El intendente del Palau de les Arts triunfa en Génova

El Teatro Carlo Felice acogió Billy Budd del pasado 17 al 23 de abril. La pieza de Benjamin Britten es "sin duda una de las tres o cuatro obras más importantes del siglo XX y personalmente una de las primeras diez de todos los tiempos". Así lo aseguró Davide Livermore en el periódico italiano La Repubblica. El intendente del Palau de les Arts es el director de escena de Billy Budd, un trabajo que apasiona al regista turinés.

En el diario italiano el responsable del coliseo valenciano relató cómo Marco Tutino le invitó a hacer algo diferente con la pieza de Britten haciendo "un montaje del tipo de película". En Genova Today destacaron "la creatividad y la imaginación" de Livermore, al que definen como uno de los registas "más talentosos de su generación". De su labor en Billy Budd, reseñaron "el resultado extraordinario".

En OperaClick, portal especializado en ópera, apuntaron que Livermore creó "un gran espectáculo con alto voltaje" y convirtió el escenario en "una pantalla de cine gigante" donde primó el "impacto visual extraordinario".

En La Republicca Livermore también habló de su trabajo en el coliseo valenciano: "Es una gran experiencia". Contó que el teatro sólo tiene diez años de actividad pero que se trabaja con "una seriedad increíble".

Livermore asumió la gerencia artística de Les Arts pero sin renunciar a su trabajo como director de escena en el extranjero, una condición que la Conselleria de Cultura aceptó, como publicó LAS PROVINCIAS, y que obliga a perfilar un contrato diferente al que firmó Helga Schmidt. Sin exclusividad. De ahí que Livermore haya estado estos días en el trabajando en el Teatro Carlo Felice de Génova.

En la reunión del comité ejecutivo del Patronato del Reina Sofía, donde se aprobó su nombramiento el pasado 26 de enero, a Livermore se le retiró toda competencia en la gestión económica. Tras la reunión del Patronato, la consellera de Cultura aseguró que Livermore continuará al frente del Teatro Baretti de Turín, del que es director musical desde 2002, y por el que «no cobra retribución», remarcó María José Català. Cuando el intendente tomó el control del coliseo, mantuvo su deseo de continuar como regista, una ocupación que obliga a la Generalitat a buscar fórmulas que hagan compatible la gestión artística de Livermore en Les Arts con sus trabajos fuera de Valencia.

Mientras se perfila el contrato adecuado y definitivo, Livermore trabaja en el teatro con un contrato temporal, vigente desde primeros de marzo, como "intendente-director artístico", según fuentes de Cultura. Su relación contractual con la Generalitat se modificará cuando se alcance un modelo jurídico que agrade a ambas partes. El turinés no renuncia a su carrera de director de escena, es decir, quiere compaginarla con la intendencia del coliseo. Y Cultura se lo permitirá y ultima el contrato definitivo, que tendrá como tope económico los 68.000 euros (sin incluir dietas), una cantidad marcada por las políticas de austeridad de la Generalitat, y una validez de cuatro años.

Con un contrato provisional, Livermore ya tiene perfilada la temporada 2015-2016 e incluso el Patronato la ha aprobado. En la próxima programación la próxima temporada la presencia de Plácido Domingo está garantizada por partida doble. Habrá dos piezas en las que Domingo será protagonista. Una de ellas es Macbeth, donde el intérprete madrileño encarnará al personaje principal en un rol de barítono. El artista ya dio vida al asesino el pasado año en la Ópera de Berlín y bajo la batuta de Daniel Barenboim.

Si Plácido Domingo convence a los melómanos del Palau de les Arts, Gregory Kunde, también. Encandiló con Otello en junio de 2013 y volverá a la sala Principal del coliseo valenciano. Tiene muy buena relación con Livermore, quien piensa en el intérprete estadounidense para la ópera Samson et Dalila, de Saint-Saëns. Es la única ópera del compositor francés que se representa con regularidad.

La temporada 2015-2016 del coliseo se completa otros títulos, como El sueño de una noche de verano, de Britten, la zarzuela Katiuska, de P. Sorozábal; y la reposición de La Boheme, según adelantó este periódico.

La segunda vida de Les Arts

A finales de enero, el director turinés tomó el cargo de su mentora y amiga Helga Schmidt, que fue destituida después de que el juez le imputa los delitos de prevaricación, malversación y falsedad documental durante su gestión en el coliseo valenciano. Él asumió una transición tranquila, pero sus decisiones y sus palabras delatan una "revolución". Livermore entierra la etapa de la anterior responsable artística. Es el regista italiano quien ha tomado el timón del Reina Sofía y quien abre un periodo que marca distancias con el pasado reciente. Para el lanzamiento de Les Arts, Schmidt se decantó por Lorin Maazel y Zubin Mehta. Para la segunda vida del teatro valenciano, Livermore apuesta por Roberto Abbado y Fabio Biondi, que tutelarán el futuro de la Orquesta de la Comunitat. El intendente sumó un tercer nombre a la dirección musical de auditorio al fichar como primer director invitado a Ramón Tebar, "el músico valenciano más internacional", matizó en la presentación del pasado 9 de marzo. Es un guiño al talento artístico de la Comunitat, un gesto hacia el lugar de influencia del teatro y una señal inequívoca de que Les Arts no da la espalda a los músicos de la región.