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La exintendente de Les Arts, Helga Schmidt. :: damián torres
Helga Schmidt: «Me iba a ir con una medalla y un concierto y me echaron con un registro policial»

Helga Schmidt: «Me iba a ir con una medalla y un concierto y me echaron con un registro policial»

Helga Schmidt, exintendente del Palau de les Arts: «Alguien tenía intereses en que yo fuese imputada y que con la imputación me enviasen a donde me han enviado», asegura la exresponsable del coliseo

MIKEL LABASTIDA

Lunes, 18 de mayo 2015, 00:05

Casi cuatro meses después de su destitución, Helga Schmidt, con 73 años, habla para lamentar su salida del Palau de les Arts, defenderse y acusar (sin nombres) de un complot para sacarla del teatro valenciano. Define su gestión como honesta y se declara «profundamente triste» por lo sucedido.

-¿Por qué habla ahora?

-Pienso que el pueblo valenciano tiene que saber qué ha pasado.

-¿Por qué no lo ha hecho antes?

-He estado sin fuerzas, muy enferma, sin apenas poder levantarme.

-Está imputada por prevaricación, malversación y falsedad.

-Nunca en mi vida he recibido comisiones de artistas, que es algo de lo que se me ha acusado. Pueden llamar a todos los agentes del mundo que nadie dirá lo contrario. Mi modo de trabajar es honesto y se basa en la calidad y la transparencia. He usado el dinero de la Generalitat de la mejor manera, ahorrando al máximo sin perder la calidad.

-Se le acusó de haber cobrado más de 500.000 en una empresa que buscaba patrocinio para el Palau.

-Eso es falsísimo. La Generalitat sabe que no fue así. Ese dinero fue transferido de la cuenta del Palau a la cuenta de Patrocinio, la empresa encargada de buscar patrocinadores. Todo se trató siempre se trató siempre desde Generalitat y no desde el Palau de les Arts.

-Pero siendo intendente, ¿por qué aceptó formar parte del consejo de administración de la empresa de patrocinios?

-Nunca quise, siempre pedí que se tratara con Presidencia y así fue. El contrato se aprobó en la conselleria de Cultura y yo lo firmé, como también hizo Vicente Garrido. Fue una orden de la Generalitat, por lo que entendí que era legal porque allí hay abogados. Cuando después mi asesor jurídico me recomendó salir lo hice. Pero jamás cobré nada de allí. El dinero recibido de patrocinadores era para el Palau.

-¿Qué buscaba la policía en su hotel y en su despacho?

-Contratos, papeles, supongo. Pero no han encontrado ni un papel que no hubiese manejado la propia Intervención. Ni siquiera me interrogaron. Todo parte de un documento que redactó un exjefe de marketing en 2010, después de ser sancionado y despedido por cosas que hizo. Él escribió un documento acusándome de varias cosas a mí y al director administrativo. También lo recibieron varios departamentos de Generalitat y no le dieron importancia. De repente en junio de 2012 se realiza una modificación y entonces se decidió hacer una Intervención para investigar lo que había allí escrito. Más tarde la consellera decidió hacer una segunda intervención, pero no existe ningún delito penal.

-¿Por qué se ha dado validez a estos documentos ahora?

-Alguien tenía intereses en que yo fuese imputada y que con la imputación me enviasen a donde me han enviado.

-¿Quién?

-No quiero entrar en nombres. Soy persona discreta. La gente que conoce la política sabe en líneas generales desde dónde ha venido esta acción.

-Usted es destituida por la Generalitat. Y al frente de la Generalitat está Alberto Fabra.

-Fabra siempre me ha apoyado. No he tenido oportunidad de hablar con él. Después de mi salida no he hablado con nadie del Consell. Fabra me ha dado apoyo para que estuviese mucho tiempo. Yo no estuve presente cuando decidieron deshacer mi contrato, ni sé cómo paso. Sólo sé lo que la consellera Català me comunicó.

-¿Cómo era su relación con Català?

-Al principio fantástica pero cuando pasó el tiempo se hizo más complicada.

-¿Por qué?

-No soy una persona que dice sí a todo. Cuando se trata del Palau, si considero que algo no es justo o no es bueno no lo firmo. Y esto no es muy agradecido.

-Usted había manifestado su intención de abandonar su puesto este curso.

-En mayo del año pasado le dije a la consellera que estaba considerando terminar mi ciclo. Quería hacerlo en armonía para dejar todo en orden y poder pasar las cosas que pudiera necesitar mi sucesor, al que íbamos a buscar juntos. Hemos hablado de que me iban a dar una medalla y a hacer un concierto para el final de una etapa y al final me echaron con un registro policial. No es muy amable. Es de las peores cosas que se pueden hacer a una persona que ha trabajado 15 años para poner al Palau como la institución valenciana más reconocida internacionalmente. Es una acción brutal, que me ha afectado físicamente.

-¿Recurrirá su despido?

-No puedo, es un contrato de alta dirección y ellos han decidido deshacerlo basándose en la línea roja de Fabra. Yo no soy política, podrían haberme suspendido hasta que se resolviese la investigación, pero la consellera me dijo que el presidente había decidido despedirme.

-Se le ha acusado también de despilfarrar dinero público.

-Dentro del teatro saben que ahorro dinero. Lo que costó mucho fue el edificio y cuesta mantenerlo, pero no la programación ni la intendente. Con el dinero que daba Cultura al Palau se pagaba el mantenimiento del edificio y al personal. Hace años que estoy autofinanciando la programación con el dinero de taquilla. Yo siempre he estado controlada por los distintos administradores y por una fila de jefes de departamentos.

-¿Y entonces dónde se genera el déficit?

-El déficit llega de un contrato firmado con la Ciudad de las Ciencias de un canon que en principio iba a ser simbólico y acabó siendo de 5,5 millones de euros. Lo debía enviar Hacienda para que pagáramos a la Ciudad de las Ciencias, pero nunca lo hemos recibido.

-Este año ha sido el primero con déficit cero.

-Sí, casualmente, este año recibimos 3,9 millones de Cultura antes de acabar el año. Yo no dije nada, bienvenido sea. Ahora digo: ¿por qué nos lo dieron precisamente este año?

-Los montajes son caros. ¿Ha habido excesos?

-Ninguno. El año pasado hicimos la programación con menos de 3,5 millones. He ingresado dinero con discos que hemos hecho, alquileres, coproducciones. Todos los montajes los considero una inversión, porque si montas producciones otros teatros pueden alquilarlas. La Tetralogía está a punto no sólo de amortizarse sino de ingresar dinero.

-¿Ha favorecido alguna vez a su hijo?

-Nunca. Su contrato se negocia con las mismas condiciones que otras empresas, con la diferencia de que la suya ha pagado enseguida y no meses o años después como hacen otras.

-¿Cómo definiría su gestión en el teatro valenciano?

-He sido muy firme, pero al mismo tiempo honesta y transparente. Estoy profundamente triste por lo que me han hecho después de lo que he dedicado a Valencia.

-¿Qué opina de Livermore?

-El nombre se lo di yo a la consellera, porque conocía la casa y necesitaban a alguien rápidamente. Siempre pensé en él como director artístico no como intendente. No sabía cuánto tiempo le iba a poder dedicar por sus otros compromisos.

-¿Qué piensa de Abbado y Biondi como directores musicales?

-Es una decisión de Livermore, habrá que ver cómo funciona en la práctica.

-¿Hasta cuándo estará en Valencia?

-Espero que me devuelvan el pasaporte y no tener que ir dos veces al mes a la policía. Tengo necesidad de un quiropráctico y de especialistas y para ello he de viajar. Por primera vez en mi vida quiero pensar en mí y en mi salud y mirar cómo puedo superar este momento dramático en mi vida.

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