximos días. Es más, el restaurante podría dejar de estar operativo la próxima semana.

Situado en un palacete del siglo XVI en pleno centro de la capital del Turia, en los últimos años se había convertido en un lugar de referencia para los amantes de la alta cocina.

Dividido en tres espacios culinarios, el restaurante ofrecía experiencias gastronómicas adaptadas a todo tipo de gustos. Por una parte, proponía El Diplomático, el espacio más solemne de La Embajada y donde poder degustar sus platos más clásicos. Por otra, El Agregado, un lugar donde, según su página web, se puede disfrutar de cocina de fusión y vanguardista. Finalmente, el rincón de La Tapadera se había erigido como un local en el que probar tapas sabrosas e, incluso, convertirse en un espacio muy apetecible para la hora de almorzar.

El restaurante, propiedad del arquitecto Alfredo Bruguera, ofrecía en su carta un variado abanico de platos, entre los que se incluyen varios menús como El Canciller, que tiene un precio de 20 euros y brinda un variado conjunto de entrantes y un arroz; el menú que lleva el mismo nombre que el restaurante, La Embajada, que cuesta unos 30 euros; o El Peruano, un menú de influencias internacionales que sólo puede accederse mediante reserva previa.

Aunque ahora parece que ya son pocas las oportunidades de reservar para poder acudir a cenar o comer a un local cuyo chef titular es el alicantino Nazario Cano. El cocinero llegó a los fogones para tomar el relevo del valenciano Vicente Patiño.

Situado en la Plaza Alfons el Magnànim de Valencia, frente al Parterre, desde 2012, año en el que entró a trabajar Patiño, La Embajada se convirtió en un restaurante que abría de martes a sábado. Anteriormente a instaurar definitivamente turnos de cenas y comidas, acogía también eventos concertados y prestaba servicios de catering para acontecimientos.

Todo un icono en el panorama gastronómico valenciano por cuyas mesas han pasado a lo largo de los años numerosas personalidades de la vida cultural, empresarial y política de la ciudad. Como por ejemplo, el encuentro que el entonces Príncipe de Asturias Don Felipe mantuvo a finales de 2013 con 14 representantes de la sociedad valenciana en una comida informal en el resturante. Unos años en los que el establecimiento vivió su esplendor, una época en la que se alzó con un Sol Repsol y que se unía a la eclosión gastronómica que vive toda la Comunitat.

Ahora, sin embargo, cierra sus puertas, no se sabe si a la espera de tiempos más boyantes en materia económica.

LAS PROVINCIAS intentó ayer ponerse en contacto con el propietario del establecimiento, Alfredo Burguera, pero no obtuvo ningún tipo de respuesta.