![Luis Lonjedo: «He disfrutado mucho pintando personajes con tanta fuerza, con miradas y expresiones muy especiales»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/pre2017/multimedia/noticias/201510/02/media/89315679.jpg)
![Luis Lonjedo: «He disfrutado mucho pintando personajes con tanta fuerza, con miradas y expresiones muy especiales»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/pre2017/multimedia/noticias/201510/02/media/89315679.jpg)
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Paco Huguet
Viernes, 2 de octubre 2015, 00:19
Luis Lonjedo es el autor de los cuadros que se incluyen en 'La huella de 150 valencianos en el 150 aniversario de LAS PROVINCIAS', que inaugura hoy el Rey Felipe VI en el Centro del Carmen. El artista ha completado su trabajo en tres meses, entre Benicàssim y su estudio de Valencia en la calle Sorní, uno de los personajes retratados.
¿Cómo ha llevado el reto de pintar con tanta presión?
Normalmente tengo unos plazos y si el cuadro no te sale como tú quieres o no empieza a funcionar, no pasa nada porque lo vuelves a hacer. Eso no lo podía hacer en este caso.
¿Qué dificultades ha encontrado en el proceso?
Encontrar imágenes, que en el caso de algunos personajes no ha sido fácil. Por ejemplo, con Silvestre Segarra el archivo del Ayuntamiento de Vall d'Uixó se portó muy bien; me trajeron a Valencia una revista de aquel entonces de Calzados Segarra. Lo mismo Margarita Belinchón, que es la directora técnica del Museo de Ciencias Naturales y me facilitó la imagen de Rodrigo Botet. Hay muchos en los que he tirado de la Biblioteca Valenciana.
¿Qué personajes le han sorprendido a la hora de hallar imágenes?
El caso de Luis Casanova es curioso, porque no hay. Me trataron fenomenal en la Fundación del Valencia: me sacaron una foto original que en internet está pixelada. Lo mismo con Maldonado, que no hay fotos o son muy malas; conseguí una imagen suya a través de contactos familiares. También me he ido al cementerio a sacar una foto de un busto en una tumba (Peris y Valero).
Es decir, que hay retratos que prácticamente son la primera imagen, inédita, del personaje...
Sí, por ejemplo, la de Silvestre Segarra. El cartel de Calzados Segarra, que es muy bonito y está como fondo, sí se conocía. Es muy gracioso, porque pone las tallas y las más grandes eran más caras...
¿Cuál es el formato de los retratos y la técnica utilizada?
Es dibujo y acrílico sobre cartón y el formato es el A3, un formato en el que yo me sentía cómodo. La mayoría son en A3, salvo dos o tres (Vicente Rojo, Ricardo Samper y Trenor Palavicino). Son a tamaño natural. Después, dependiendo del personaje y de la fotografía de partida, tienen fondo, son en color o en blanco y negro o giran a algún tono... La imagen de partida invitaba más a resolverlo con un tono o con otro.
Cada personaje le inspiraba más el color o el blanco y negro...
Claro. Rita es el rojo, las perlas... O Vicente Ferrer, un personaje increíble, con una expresión y con una mirada muy especiales. Luego conoces al personaje y sin querer tratas de reflejarlo de alguna forma, de capturarlo. Decidí hacerlo con color, aunque la foto no era muy buena, y ahí anulas el fondo, lo dejas liso y el personaje resalta.
Los fondos ayudan a la identificación de algún personaje, ¿no?
Sí; como el caso de J. J. Dómine, con un barco detrás.
¿Con qué retratos disfrutó más?
Vicente Ferrer es uno de ellos. Ya lo retraté a lápiz para LAS PROVINCIAS. Sacar a un personaje, tan limpio, tan humilde... He disfrutado con personajes con tanta fuerza, con miradas y expresiones muy especiales. Con Tip también he disfrutado mucho; lo conocí en su época en la tele. ¿Han ayudado la chistera y el bigote? Por supuesto. Ayuda la imagen, el carisma del personaje... Otro que he disfrutado es Eduardo Boscá; tiene una mirada que se te clava, con unos ojos claros, un pelo hacia atrás que no es muy propio de la época... Es un personaje, en esa imagen, muy mayor y muy elegante. Joan Fuster también es tremendo. Y al día siguiente de la entrega probé a hacer algo distinto y volví a hacer a Adela Cortina con un desarrollo diferente. Manzanares también me fue bien: decidí usar de paleta el propio soporte...
Quiere decir que mezclaba el color ya en el cuadro...
Sí, en Tip utilizaba de paleta el propio soporte, que es un recurso mucho más arriesgado, pero hay que hacerlo. Con más tiempo los habría hecho más de esta forma.
Me responde Vicente Ferrer, Tip, o Eduardo Boscá y no pintores como Pinazo, Sorolla, José Benlliure o Manolo Valdés, Josep Renau...
Juan Genovés fue para mí todo un honor; casi me involucré más en intentar copiar un cuadro suyo como fondo. También fue un honor Michavila; me encanta lo que hace cuando se suelta con el cartón.
¿Con quién ha experimentado algo especial?
Con Broseta no podía quitarme de la cabeza que yo pasaba con el autobús por Blasco Ibáñez con un amigo, Fernando Martínez del Real, cuando vimos a un señor tirado en el suelo a quien nadie ayudaba. «¡Nadie le ayuda! ¡Cómo es la gente! ¿Tú te crees?», dijimos. Y es que le acababan de matar. No oímos ningún disparo ni vimos sangre. No te puedes quitar de la cabeza que estás pintando a una persona a la que ha asesinado ETA.
¿Ha sentido esa insatisfacción o ese miedo que forman parte del ADN de algunos artistas?
Me imagino que sí. Lo digo con humildad, pero trato de ser realista. A partir del retrato 100 todo cambió. Los últimos 25 o 50 están resueltos de otra manera.
Pero, bueno, eso es una ventaja de cara al visitante de la exposición, que así puede ver retratos trabajados de forma diferente...
Claro. Por ejemplo, González Lizondo es de otra forma.
¿Con qué referentes cuenta?
Uno es Santiago Ydáñez, que es de Jaén y ahora está en Berlín; es muy bueno, consigue unas degradaciones muy difíciles. He tenido a maestros a los que en algunos retratos me he acercado. El estilo sale solo, con el tiempo va surgiendo una manera de decir las cosas. Otro es Nico Monuera, de Lorca, joven y muy valorado fuera. Hace una mezcla de pinturas en el propio lienzo... Y por supuesto Lucian Freud, que forma parte de la historia de la pintura, con muchísima soltura, sin degradaciones, sin miedo, sin importarle las deformaciones y mezclando en cuadro: una maravilla.
¿Se ha puesto el 'Concierto de Aranjuez' para pintar a Rodrigo o música de Chapí?
No ha sido el caso. Suelo pintar con música que hay gente que no soporta. En este caso, conciertos de Rostropóvich de chelo que son difíciles de escuchar; música de bandoneón de Astor Piazzola, que casi nadie se pone porque es dura; conciertos para clave de Bach, a veces Vivaldi...
De los personajes que no conocía, ¿cuál le ha impactado más?
Guastavino, que triunfó en Nueva York; le he puesto de fondo una de sus cúpulas. Manuel Granero me llamó la atención y es el único en el que he reflejado su letra. O Ambrós y Sanchis Grau, de quienes conocía a sus personajes (los más famosos, el Capitán Trueno y Pumby, respectivamente), pero no a los autores porque empecé a pintar tarde, a los 18, y nunca he leído mucho cómic, aunque me gustan.
Los retratos van a ayudar a los visitantes a saber más de personajes que conocen mucho de nombre.
A la gente le ocurrirá lo que a mí: viajar a la infancia con algunos retratos o conocer la trayectoria de importantes personajes.
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