En defensa del retrato ilustrado

Hace años que el retrato dejó de ser el fiel reflejo del rostro. Nació para reproducir la imagen real de una persona en un soporte, pero luego la libertad creativa del autor, los movimientos artísticos de las épocas y la tecnología fueron marcando la evolución del retrato. Del lienzo realista se pasó a los rasgos cubistas, sin olvidar el auge de la fotografía y el pop-art, por citar algunos ejemplos. No es una cuestión de distorsionar el rostro, sino de someterlo al filtro subjetivo de la mirada del artista. No vemos a las personas según como son, las vemos según como somos nosotros.

Cualquier ciudadano puede ser retratado por un ilustrador, por ejemplo, por Mariscal. Desde primeros de año el diseñador valenciano ha lanzado la linea mariscalportraits.com en internet. Una herramienta que permite a quien lo desee ser inmortalizado por el padre de Cobi. En la web está todo detallado. El usuario remite una fotografía on line, se acepta el encargo, Mariscal realiza un retrato original y único a partir de la instantánea remitida y el cliente recibe un mail con la indicación para descargarse el archivo digital, firmado por el autor. Todo por 140 euros. El creador valenciano ha realizado ya decenas de retratos.

El lado positivo del retrato indiscriminado es que cualquier persona puede acceder a él. Sin embargo, algunos creadores buscan a los ilustres valencianos para ser inmortalizados. Es el caso de Migue Martí y Judith Coronado, autores de I.lustres valencianas il.lustrats (editorial Drassana). El libro recoge una selección de personalidades valencianas nacidas entre los siglos XIX y XX, que destacaron por sus notables aportaciones al mundo del arte y la cultura.

El proyecto originariamente surgió para Valencia Crea, explica Migue Martí, pero luego fue creciendo. Nació en un contexto en el que se apuntaba a Valencia como el nido de los corruptos, saqueadores y mangantes. Esta imagen de los valencianos distorsiona y eclipsa el talento de otros ciudadanos que «valen la pena». Esta idea condujo a Migue y Judith a rescatar a los ciudadanos ilustres de la Comunitat. Lo escribe Paco Izquierdo en el prólogo: «Con nombres y apellidos, reseña e ilustración, ya tenemos todas las herramientas para iniciar la introspección al hecho valenciano, comenzando a romper tópicos que hablan de nosotros como de la tierra de los meninfots».

Tras un año y medio de trabajo, Drassana publicó recientemente Il.lustres valencianas il.lustrats, una compilación de 95 personajes de diversas disciplinas artísticas. No es un manual de carácter enciclopédico, sino que sirve como testimonio de un tiempo que protagonizan, en mayor o menor medida, escritores, poetas, historiadores, músicos, cantantes, actrices, escultores, dramaturgas, fotógrafos, Algunos son muy populares, pero otros no llegaron al gran público pese a sus esenciales contribuciones. Los reseñados, eso sí, ya no están vivos.

El escritor Josep Bernat i Baldoví (autor de El virgo de Visanteta i lalcalde de Favara (1845), el compositor Salvador Giner, el periodista Teodoro Llorente (fundador de LAS PROVINCIAS), el arquitecto Rafael Guastavino, el periodista y político Peris Mencheta, el escritor Constante Llombart, el pintor Ignacio Pinazo, Joaquín Sorolla, la actriz y cantante Leocàdia Alba, Vicente Blasco Ibáñez, el arquitecto José Manuel Cortina, la política Maria Cambrils, José Segrelles, Francisco Javier Goerlich, la soprano Lucrezia Bori, la pianista Amparo Iturbi, Concha Piquer, el cardenal Vicente Enrique Tarancón, Josep Renau, Manuela Ballester y el fotógrafo Agustí Centellles, entre otros. «En algunos casos se homenajean a personas que permanecen más invisibles, pero fueron relevantes, como María Ascensión Chirivella, que fue la primera abogada de España», detalla Martí, autor de las ilustraciones. El diseñador ha creado «dibujos sugerentes en los que sintetizar un rostro y la estética de la época recurriendo a formas geométricas».

El libro se presentará el 26 de febrero en la galería Pepita Lumier, donde se ha inaugurado la exposición Hey, oh, Lets go, del artista madrileño David Despau. En el centro artístico están los dibujos de superhéroes, cantantes, actores y celebrities, desde Michael Jordan, Bruce Lee, Michael J. Fox, Hannah Montana o David Bowie, Johnny Depp o David Beckham, entre otros.

El rostro de los refugiados

Un retrato es cuestión de minutos, horas o de años. En este último caso se engloba la célebre obra de la familia real española a cargo del pintor Antonio López. En apenas unos minutos los artistas de Montmartre de París realizan un retrato al turista y visitante, que regresa a su ciudad de origen con la sensación de haber sido inmortalizado, mejor o peor, en uno de los barrios más deliciosos y bohemios de la ciudad de la luz.

Valencia no es París, pero 60 ilustradores de la Comunitat tomaon el sábado el Mercado de Tapinería, donde realizaron un pequeño dibujo o esbozo. El público que quiso un retrato exprés u otra ilustración pagó el precio simbólico de 10 euros. Toda la cantidad recaudada se donará íntegramente a la plataforma ciudadana Valencia Ciudad Refugio, que trabaja con personas refugiadas o demandantes de asilo en la ciudad. En ocasiones las personas que huyen del terror que habita en sus países se pero no sólo tienen nombre y rostro, sino que dejan atrás un vida.

Los dibujantes implicados en el proyecto son Zesar, Paco Roca, Jesús Huget, Ortifus, Núria Tamarit, Sergio Bleda, Francisco Ruizge, Sento, Cristina Durán, Miguel A. Giner Bou, Max Vento, Lalo Kubala y Mique Beltrán, entre otros.