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El cineasta Alberto Rodríguez en el salón de actos de la facultada de Filología de la Universitat de Valencia

Más de 400 estudiantes acuden a la charla de Alberto Rodríguez, director de ‘La isla mínima’, en Valencia

El gran vencedor de la última edición de los Goya debate con los alumnos sobre el proceso de creación de la película en la Universitat de València

Rafa Muñoz

Miércoles, 11 de febrero 2015, 16:39

La fría mañana del miércoles reunió a más de 400 estudiantes de la Universitat de València haciendo cola frente al salón de actos de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. El motivo de este gentío era la proyección que se realizó, pasadas las diez y media de la mañana, de la película La isla mínima.

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Este evento contó con la presencia del director del filme, Alberto Rodríguez. El cineasta participó en un coloquio con los alumnos presentes sobre el proceso de creación de la película.

Es un thriller, una película de suspense que busca atrapar al espectador desde del primer minuto y tenerle pegado a la butaca hasta el último instante; en una segunda lectura, es también una película política porque habla sobre 1980, un año muy complicado en lo que a la Transición se refiere en este país, explicó Alberto Rodríguez en declaraciones a lasprovincias.es.

La película ha gozado de un gran reconocimiento tanto en taquilla como entre la crítica. El director, sin embargo, aseguró desconocer la receta del éxito. No tengo ni idea, si lo supiera repetiría siempre la fórmula; uno nunca sabe exactamente cómo le va a llegar su película a la gente; en taquilla ha ido muy bien, con más de un millón de espectadores, y llevamos en cartelera 21 semanas, así que no podemos estar más contentos, destacó.

El éxito entre la crítica se vio reafirmado el pasado sábado, en la gala de los Goya. La isla mínima fue la gran vencedora, cosechando 10 estatuillas. Yo iba a ver qué pasaba, y pensaba que con mejorar lo que nos pasó con Grupo 7 ya era suficiente 16 nominaciones y sólo 2 Goya; la noche se convirtió en una noche mágica para todos, y sobre todo lo que se premió fue al equipo, relató.

El rodaje de esta película se lleva a cabo durante tres semanas en las marismas del Guadalquivir, principalmente en la localidad de Isla Mayor, de tan sólo 5.000 habitantes. Fue un infierno porque logísticamente es un sitio muy complejo, un auténtico laberinto; todo son caminos, muchos impracticables; pasamos mucho calor y también mucho frío, sufrimos accidentes de barco y de coche, recordó Alberto Rodríguez.

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La película española ha obtenido reconocimientos respecto a su guión, su fotografía y su música, además de la dirección. La actuación de sus dos protagonistas, Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez, también ha sido aclamada. Sin ir más lejos, ambos estuvieron nominados para el Goya a mejor actor protagonista que finalmente se llevó el gallego.

Ha sido una gozada porque son dos de los actores más generosos con los que he trabajado; estuvieron ayudándose el uno al otro todo el tiempo y también atendiendo a todos los actores que tenían papeles pequeños; son dos personas muy generosas, y no sólo como actores, destacó Alberto Rodríguez.

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