Cultura busca fórmulas para permitir a Livermore dirigir óperas fuera de Les Arts

El Palau de les Arts está inmerso en una etapa de cambios y transformaciones que afecta a todos los planos del coliseo. El auditorio está en tránsito hacia otros modos de hacer ópera y cultura en la Comunitat. El relevo en la intendencia acarrea nuevos nombres y nuevas fórmulas.

Davide Livermore no tiene el mismo poder que Helga Schmidt. Ni fuera ni dentro de Les Arts. Quedó claro en la reunión del comité ejecutivo del Patronato del Reina Sofía, donde se aprobó su nombramiento el pasado 26 de enero. A Livermore se le retiró toda competencia en la gestión económica. A diferencia de su predecesora, su mando se limita al campo artístico, donde él quiere hacer prevalecer ciertas condiciones. Así, el turinés no renuncia a su carrera de director de escena, es decir, quiere compaginarla con la intendencia del coliseo. Y Cultura se lo permitirá.

Tras la reunión del Patronato, la consellera de Cultura aseguró que Livermore continuará al frente del Teatro Baretti de Turín, del que es director musical desde 2002, y por el que «no cobra retribución», remarcó María José Català. Más tarde, cuando el intendente tomó el control del coliseo, él mantuvo su deseo de continuar como regista, una ocupación que obliga a la Generalitat a buscar fórmulas que hagan compatible la gestión artística de Livermore en Les Arts con sus trabajos fuera del auditorio de Valencia.

Mientras se perfila el contrato adecuado y definitivo, Livermore trabaja en el teatro con un contrato temporal, vigente desde primeros de marzo, como «intendente-director artístico», según fuentes de Cultura. Su relación contractual con la Generalitat se modificará cuando se alcance un modelo jurídico que agrade a ambas partes.

La exclusividad de la intendencia es frecuente en los teatros del mundo. Schmidt, que vino del Covent Garden de Londres, sólo trabajaba para Les Arts; de ahí los honorarios tan altos que percibió en los primeros años de vida del auditorio. Después las políticas de austeridad de la Generalitat obligaron a bajar un 60% el sueldo de la austriaca hasta los 68.000 euros (sin incluir dietas). Esta misma cantidad cobrará Livermore, pero con la salvedad de que el italiano podrá realizar trabajos como director de escena. Tampoco es lo mismo ser intendente que director artístico de un teatro, por ejemplo, Plácido Domingo compartió la titularidad de la dirección artística en Los Ángeles y Washington.

Las diferencias entre Livermore, que recientemente nombró una dirección musical bicéfala (Fabio Biondi y Roberto Abbado), y Schmidt, que confió en Lorin Maazel como hacedor de la Orquesta de la Comunitat, son numerosas.

Schmidt, lejos del banquillo

El juzgado de Instrucción número 15 de Valencia tiene al frente actualmente a una juez sustituta tras la baja médica del titular del órgano que se produjo a finales de enero. Se trata de un juzgado donde se instruyen dos voluminosos asuntos. Por un lado, el caso del Palau de les Arts, por el supuesto cobro de comisiones y adjudicaciones irregulares en el que están imputados Helga Schmidt y Ernesto Moreno. Y, por otro, la causa de Vaersa donde se investiga el pago ilegal de la productividad a directivos de la empresa pública y la externalización de servicios.

Desde que el juez titular dejó su puesto, el juzgado está a la espera de que se acuerde una comisión de servicio, la llegada de un juez que se ocuparía, en principio, de estas dos grandes investigaciones. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia explicaron ayer que todavía no han recibido una respuesta del Poder Judicial a la petición para reforzar el órgano. Las mismas fuentes rechazaron que la ausencia de este instructor esté frenando las pesquisas en Les Arts porque aún no se han recibido los informes que encargó el juez titular justo antes de abandonar el juzgado.