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Sala Hipóstila del Museo de Historia de Valencia.
Una visita a las entrañas de Valencia

Una visita a las entrañas de Valencia

El Museo de Historia, el pouet de San Vicente y los sótanos de la Lonja se ubican en el subsuelo de la ciudad del Turia

beatriz olmos

Lunes, 17 de agosto 2015, 19:34

El centro de Valencia se caracteriza por poseer una gran cantidad de monumentos de distintas épocas de la historia. Sin embargo, todavía se desconocen muchos lugares que permanecen ocultos bajo nuestros pies. La capital del Turia permite realizar un recorrido por varios subsuelos que a día de hoy son visitables.

El primero de ellos se sitúa en el edificio de la Lonja de la Seda. Bajo esta obra del gótico valenciano se silencian unas estancias abovedadas del siglo XIV y, por lo tanto, anteriores a la construcción. No existe documentación exacta acerca del uso que se le daba a este lugar, se piensa que es donde los comerciantes del anterior Mercado Central guardaban los tenderetes y demás utensilios. Para visitar los sótanos es necesario adentrarse en el edificio y dirigirse hacia la puerta situada bajo el hueco de la escalera por la que se sube al salón del consulado del Mar.

Si se observa detenidamente se aprecia como este Patrimonio de la Humanidad goza de una altura superior a la del resto de inmuebles de la plaza, la razón está en que debajo de él existen sótanos que rodean todo el monumento.

DATOS DE INTERÉS

  • La Lonja de la Seda. De lunes a sábado de 9.30 a 19 h. El precio de la entrada es de dos euros.

  • Instituto Luís Vives. El centro realiza visitas guiadas al refugio para grupos.

  • Casa Natal de San Vicente Ferrer. En esta iglesia se encuentara el pouet. La entrada es gratuïta siempre que la parroquia esté abierta.

  • El Museo de Historia de Valencia. El horario es de 9.30 a 19 h de martes a sábado. Los domingos y festivos de 9.30 a 15 h. La entrada es de dos euros excepto los días festivos.

Sin abandonar la plaza del Doctor Collado y colindante a los escalones de la Lonja se puede encontrar otra cripta medieval, la Cava de Johan. Construida en el siglo XV, era propiedad del mercader Johan Stheve y hace unos años se rehabilitó y se convirtió en una tienda de souvenirs. En la actualidad los dueños del bar Boatella lo han alquilado y se utiliza como almacén del local.

A través del barrio del Carmen, se llega hasta la casa natal del patrón de la Comunitat Valenciana, San Vicente Ferrer. La vivienda a simple vista es de estilo gótico, sin embargo, no data de esta época ya que la morada del santo fue reconstruida en los años cincuenta. Esta práctica es lo que se denomina en arquitectura un falso histórico, aquellas construcciones que simulan ser de una época anterior a la que fueron construidas.

Nada más acceder al edificio, en la pared del fondo se observa una ancha pila de piedra con cuatro grifos, de donde salía el agua del famoso pouet. Este pozo dejó de manar hacia 1975 al ser cortada la vena de agua que lo surtía cuando se construyó un edificio en la actual Plaza de Tetuán. La leyenda cuenta que este líquido era milagroso y sanaba a todo aquel que lo bebía. A la derecha del bebedero hay una puerta de armazón de madera que da acceso al semisótano donde se ubica la poza. La estancia, más bien baja, tiene la techumbre sostenida por varios pilares de piedra, no obstante, sólo uno de ellos es originario de la construcción, los otros son meros objetos de decoración. La habitación está adornada con azulejos valencianos, concretamente originarios de la localidad de Manises y realizados en el siglo XVIII. Esta pieza se comunica con otra que recibe luz a través de una ventana.

La Guerra Civil originó la construcción de 77 refugios antiaéreos en la ciudad. En enero de 1937 cayeron las primeras bombas sobre la ciudad y se produjeron las primeras víctimas. Desde entonces y hasta el final del conflicto, la capital padeció bombardeos casi a diario. Ante los continuos ataques muchos colegios, entre ellos el Instituto Lluís Vives, decidieron levantar estos cobijos con el fin de proteger a la población civil. Las construcciones son recuerdo de la contienda y 76 años más tarde todavía están presentes en la ciudad, aunque muchas de ellas se encuentran en estado de abandono.

Este instituto, el más antiguo de Valencia, decidió hace unos años por iniciativa propia rehabilitarlo y abrirlo a todos los interesados. Esta joya del patrimonio histórico valenciano salió de la oscuridad gracias al nuevo sistema de iluminación que instaló el centro educativo.

Para finalizar el recorrido por los sótanos visitables de Valencia, hay que abandonar el casco histórico y dirigirse hacia Mislata. Aquí se ubica el Museo de Historia de Valencia, una de las pinacotecas más significativas de la ciudad.

El edificio fue en origen el primer depósito de aguas de Valencia. Con el tiempo, la demanda se incrementó y fue necesario construir nuevos almacenes. Todo este lugar es subterráneo, es decir, que tiene una cota inferior al resto de construcciones que se encuentran a su alrededor. La sala invita a descubrir el pasado de la ciudad introduciéndote en la vida de sus anteriores habitantes.

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