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Los Inhumanos en 1984 en la cárcel de mujeres de Valencia.

La herencia de la movida valenciana

Grupos de los ochenta reivindican canciones de la época como himnos que perduran a través de generaciones

rebeca ruiz

Miércoles, 22 de julio 2015, 20:28

Son dos ojos negros que se clavan como espadas. Es una sonrisa profident, un careto de John Wayne, un prominente mentón y un perfecto tupé. Letras inevitablemente familiares, directamente heredadas de los años ochenta, aquella etapa en la que la música valenciana empezó a eclosionar y dio lugar a los años del movimiento conocido como la movida valenciana.

Los que vivieron con especial intensidad la década de 1980 recordarán a grupos como Los Inhumanos, Seguridad Social, Orfeón Brutal y Comité Cisne como grandes representantes de estos años. Pero los ochenta acabaron y dejaron tras de sí las canciones, esos temas que han esquivado con elegancia el paso del tiempo y han pasado de generación en generación.

Cinco himnos

  • Comerranas (Seguridad Social) Año 1984

  • Me duele la cara de ser tan guapo (Los Inhumanos) Año 1988

  • El vinilo (Betty Troupe) Año 1983

  • La noche no es para mí (Vídeo) Año 1982

  • Quiero ir a vivir al Corte Inglés (Sade) Año 1983

"Cuando pasas esa barrera generacional y tu canción no acaba con esa época, es que tiene esa estela como de estrella fugaz", explica Sergio Aguado. El vocalista de Los Inhumanos, partícipe de la movida valenciana, conoce bien la sensación que produce una canción al heredarla un público joven. "Cuando ves que esa estela no acaba nunca, al principio te sorprende", confiesa. Aguado sostiene que en aquellos años hubo canciones que sonaron tanto y tan alto que, al macerarse con el paso del tiempo, acabaron por convertirse en himnos: "Canciones como Chiquilla o El vinilo se han convertido en clásicos de la cultura popular y perdurarán ahí". El líder de Los Inhumanos apunta directamente a temas de Seguridad Social, pero también al single que lanzó a la fama a Betty Troupe, la banda encabezada por Flora Illueca.

La vocalista de este grupo valenciano ha logrado reunir a prácticamente la totalidad del grupo para el concierto de esta noche en Viveros. "Alucino mucho porque tengo una hija de 16 años y otra de 13 y algunas canciones se las saben", comenta Illueca, "cuando estábamos viendo la lista de canciones reconocieron enseguida Me duele la cara de ser tan guapo". A la cantante e sorprende (para bien) y añade que para ella es un orgullo ver que lo que se hizo hace 35 años siga gustando.

Para José Luis Macías, otro de los representantes de la época y miembro de grupos como Comité Cisne, además de El vinilo hubo temas como Comerranas que también marcaron una época. "Es muy representativa del grupo", apunta. Para Macías, esa serie de temas que han roto los esquemas generacionales "son canciones que pertenecen a una época muy optimista".

José Manuel Casañ, sin embargo, marca distancia sobre lo que fue y no fue la movida valenciana: "No creo absolutamente en la movida valenciana. Siempre me ha gustado más llamarlo nueva ola". Aún así, el líder de Seguridad Social coincide con sus contemporáneos en que "lo importante de aquella época son las canciones". Casañ habla también de acuerdos entre discográficas y emisoras para crear un sonido nuevo y propio. El vocalista de la banda también menciona Quiero ir a vivir al Corte Inglés, de Sade o La noche no es para mí, de Vídeo y señala que "hay canciones emblemáticas que se han convertido en himnos. Son lo más importante de esta época".

La prueba, en definitiva, de que aquella corriente no sólo sobrevivió a los ochenta sino que todavía continúa viviendo en la chiquilla de ojos que no dicen nada o en el destino que rompió la felicidad por una cara de melocotón.

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