Los Goya redimen al cine valenciano

Dos 'cabezones'. Los Goya de 2015 reconocieron la labora de Toni Novella (Requena, 1965) y Carmen Veïnat (Algemesí, 1984). Él ganó en la categoría de mejor dirección de producción por 'El Niño'; ella logró el galardón por el maquillaje y peluquería de 'Musarañas'. En la próxima edición, Novella repite. Vuelve a ser candidato por 'Palmeras en la nieve'. Pese a ser su quinta nominación, no le quita importancia: «Estar nominado es un orgullo, supone una palmada en la espalda». No ganar la estatuilla no le preocupa: «Tengo mucho trabajo por delante ni he pensado el agradecimiento». Cuando recogió el Goya en 2015 reivindicó su pueblo natal desde el escenario . «Mencionar a Requena me sirvió para que me nombraran pregonero», bromea.

Estos días Novella está trabajando en Gran Canaria en la película 'The Titan', protagonizada por Sam Worthington. «Estudié en Madrid y me quedé aquí, donde me han surgido los proyectos», asegura. Él no es de los profesionales valencianos que ante la parálisis del sector audiovisual (la crisis, el cierre de Canal 9 y el desmantelamiento de la Ciudad de la Luz) tuvo que buscarse la vida fuera de la Comunitat. En Valencia ha realizado 'Todos a la cárcel', 'La mala educación' y la serie televisiva 'Las cerezas del cementerio'.

El Goya a mejor maquillaje y peluquería tiene un 50% de opciones de recaer en manos valencianas: Ana Lozano ('Ma ma') y las hermanas Pilar y Esther Guillem ('La novia') aspiran a la estatuilla. A las tres se les nomina por producciones ajenas a la industria local. «Hubo unos años en los que se rodó mucho en la Comunitat... Ojalá se active la industria. Muchas productoras han cerrado y resulta complicado trabajar aquí», explica Pilar Guillem. Lo complicado de 'La novia', explica, fue mostrar los dos lados de la película: la belleza de la boda y el deterioro de la tragedia. Antes de llegar a la película de Paula Ortiz, que parte como favorita, las hermanas Guillem trabajaron en 'Fin' y 'La vida inesperada', ambas dirigidas por el alicantino Jorge Torregrossa.

«Estamos preparadas para no ganar el Goya. Lo bonito ya ha ocurrido», dice Pilar Guillem, que prefiere hablar de compañeras en lugar de rivales para medirse con el resto de candidatos al galardón. Una de ellas es Ana Lozano, que con la candidatura por 'Mama' logra su sexta nominación. A Lozano se le resiste el Goya: «No pierdo la esperanza».

A estas alturas de su carrera, Lozano considera que lograr la estatuilla es «una lotería». Los académicos «no siempre juzgan los trabajos específicos, sino que influye mucho si la película ha gustado o no».

A Ana Lozano le avala una trayectoria plagada de títulos: 'Piratas del Caribe en mareas misteriosas', 'Vicky Cristina Barcelona', 'Volver', 'Elegy'... sí, en todas las películas citadas aparece Penélope Cruz. La relación entre la actriz y la maquilladora se forjó hace años. La intérprete suele elegir a Lozano: «Ella sabe cómo trabajo, se siente cómoda conmigo, conozco su rostro y su piel», remarca Lozano. El próximo proyecto de la maquilladora es 'La reina de España', la segunda parte de 'La niña de tus ojos', bajo las órdenes de Fernando Trueba, y con Pe como protagonista. El rodaje le conducirá a Madrid y Budapest. «En la Comunitat la producción audiovisual es muy pequeña, apenas hay industria», lamenta. A Lozano le gustaría trabajar más en Valencia, pero lo ve complicado. «Incluso cuando se dieron las condiciones, con los mejores platós de cine de Europa y subvenciones, no funcionó», sostiene Lozano, quien reclama «más apoyo al cine como industria que genera empleos».

«La falta de tejido industrial en la Comunitat perjudica el talento. Es doble reconocimiento y más meritorio que un valenciano esté nominado al Goya, porque aquí la producción ha bajado estrepitosamente», destaca Luis Ivars, nominado por la canción original «Cómo me mata el tiempo» de la película 'Matar el tiempo'. Las candidaturas contribuyen a hacer «visible el trabajo de los valencianos» y, en algunos casos, se traduce en facilidades para abrirse nuevas posibilidades.

El músico reclama «mayor voluntad política para reflotar el audiovisual» y «altura de miras» para no repetir errores («clientelismo»). Ivars, que trabajó durante 18 años en Madrid antes de regresar a Alicante, afronta «muy tranquilo» su segunda nominación. Es consciente de que Pablo Alborán es favorito por su tema para 'Palmeras en la nieve'.

La Academia miró también al sur en la candidatura de mejor largometraje documental, exactamente a Novelda. Alfredo Navarro, de 33 años, ha logrado con su ópera prima 'Sueños de sal' aspirar a un 'cabezón'. «Es un sueño», admite. Asistirá a la ceremonia, dice, para encontrarse con sus compañeros de profesión y con las personas que admira.

«La candidatura culmina un proyecto de dos años y ha dado otra vida a la película», asegura Navarro, quien destaca la «valentía» de los académicos a la hora de decantarse por 'Sueños de sal'. Alejandro, un niño ciego de trece años; Irene, una joven con espina bífida; José Simón, un luchador de Muai Thai, y Mariano, un hombre de 64 años que sigue soñando con ser músico de rock protagonizan 'Sueños de sal'.

El Goya a mejor cortometraje de animación tiene un 50% de posibilidades de venir a la Comunitat. 'La noche del océano', de María Lorenzo, y 'Honorio. Dos minutos de sol', de Paco Gisbert y Paqui Ramírez, compiten en la misma categoría. «No somos rivales, sino compañeras», dice Lorenzo quien conoció a Gisbert, que falleció el pasado 15 de enero, en la productora Pasozebra. «Era un placer escucharlo», rememora la profesora de animación en la UPV. «Que dos proyectos de animación valenciana estén a un paso del Goya representa el potencial del sector en la Comunitat. Podríamos llegar a más, pero se requiere mayor ayuda a la producción y a la distribución», apunta.

Paqui Ramírez asistirá a la gala de los Goya con un doble objetivo: defender el cortometraje («un formato en el que creemos y que resulta muy duro») y honrar la memoria de su marido («él estaba muy ilusionado con la nominación, pese a que ganó un Goya por 'Sr. Trapo' en el equipo de Pasozebra»).

Ramírez nunca antes había figurado en las candidaturas de la Academia de Cine. «El objetivo era ir los dos juntos a la ceremonia», apunta. Cuando fue a la cena de gala de los nominados, «me sentí muy arropada», recuerda. 'Honorio' ha dado muchas «alegrías» a Paqui y Paco. El Goya sería un merecido colofón.