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«Vivimos en un país continuamente condicionado por las minorías»

«No me cabe en la cabeza que haya gente que desee que un toro hiera o mate a un torero», dice el diestro valenciano, plato fuerte de la feria de Bilbao

alfredo casas

Jueves, 27 de agosto 2015, 00:40

Su dilatada carrera e intachable currículum, plagado de triunfos en todos los rincones del universo taurino, hacen del maestro Enrique Ponce una referencia absoluta del toreo. Nadie mejor que él para sentarse a analizar la situación por la que atraviesa la Fiesta de los toros. Dentro y fuera de los ruedos. Sobre todo fuera. Es ahí donde parece deliberarse la vigencia y el horizonte del espectáculo.

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-A rasgos generales ¿cómo anda la situación por los ruedos?

-En la actualidad se lidia un toro que ni se cae ni se para. Mejor o peor, más o menos enrazado, pero que se mueve y ofrece espectáculo. Además, existe un plantel de toreros muy importante. Los toreros les estamos haciendo cosas a los toros que antaño eran impensables. La salud del espectáculo es buena.

-¿De verdad me lo dice?

-Hombre, es evidente que, con la crisis descendió el número de festejos celebrados, pero no creo que se deba a que no haya afición, ni mucho menos. Además, según indican los números, estamos remontando el vuelo. Y se está produciendo una significada regeneración en los tendidos. La gente joven va a los toros y se moviliza en favor de la Fiesta.

-A pesar del precio de las entradas.

-Yo soy torero, no hombre de números, y es indudable que las corridas de toros son un espectáculo con unos costes de producción muy elevados. ¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar un IVA del 21%? Permita que aproveche para remarcar que las corridas de toros no están subvencionadas. Que quede muy claro, de los Presupuestos Generales del Estado, la tauromaquia no percibe ni un céntimo de euro. Volviendo a la pregunta, tenemos que conseguir que existan entradas para todos los bolsillos, también para la gente con menor poder adquisitivo.

-La Fiesta está en el ojo del huracán de la opinión pública. ¿Dónde está el problema?

-El problema gordo lo tenemos en los políticos que se autoproclaman antitaurinos. Señores que alcanzan una concejalía municipal o un escaño autonómico y se dedican a buscar subterfugios democráticos para cerrar las plazas de toros, para prohibir la celebración de festejos taurinos en sus ciudades o Comunidades. No puede ser que estemos a expensas del criterio del señor de turno. Mire el caso de Bildu: impidió la celebración de la Semana Grande de San Sebastián, y hace oídos sordos en Azpeitia y hasta en Pamplona. Hablemos también de Palma de Mallorca. Su Ayuntamiento declara la ciudad antitaurina y seis días más tarde ocho mil personas acuden a su plaza a presenciar una corrida. Es una demagogia absoluta. No tiene sentido.

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-¿Habrá que estar atentos a todas las sensibilidades?

-Vivimos en un país permanentemente pendiente y condicionado por las minorías. Son noticia los cincuenta o cien antitaurinos que se manifiestan en la entrada de las plazas de toros y no los ocho mil que se sientan en los tendidos. Pero si hasta gobiernan quienes no ganan las elecciones, aquellos que unidos representan a las más pequeñas horquillas de votantes. De verdad que no lo entiendo.

-¿Le preocupa la marea antitaurina?

-Lo que me preocupa es lo agresivos que son, o mejor dicho, lo agresivas que por lo general son sus formas. Personalmente, llegan a asustarme. Los aficionados demuestran ser más civilizados y educados. Explíqueme si no cómo aguantan a la entrada de las plazas con esa gente insultándolos, increpándoles con saña, recriminándoles que ejerzan su libertad de asistir a un espectáculo ¿Es o no para asustarse?

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-Los antitaurinos celebran por todo lo alto sus percances en las redes sociales. ¿Qué siente?

-Siento una profunda lástima, qué voy a sentir ¡Lo mismo que siente usted! Porque dicen amar a los animales, celebran y se regodean en nuestros percances, en nuestras cogidas. De verdad que no me cabe en la cabeza que existan personas capaces de desear que un toro hiera o mate a un torero. ¿Son humanos? Sinceramente, creo que no están en sus cabales. Que puedo entender que no les guste el toreo, que no se percaten de la espiritualidad de un rito ancestral, pero de ahí a que nos deseen el sufrimiento, el dolor

-Comienza a ser habitual que los activistas anti salten a los ruedos. ¿Teme por su integridad en los ruedos?

-¡A Lennon lo mató un fan! Nunca se sabe Con esta gente, en el plan que están, casi pasas más peligro fuera de la plaza que en el ruedo.

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-Cada vez son más las voces que reclaman pasar a la acción, salir a las calles. ¿Qué piensa de ello?

-Es momento de dialogar, de consensuar, de recabar apoyos. Que si hay que salir a la calle, se sale... ¡también! No le quepa la menor duda. Pero digo yo que será mejor que el Tribunal Constitucional se pronuncie con respecto a la prohibición catalana o que desde todas las fuerzas políticas, les guste o no, se nos respete. Más que confrontar, tenemos que buscar soluciones.

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